Observaciones ante un nuevo programa con el FMI

La presidencia de la Nación anunció que pone a consideración del Poder Legislativo las autorizaciones para recurrir a un nuevo programa con financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI).Más allá de la discusión sobre el contenido del programa económico que posibilita la asistencia financiera y las formas de aprobación y autorizaciones locales, esta nueva etapa de la relación entre Argentina y el organismo multilateral de crédito nos lleva a formular diez observaciones y una reflexión final.Javier MileiOBSERVACIONES1°: Transcurridos 69 años desde su incorporación al FMI en 1956, Argentina tuvo 22 programas con el FMI, de los cuales siete fueron ‘préstamos inaugurales' y 15 de continuación, muchos de los cuales proveían recursos para hacer frente a deudas pendientes con el organismo.2°: Esa relación de deudor-acreedor ha sido la más extendida en el tiempo e intensa en la historia de la institución multilateral; particularmente si se la mide por montos vigentes por tiempo en relación a la cuota del país. Por ejemplo, en la actualidad, el total de deuda asciende a u$s equiv. 40.100 millones en relación a la cuota de Argentina en el FMI de u$s 4178 millones. Es decir, el endeudamiento representa el 975% de la cuota, muy por encima de los parámetros tradicionales. La deuda es continuidad de un ‘acuerdo inaugural' celebrado en 2018.3°: Desde 1958 -primer acuerdo con el FMI- a la fecha, el PBI per cápita creció 0,8% promedio anual, muy por debajo de los registros promedios del planeta. Asimismo, la inflación anual promedio fue 72%.Zoom editorial Marcha un DNU al Congreso para terminar de cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Horacio Riggi4°: Sin atribuir responsabilidades, podríamos inferir que en repetidas ocasiones se evaluó que había buenas razones para esos acuerdos. Sin embargo, a la larga, proveyeron cierto alivio financiero transitorio que no llegó a alterar la tendencia observada en el comportamiento de la economía, explicado por problemas acumulados y vigentes en cada momento.5°: En el país se dio importancia a la implementación de recurrir al FMI para evitar un costo mayor provocado por el corte de otras fuentes de financiamiento. Algunas veces esta situación se debió a alteraciones de las condiciones externas que se tornaron adversas.6°: También puede pensarse que el FMI, a veces, tuvo motivaciones que complementaron su rol de asistir financieramente en momentos de inestabilidad que enfrenta el país miembro al momento de decidir su apoyo. Estas pueden ir desde el uso de capacidades de sus profesionales en discusiones en varios elementos de un programa económico con impacto diverso hasta reforzar sus ingresos operativos dados por las tasas aplicadas en sus financiamientos. También, en varias instancias, un incentivo para el FMI fue facilitar el recupero de montos prestados previamente.Zoom editorial El acuerdo con el FMI de 2022: cómo votó el PJ en el Congreso y qué meta fue cumplida por Milei Hernán de Goñi7°: Por diseño, los programas tienen metas y componentes cuyo cumplimiento tiene efectos que implican algún grado (adicional) de vulnerabilidad. Ello se debe a la posibilidad de que se generen situaciones que involucran la toma de decisiones de política económica, el rumbo a seguir y la capacidad de reacción frente a circunstancias naturalmente cambiantes.Cuando se presentan este tipo de situaciones, el FMI tiende a asumir roles para reencauzar el programa cuando el ámbito de competencia recae en las autoridades del país. Semejante situación puede llevar a confundir la correspondiente atribución de responsabilidades.Además, la misma evaluación periódica del cumplimiento de las metas, sus efectos sobre los desembolsos asociados y las correcciones de los programas pueden traducirse en escenarios de mayor inestabilidad.Oportunidad Inversiones 2025: a qué sector clave hay que apostar, según uno de los líderes del mercado La combinación de estos elementos puede implicar debilidad en la capacidad de cumplir las metas comprometidas y los objetivos del programa acordado. Eso lleva a volatilidades adicionales en los movimientos de fondos de terceros privados que se reflejan en variados rubros con impacto en las reservas del banco central.8°: La Argentina no tiene vencimientos de capital con el FMI en 2025. En 2026, los vencimientos ascienden a u$s 1120 millones y aumentan en los años siguientes, siendo u$s 4370 millones en 2027 y subiendo luego.Los intereses son u$s 2700 millones para este año. En consecuencia, en la medida que los desembolsos del nuevo acuerdo superen los vencimientos de capital, se generaría un endeudamiento adicional de la Argentina con el FMI y un aumento en la exposición crediticia de este con el país. Adicionalmente, un nuevo acuerdo habilitaría financiamientos adicionales para el sector público.Ciclo 2024 Fintech Meetups llega a Mendoza: el futuro de las inversiones y el vínculo con el sector público 9°: Un nuevo programa estaría fundamentado en la consolidación de un ma

Mar 10, 2025 - 03:39
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Observaciones ante un nuevo programa con el FMI

La presidencia de la Nación anunció que pone a consideración del Poder Legislativo las autorizaciones para recurrir a un nuevo programa con financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Más allá de la discusión sobre el contenido del programa económico que posibilita la asistencia financiera y las formas de aprobación y autorizaciones locales, esta nueva etapa de la relación entre Argentina y el organismo multilateral de crédito nos lleva a formular diez observaciones y una reflexión final.

Javier Milei

OBSERVACIONES

1°: Transcurridos 69 años desde su incorporación al FMI en 1956, Argentina tuvo 22 programas con el FMI, de los cuales siete fueron ‘préstamos inaugurales' y 15 de continuación, muchos de los cuales proveían recursos para hacer frente a deudas pendientes con el organismo.

2°: Esa relación de deudor-acreedor ha sido la más extendida en el tiempo e intensa en la historia de la institución multilateral; particularmente si se la mide por montos vigentes por tiempo en relación a la cuota del país. Por ejemplo, en la actualidad, el total de deuda asciende a u$s equiv. 40.100 millones en relación a la cuota de Argentina en el FMI de u$s 4178 millones. Es decir, el endeudamiento representa el 975% de la cuota, muy por encima de los parámetros tradicionales. La deuda es continuidad de un ‘acuerdo inaugural' celebrado en 2018.

3°: Desde 1958 -primer acuerdo con el FMI- a la fecha, el PBI per cápita creció 0,8% promedio anual, muy por debajo de los registros promedios del planeta. Asimismo, la inflación anual promedio fue 72%.

4°: Sin atribuir responsabilidades, podríamos inferir que en repetidas ocasiones se evaluó que había buenas razones para esos acuerdos. Sin embargo, a la larga, proveyeron cierto alivio financiero transitorio que no llegó a alterar la tendencia observada en el comportamiento de la economía, explicado por problemas acumulados y vigentes en cada momento.

5°: En el país se dio importancia a la implementación de recurrir al FMI para evitar un costo mayor provocado por el corte de otras fuentes de financiamiento. Algunas veces esta situación se debió a alteraciones de las condiciones externas que se tornaron adversas.

6°: También puede pensarse que el FMI, a veces, tuvo motivaciones que complementaron su rol de asistir financieramente en momentos de inestabilidad que enfrenta el país miembro al momento de decidir su apoyo. Estas pueden ir desde el uso de capacidades de sus profesionales en discusiones en varios elementos de un programa económico con impacto diverso hasta reforzar sus ingresos operativos dados por las tasas aplicadas en sus financiamientos. También, en varias instancias, un incentivo para el FMI fue facilitar el recupero de montos prestados previamente.

7°: Por diseño, los programas tienen metas y componentes cuyo cumplimiento tiene efectos que implican algún grado (adicional) de vulnerabilidad. Ello se debe a la posibilidad de que se generen situaciones que involucran la toma de decisiones de política económica, el rumbo a seguir y la capacidad de reacción frente a circunstancias naturalmente cambiantes.

Cuando se presentan este tipo de situaciones, el FMI tiende a asumir roles para reencauzar el programa cuando el ámbito de competencia recae en las autoridades del país. Semejante situación puede llevar a confundir la correspondiente atribución de responsabilidades.

Además, la misma evaluación periódica del cumplimiento de las metas, sus efectos sobre los desembolsos asociados y las correcciones de los programas pueden traducirse en escenarios de mayor inestabilidad.

La combinación de estos elementos puede implicar debilidad en la capacidad de cumplir las metas comprometidas y los objetivos del programa acordado. Eso lleva a volatilidades adicionales en los movimientos de fondos de terceros privados que se reflejan en variados rubros con impacto en las reservas del banco central.

8°: La Argentina no tiene vencimientos de capital con el FMI en 2025. En 2026, los vencimientos ascienden a u$s 1120 millones y aumentan en los años siguientes, siendo u$s 4370 millones en 2027 y subiendo luego.

Los intereses son u$s 2700 millones para este año. En consecuencia, en la medida que los desembolsos del nuevo acuerdo superen los vencimientos de capital, se generaría un endeudamiento adicional de la Argentina con el FMI y un aumento en la exposición crediticia de este con el país. Adicionalmente, un nuevo acuerdo habilitaría financiamientos adicionales para el sector público.

9°: Un nuevo programa estaría fundamentado en la consolidación de un marcado esfuerzo en los variados frentes que contribuyen a generar mejoras en las perspectivas económicas. Ello es medido mediante la evolución de indicadores cuantitativos y cualitativos, tanto del pasado como los proyectados para el futuro. Se expresan en los números en materia fiscal, monetaria y de reservas internacionales, sumado a importantes reformas estructurales en materias diversas.

10°: El paso por el Congreso debe leerse no solo como la resultante de una interpretación de atribuciones y poderes dentro de la Administración de los asuntos de la Nación. Se busca también una expresión de voluntades que abarque una expresión más amplia que la de las personas (circunstancialmente) firmantes del acuerdo.

Se pretende entender, implementar y mantener políticas mucho menos sujetas a los vaivenes históricos del país y, de esta forma, se busca obtener mejores resultados que los obtenidos durante el extenso período de la relación marcada previamente.

REFLEXIÓN FINAL: LA "GRADUACIÓN"

En definitiva, sería deseable que el nuevo programa sea reflejo de un momento bisagra en la relación Argentina-FMI que lleve a una "graduación" consistente en una autonomía propia de cada uno, fuera de la relación financiera y sus derivaciones.

Se trata de dar lugar a condiciones en las que Argentina adquiera madurez y arme esquemas político-económicos que le permitan dejar atrás la recurrencia a programas con el FMI.

Ello lleva a aprovechar la riqueza de una discusión amplia para enfrentar los desafíos. La herramienta financiera no suplanta la atención de las cuestiones fundamentales. Entendido así y manteniendo esa línea de conducta, se pueden materializar beneficios duraderos.