Por qué algunas personas pierden el respeto por sus padres: siete experiencias clave en la infancia
Las vivencias durante la infancia marcan de manera profunda nuestras relaciones familiares, especialmente con los padres. Aunque cada historia es distinta, hay patrones comunes que se repiten en los relatos de quienes dicen haber perdido el respeto por sus progenitores o que ya no existe relación. No se trata de buscar culpables, sino de entender mejor cómo se construyen —o se deterioran— esos vínculos. A continuación, se presentan siete experiencias que, según la psicología, pueden estar detrás de ese distanciamiento. 1. Educación inconsistente Uno de los factores más frecuentes es una crianza incoherente, en la que las normas y expectativas cambian con frecuencia. Esta falta de estabilidad puede generar inseguridad y confusión en los niños, que no saben a qué atenerse. Una investigación apunta que la inconsistencia en la disciplina está relacionada con problemas de conducta en la infancia. Entender este aspecto es clave para reconocer que las reglas cambiantes no solo generan malestar en el momento, sino que pueden afectar el respeto hacia los padres a largo plazo. 2. Falta de validación emocional Muchas personas relatan que, cuando expresaban sus emociones en casa, eran ignoradas o minimizadas. Frases como "estás exagerando" o "no es para tanto" son habituales en estos recuerdos. Cuando un niño no se siente escuchado, puede crecer creyendo que sus emociones no tienen valor. El psicólogo Carl Rogers lo expresó así: "Cuando una persona se da cuenta de que ha sido profundamente escuchada, sus ojos se llenan de lágrimas… Es como si dijera: 'Gracias a Dios, alguien me ha entendido'." Estudios indican que ignorar las emociones positivas de los hijos también puede afectar su bienestar emocional. 3. Ausencia de reconocimiento Otra experiencia común es la falta de reconocimiento por parte de los padres. Hijos que sentían que sus logros eran ignorados o incluso criticados, y que eran comparados con otros constantemente. El psicólogo Abraham Maslow hablaba de la necesidad de autorrealización. Pero para alcanzar ese nivel, primero hay que sentir que uno es valioso. Si esto no se construye desde la infancia, el resentimiento puede crecer, afectando el respeto hacia los padres. 4. Críticas constantes Algunas personas crecieron en un entorno donde predominaban las críticas. En lugar de apoyo o diálogo, había corrección constante. Con el tiempo, esto puede erosionar la autoestima del niño y generar una distancia emocional con los padres. Investigaciones señalan que una disciplina verbal severa se asocia con síntomas depresivos y problemas de comportamiento. 5. Falta de tiempo compartido El respeto también se alimenta de la conexión. Y esta conexión, en muchos casos, depende del tiempo de calidad que padres e hijos comparten. Al crecer en un hogar donde los adultos estaban siempre ocupados, algunos hijos desarrollan una sensación de abandono emocional. Varios estudios destacan que el tiempo compartido con los hijos es fundamental para su desarrollo socioemocional. 6. Sobreprotección La intención de proteger puede parecer positiva, pero cuando se lleva al extremo, puede tener el efecto contrario. Padres que no permiten a sus hijos afrontar dificultades por sí solos pueden, sin...
Las vivencias durante la infancia marcan de manera profunda nuestras relaciones familiares, especialmente con los padres. Aunque cada historia es distinta, hay patrones comunes que se repiten en los relatos de quienes dicen haber perdido el respeto por sus progenitores o que ya no existe relación. No se trata de buscar culpables, sino de entender mejor cómo se construyen —o se deterioran— esos vínculos. A continuación, se presentan siete experiencias que, según la psicología, pueden estar detrás de ese distanciamiento. 1. Educación inconsistente Uno de los factores más frecuentes es una crianza incoherente, en la que las normas y expectativas cambian con frecuencia. Esta falta de estabilidad puede generar inseguridad y confusión en los niños, que no saben a qué atenerse. Una investigación apunta que la inconsistencia en la disciplina está relacionada con problemas de conducta en la infancia. Entender este aspecto es clave para reconocer que las reglas cambiantes no solo generan malestar en el momento, sino que pueden afectar el respeto hacia los padres a largo plazo. 2. Falta de validación emocional Muchas personas relatan que, cuando expresaban sus emociones en casa, eran ignoradas o minimizadas. Frases como "estás exagerando" o "no es para tanto" son habituales en estos recuerdos. Cuando un niño no se siente escuchado, puede crecer creyendo que sus emociones no tienen valor. El psicólogo Carl Rogers lo expresó así: "Cuando una persona se da cuenta de que ha sido profundamente escuchada, sus ojos se llenan de lágrimas… Es como si dijera: 'Gracias a Dios, alguien me ha entendido'." Estudios indican que ignorar las emociones positivas de los hijos también puede afectar su bienestar emocional. 3. Ausencia de reconocimiento Otra experiencia común es la falta de reconocimiento por parte de los padres. Hijos que sentían que sus logros eran ignorados o incluso criticados, y que eran comparados con otros constantemente. El psicólogo Abraham Maslow hablaba de la necesidad de autorrealización. Pero para alcanzar ese nivel, primero hay que sentir que uno es valioso. Si esto no se construye desde la infancia, el resentimiento puede crecer, afectando el respeto hacia los padres. 4. Críticas constantes Algunas personas crecieron en un entorno donde predominaban las críticas. En lugar de apoyo o diálogo, había corrección constante. Con el tiempo, esto puede erosionar la autoestima del niño y generar una distancia emocional con los padres. Investigaciones señalan que una disciplina verbal severa se asocia con síntomas depresivos y problemas de comportamiento. 5. Falta de tiempo compartido El respeto también se alimenta de la conexión. Y esta conexión, en muchos casos, depende del tiempo de calidad que padres e hijos comparten. Al crecer en un hogar donde los adultos estaban siempre ocupados, algunos hijos desarrollan una sensación de abandono emocional. Varios estudios destacan que el tiempo compartido con los hijos es fundamental para su desarrollo socioemocional. 6. Sobreprotección La intención de proteger puede parecer positiva, pero cuando se lleva al extremo, puede tener el efecto contrario. Padres que no permiten a sus hijos afrontar dificultades por sí solos pueden, sin...
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