Modernidad líquida, las fronteras entre profesiones sanitarias y la reforma del Estatuto Marco
Opinión soledadvalle Jue, 13/03/2025 - 10:00 Profesión El sociólogo polaco-británico Zygmunt Bauman introdujo hace poco más de 20 años un concepto que ha ido abriéndose camino hasta instalarse como una de las metáforas favoritas de nuestra sociedad, el concepto de modernidad líquida o sociedad líquida, el cual conlleva la idea de que todo es fluido y cambiante, las normas culturales ya no son estables y duraderas, y las relaciones, las entidades y los valores pueden cambiar rápidamente. Del desarrollo de esta idea se derivan consecuencias como la percepción de una mayor libertad para las personas, un incremento de las posibilidades para los ciudadanos y la facilitación de cambios en las estructuras sociales.Al igual que en otras esferas de la sociedad, también en el ámbito de la medicina se observa el impacto de esta modernidad líquida que, bajo la perspectiva de una supuesta modernización, está modificando muchos de los elementos sustanciales de la profesión médica. Cambios en la relación médico-paciente, inestabilidad y precariedad laboral, creación de nuevos escenarios en la ética médica e incremento en las expectativas de los pacientes son algunas de las principales repercusiones que este nuevo concepto está generando en el ámbito médico.Además de los mencionados anteriormente, una de las consecuencias más relevantes que esta corriente de la modernidad líquida está teniendo en el campo médico es el intento de difuminar las fronteras externas de la medicina, favoreciendo el desarrollo de límites vagos de la labor que realiza el médico, así como una atenuación y falta de diferenciación del auténtico cuerpo doctrinal de la medicina. Las ambiguas definiciones empleadas recientemente sobre las áreas competenciales de los médicos, de otros profesionales sanitarios e incluso de los que no lo son se pueden enmarcar dentro de esa tendencia modernista de la medicina líquida, lo que puede poner en riesgo la salud de los pacientes y de la sociedad al erosionar el núcleo central de la atención sanitaria. Estatuto Marco: un no casi unánime de sindicatos, colegios de médicos y sociedades científicas, Estatuto Marco: Más de 20 años para una reforma que no convence al médico, Médicos de toda España protestan por el Estatuto Marco: "Mónica, dimite, el médico no te admite" El ejercicio de la medicina exige una formación rigurosa y un aprendizaje continuo a lo largo de años. Antes de poder ejercer el trabajo de médico, se Off José María Domínguez Roldán, presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC y especialista en Medicina Intensiva Profesión Off


El sociólogo polaco-británico Zygmunt Bauman introdujo hace poco más de 20 años un concepto que ha ido abriéndose camino hasta instalarse como una de las metáforas favoritas de nuestra sociedad, el concepto de modernidad líquida o sociedad líquida, el cual conlleva la idea de que todo es fluido y cambiante, las normas culturales ya no son estables y duraderas, y las relaciones, las entidades y los valores pueden cambiar rápidamente. Del desarrollo de esta idea se derivan consecuencias como la percepción de una mayor libertad para las personas, un incremento de las posibilidades para los ciudadanos y la facilitación de cambios en las estructuras sociales.
Al igual que en otras esferas de la sociedad, también en el ámbito de la medicina se observa el impacto de esta modernidad líquida que, bajo la perspectiva de una supuesta modernización, está modificando muchos de los elementos sustanciales de la profesión médica. Cambios en la relación médico-paciente, inestabilidad y precariedad laboral, creación de nuevos escenarios en la ética médica e incremento en las expectativas de los pacientes son algunas de las principales repercusiones que este nuevo concepto está generando en el ámbito médico.
Además de los mencionados anteriormente, una de las consecuencias más relevantes que esta corriente de la modernidad líquida está teniendo en el campo médico es el intento de difuminar las fronteras externas de la medicina, favoreciendo el desarrollo de límites vagos de la labor que realiza el médico, así como una atenuación y falta de diferenciación del auténtico cuerpo doctrinal de la medicina. Las ambiguas definiciones empleadas recientemente sobre las áreas competenciales de los médicos, de otros profesionales sanitarios e incluso de los que no lo son se pueden enmarcar dentro de esa tendencia modernista de la medicina líquida, lo que puede poner en riesgo la salud de los pacientes y de la sociedad al erosionar el núcleo central de la atención sanitaria.