Plantas mágicas: dan un toque de encanto, vitalidad y tienen efectos en nuestro estado de ánimo
En la jardinería tradicional, algunas plantas se consideran “mágicas” por los colores de las flores o las hojas y su contribución a nuestro bienestar.

El otoño es una estación de cambios y matices, donde la naturaleza nos regala una paleta de colores cálidos y una atmósfera de transición.
Es también el momento ideal para conectar con el jardín de una manera especial, eligiendo especies que no solo embellecen el paisaje, sino que también aportan energía al espacio y contribuyen a nuestro bienestar.
En la jardinería tradicional y la cultura popular, muchas plantas han sido consideradas “mágicas” por sus propiedades simbólicas, su capacidad de atraer armonía o por los efectos que tienen en nuestro estado de ánimo.
Algunas florecen en esta estación, otras transforman su follaje en un espectáculo maravilloso y todas tienen algo en común: son perfectas para darle al otoño un toque de encanto y vitalidad.
Si hay un árbol que encarna la magia del otoño, es el arce japonés (Acer palmatum). Sus hojas, que pasan del verde al rojo encendido, parecen arder en el paisaje, generando un clima de renovación y energía transformadora.
¿Por qué incluirlo en tu jardín?
- Su follaje cambiante aporta un dramatismo inigualable.
- Simboliza la sabiduría y la conexión con los ciclos naturales.
- Es ideal para jardines pequeños o espacios de inspiración zen.
Tip botánico: prefiere suelos bien drenados y algo de sombra en las horas más intensas del día. En otoño, su espectáculo visual es imbatible.
La caléndula (Calendula officinalis) es una de esas plantas que ilumina el jardín con su color llamativo. Florece con tonos anaranjados y dorados, reflejando la luz de la estación y atrayendo polinizadores que siguen activos en los días frescos.
¿Por qué es mágica?
- Se la asocia con la protección y la alegría.
- Es un imán para abejas y mariposas.
- Tiene propiedades medicinales y es comestible.
Tip botánico: resiste bien el frío moderado y se auto siembra fácilmente. Si se cultiva en macetas, es mejor que reciba sol directo y riego moderado.
La salvia (Salvia officinalis) es más que una simple aromática. Su perfume fresco y terroso es una invitación a la calma y su floración otoñal en tonos lilas y azulados aporta un contraste fascinante entre tanto follaje dorado.
¿Por qué incluirla?
- Limpia el aire y tiene propiedades purificadoras.
- Atrae colibríes y mariposas.
- Su aroma estimula la concentración y la claridad mental.
Tip botánico: amante del sol y los suelos bien drenados, la salvia es ideal para bordes de caminos o rincones de meditación. En climas fríos, se puede proteger con mulch para que resista mejor el invierno.
Los crisantemos (Chrysanthemum spp.) son las flores icónicas del otoño. Con una diversidad de colores que va desde el amarillo y el naranja hasta el púrpura y el rojo, son perfectos para llenar de color los canteros cuando otras plantas comienzan a apagarse. En muchas culturas, representan la longevidad y la prosperidad.
¿Por qué elegirlos?
- Son resistentes y florecen hasta bien entrado el frío.
- Se los asocia con la felicidad y la buena suerte.
- Son excelentes para decorar balcones y terrazas otoñales.
Tip botánico: prefieren suelos ricos y bien drenados. Si se cortan las flores marchitas, se prolonga su floración.
El ginkgo (Ginkgo biloba) es un fósil viviente, un árbol ancestral que ha sobrevivido millones de años. En otoño, su follaje se vuelve de un amarillo dorado espectacular, pareciendo un pequeño sol en el jardín. Su energía es de renovación y equilibrio, perfecta para quienes buscan una conexión más profunda con la naturaleza.
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¿Por qué plantarlo?
- Es un símbolo de resistencia y longevidad.
- Su presencia aporta armonía y calma al entorno.
- Sus hojas en forma de abanico son únicas y decorativas.
Tip botánico: tolera la contaminación urbana y es muy resistente a enfermedades. Es perfecto para para jardines de gran porte.
Incluir plantas mágicas en el jardín otoñal no solo aporta belleza y diversidad botánica, sino que también crea una atmósfera especial
Estas especies no solo decoran, sino que influyen en la energía del espacio, conectándonos con los ritmos de la naturaleza y con la sensación de renovación que trae el otoño.