¿Puede el Tetris ayudar a tratar los trastornos de estrés postraumático?
El juego nació como un experimento para tratar la epilepsia, por lo que su efecto sobre la psiquis está documentado; sin embargo, los especialistas son escépticos sobre su utilidad

Más del 70% de la población mundial experimentó al menos una experiencia traumática en su vida, y alrededor del 30% ha estado expuesto a cuatro o más eventos traumáticos, según la Organización Mundial de la Salud. Además, cerca del 4% de ese universo, desarrollará un trastorno de estrés postraumático (TEPT), un problema psicológico con síntomas que van desde alteraciones del sueño hasta comportamientos autodestructivos.
Para mejorar la salud mental de estas personas podría ser de ayuda el Tetris. En concreto, los psicólogos están estudiando si jugar a este título ruso puede ayudar a reducir el número de flashbacks o recuerdos postraumáticos, como aquellos que ocurren luego de un accidente automovilístico, una agresión sexual o un desastre natural.
“Los recuerdos no se pueden obviar producto del pensamiento automático que es traído a la conciencia, pero sí se puede gestionar qué hacer con ellos. Es decir, las vivencias traumáticas, una vez logrado recordarlas, deben abordarse de un modo resolutivo y no evitativo. Resolver no es poner la mente en otra cosa, sino darle entidad al malestar para comenzar un proceso de elaboración para que el recuerdo no active la vivencia primaria de dolor y desesperación. Si se sufre TEPT, habrá síntomas que lo encubran, como ansiedad, apatía, consumos problemáticos, hiperactividad referida a excesos de actividades, somatizaciones y depresión, entre otras”, explica el licenciado en psicología Federico Sciretta, psicoterapeuta y psicólogo deportivo, que se desempeña como docente de la Universidad Abierta Interamericana de Rosario.
Detalles de las investigaciones
Actualmente se cree que los recuerdos se forman durante las primeras horas posteriores a cualquier experiencia. Durante este período, el cerebro trabaja para consolidar la información que recibió en algo que pueda recordar más tarde. Es importante destacar que muchos científicos cognitivos creen que este proceso se puede interrumpir mediante la introducción de imágenes que compitan y atraigan la atención, como el Tetris.
En 2009, los investigadores mostraron a 40 participantes una película de 12 minutos que mostraba lesiones graves y muerte para simular de forma segura una experiencia traumática. Después de 30 minutos de espera, la mitad de los participantes jugó al Tetris durante 10 minutos. La otra mitad no hizo nada durante ese tiempo. Todos los participantes pasaron la semana siguiente anotando cada vez que experimentaron un recuerdo intrusivo de la película. Al final de la semana, los resultados fueron notables: quienes jugaron al Tetris experimentaron menos de la mitad de los recuerdos intrusivos que el grupo que no lo hizo.
Aunque los grupos diferían significativamente en la frecuencia con la que experimentaron recuerdos intrusivos, ambos grupos pudieron responder con precisión a preguntas sobre la película al final de la semana. Esto es fundamental porque los sobrevivientes a veces necesitan poder recordar detalles de eventos traumáticos.
Es importante destacar que esta investigación no dice que jugar al Tetris pueda reducir los síntomas existentes del TEPT. En el mejor de los casos, un videojuego puede ser una distracción de los sentimientos de angustia una vez que los síntomas han comenzado. Por lo que esta investigación solo sugiere que jugar a un videojuego como el Tetris puede reducir los síntomas futuros si se hace unas horas después del evento.
Pero nada es sencillo
Si bien estudios de seguimiento realizados por diferentes autores validaron estos resultados, una investigación publicada en enero de 2025 en la revista especializada Frontiers of Psichology señala que el uso de Tetris presenta inconvenientes “como problemas de derechos de autor, y no está claro si el efecto se debe al juego en sí o a la tarea visoespacial”. Estos científicos sugieren que los resultados positivos logrados indican que tareas visoespaciales también reducen los recuerdos intrusivos, reforzando la idea de que el efecto no depende de Tetris, sino de la naturaleza visoespacial de la tarea, tal como lo son dibujar o armar un rompecabezas.
“El jugar Tetris, al igual que otra tarea de concentración producto de la elaboración y productividad neurocognitiva, pueden ser efectivos para aliviar la mente del recuerdo de desesperación, recuperar energía y pasar un buen momento, pero no son la solución al problema”, dice Sciretta.
Al ser consultado al respecto, el Dr. Alberto Trimboli, presidente honorario de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), dice que, para poder emitir una opinión fundamentada sobre el estudio realizado en personas con recuerdos intrusivos tratados con Tetris, sería necesario contar con el informe completo, pero hasta el momento, solo han circulado algunos datos generales. “Sin embargo, con la información disponible, consideraría poco probable que cualquier padecimiento mental pueda curarse o reducir su intensidad sin la mediación del diálogo. La palabra debe circular, y la persona necesita expresar lo que siente a su terapeuta de confianza. No somos máquinas, y los traumas no se resuelven únicamente con instrumentos; requieren un abordaje integral que incluya psicoterapia y, en algunos casos la inclusión de medicación”, detalla.
En tal sentido, el especialista considera fundamental aclarar que, “quienes trabajamos con personas con consumos problemáticos en entornos digitales sabemos que existen numerosos mecanismos de escape ante situaciones difíciles, y que una de esas ‘salidas’ puede ser la adicción”, dice Trimboli, y recuerda que, dentro del mundo de los videojuegos, el Tetris es conocido por ser uno de los más adictivos. “Es posible que, en el caso de personas que han atravesado una experiencia traumática, su uso active un mecanismo de evasión temporal de la realidad. De hecho, algunos pacientes con adicción a los videojuegos relatan que han tenido sueños extremadamente vívidos en los que están jugando, o incluso que, al realizar otras actividades, siguen viendo imágenes del juego de manera intrusiva”, se explaya.
Vale recordar que en el desarrollo de videojuegos participan programadores y diseñadores gráficos, pero también psicólogos que asesoran sobre las características necesarias para captar y retener la atención de los usuarios. “Por lo tanto, es posible que el uso de ciertos videojuegos haga que los recuerdos traumáticos se desvanezcan o disminuyan momentáneamente. Sin embargo, lo que el Tetris seguramente no hace es curar”, concluye.
Más allá de los efectos positivos que podría tener el Tetris o cualquier otro tipo de herramienta de afrontamiento, los especialistas advierten nada sustituye la consulta con un terapeuta. Además, aunque este juego puede llegar a convertirse en un tratamiento basado en la evidencia, se están llevando a cabo más estudios clínicos. A futuro, los investigadores también buscan analizar los efectos a largo plazo del Tetris en la memoria retrospectiva y profundizar en lo que sucede en el cerebro. De manera más amplia, pretenden evaluar si este videojuego puede ayudar a disminuir los recuerdos intrusivos asociados a otras condiciones, además del trauma, como los trastornos por abuso de sustancias y la depresión.