Modo supervivencia: así sobrevivo cuando estoy a menos del 10% y no tengo cargador
Aunque intento evitarlo en la medida de lo posible cargando el teléfono a tope y llevándome mi power bank y el cargador, a veces los imprevistos pasan y la batería de mi móvil queda bajo mínimos, no tengo posibilidad de cargarlo y lo necesito operativo hasta llegar a casa. Parto de la base de que tengo el móvil optimizado ya con algunas opciones deshabilitadas porque no les saco partido y gastan batería. Así, por defecto uso el 4G por encima del 5G (que es más veloz pero gasta más batería) salvo para situaciones excepcionales como saturación de la red o tener que subir un vídeo grande a las redes estando fuera de casa, que la pantalla se apague a los 30 segundos y que no uso el modo Always On Display. Hay muchísimos ajustes que pueden cambiar para reducir el consumo de la batería, pero tampoco quiero dedicar cinco minutos a ello. La clave está en tener claro quién devora la batería y aquí hay varios sospechosos habituales: la pantalla, las conexiones, la ubicación y el uso. Estos son mis trucos para estirar una batería que está bajo mínimos En este escenario tengo claro que aguantar con el móvil encendido es prioritario por encima de otras funciones que ofrece el dispositivo y que, en una situación normal, disfrutaría. En cuanto veo que voy a andar justa lo primero que hago es ir a los ajustes rápidos y allí activar el modo de 'Ahorro de batería', incluso aunque todavía esté al 70% (hay teléfonos que incluso disponen de un modo ultra). Mejor prevenir que curar. Sin embargo, la batería sigue bajando y bajando y no sabes cuándo vas a necesitar el teléfono para un mensaje, una llamada o incluso consultar Google Maps para llegar a tu destino. Aquí mi primera gran medida de ahorro es activar el modo avión. ¿Que no voy a usar el móvil en media hora? Pues lo activo y así el teléfono ya no usa las conexiones inalámbricas (datos móviles, internet, Bluetooth). Sí, tampoco te sirve para orientarte con Google Maps o enviar o recibir WhatsApp, pero la premisa es no usarlo en un buen rato y luego conectarla puntualmente. Hay unas cuantas opciones que pueden cambiarse en la pantalla para que gaste menos energía, como bajar la tasa de refresco o activar el modo oscuro (o el tiempo de espera de la pantalla o el modo always on display que mencionaba antes). En este sentido, no está de más pasar por 'Ajustes' > 'Pantalla y ajustes táctiles' (la ruta es la misma en cualquier Android, aunque las opciones pueden cambiar) y meterle mano. No obstante, yo busco la simplicidad y lo que hago es tan sencillo como desmarcar el brillo adaptativo y bajar el brillo manualmente a lo mínimo que pueda ver, algo que hago desde los ajustes rápidos. Salvo que necesite la ubicación desesperadamente (cuando estoy de viaje), prescindir de ella es siempre una buena idea para rascar batería y además se hace en un abrir y cerrar de ojos: en 'Ajustes' > 'Ubicación' y allí desactivarla del tirón. Como decía más arriba, busco la simplicidad y poder revocar estos cambios después rápidamente. Eso sí, siempre se podría desactivar el permiso de todas las aplicaciones salvo la que estés usando, por ejemplo Google Maps. Finalmente están las notificaciones, algo que por un lado implica que el móvil se conecte a internet en busca de novedades, nos avise de diferentes formas y luego nosotras activemos el móvil para leerlas. Algunas puede que sean importantes, pero la mayoría no. Lo normal es que el modo de ahorro activado las notificaciones push se desactiven, pero yo corto por lo sano: en 'Ajustes' > 'Notificaciones' > 'Notificaciones de aplicaciones' ya tengo la mayoría desactivada, pero en este caso de emergencia lo reduciría a lo esencial. En Xataka Android | La batería de mi móvil dura muy poco: 17 consejos y trucos para ahorrar energía en Android Portada | Montaje con fotografía de Ricardo Aguilar y Ui icons created by Creatype - Flaticon - La noticia Modo supervivencia: así sobrevivo cuando estoy a menos del 10% y no tengo cargador fue publicada originalmente en Xataka Android por Eva Rodriguez de Luis .
Aunque intento evitarlo en la medida de lo posible cargando el teléfono a tope y llevándome mi power bank y el cargador, a veces los imprevistos pasan y la batería de mi móvil queda bajo mínimos, no tengo posibilidad de cargarlo y lo necesito operativo hasta llegar a casa.
Parto de la base de que tengo el móvil optimizado ya con algunas opciones deshabilitadas porque no les saco partido y gastan batería. Así, por defecto uso el 4G por encima del 5G (que es más veloz pero gasta más batería) salvo para situaciones excepcionales como saturación de la red o tener que subir un vídeo grande a las redes estando fuera de casa, que la pantalla se apague a los 30 segundos y que no uso el modo Always On Display.
Hay muchísimos ajustes que pueden cambiar para reducir el consumo de la batería, pero tampoco quiero dedicar cinco minutos a ello. La clave está en tener claro quién devora la batería y aquí hay varios sospechosos habituales: la pantalla, las conexiones, la ubicación y el uso.
Estos son mis trucos para estirar una batería que está bajo mínimos
En este escenario tengo claro que aguantar con el móvil encendido es prioritario por encima de otras funciones que ofrece el dispositivo y que, en una situación normal, disfrutaría. En cuanto veo que voy a andar justa lo primero que hago es ir a los ajustes rápidos y allí activar el modo de 'Ahorro de batería', incluso aunque todavía esté al 70% (hay teléfonos que incluso disponen de un modo ultra). Mejor prevenir que curar.
Sin embargo, la batería sigue bajando y bajando y no sabes cuándo vas a necesitar el teléfono para un mensaje, una llamada o incluso consultar Google Maps para llegar a tu destino. Aquí mi primera gran medida de ahorro es activar el modo avión. ¿Que no voy a usar el móvil en media hora? Pues lo activo y así el teléfono ya no usa las conexiones inalámbricas (datos móviles, internet, Bluetooth). Sí, tampoco te sirve para orientarte con Google Maps o enviar o recibir WhatsApp, pero la premisa es no usarlo en un buen rato y luego conectarla puntualmente.
Hay unas cuantas opciones que pueden cambiarse en la pantalla para que gaste menos energía, como bajar la tasa de refresco o activar el modo oscuro (o el tiempo de espera de la pantalla o el modo always on display que mencionaba antes). En este sentido, no está de más pasar por 'Ajustes' > 'Pantalla y ajustes táctiles' (la ruta es la misma en cualquier Android, aunque las opciones pueden cambiar) y meterle mano.
No obstante, yo busco la simplicidad y lo que hago es tan sencillo como desmarcar el brillo adaptativo y bajar el brillo manualmente a lo mínimo que pueda ver, algo que hago desde los ajustes rápidos.
Salvo que necesite la ubicación desesperadamente (cuando estoy de viaje), prescindir de ella es siempre una buena idea para rascar batería y además se hace en un abrir y cerrar de ojos: en 'Ajustes' > 'Ubicación' y allí desactivarla del tirón. Como decía más arriba, busco la simplicidad y poder revocar estos cambios después rápidamente. Eso sí, siempre se podría desactivar el permiso de todas las aplicaciones salvo la que estés usando, por ejemplo Google Maps.
Finalmente están las notificaciones, algo que por un lado implica que el móvil se conecte a internet en busca de novedades, nos avise de diferentes formas y luego nosotras activemos el móvil para leerlas. Algunas puede que sean importantes, pero la mayoría no. Lo normal es que el modo de ahorro activado las notificaciones push se desactiven, pero yo corto por lo sano: en 'Ajustes' > 'Notificaciones' > 'Notificaciones de aplicaciones' ya tengo la mayoría desactivada, pero en este caso de emergencia lo reduciría a lo esencial.
En Xataka Android | La batería de mi móvil dura muy poco: 17 consejos y trucos para ahorrar energía en Android
Portada | Montaje con fotografía de Ricardo Aguilar y Ui icons created by Creatype - Flaticon
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Eva Rodriguez de Luis
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