"Mi hijo me ha dicho que no quiere vivir": una denuncia, tres partes de lesiones y un protocolo de acoso escolar en Arnedo
A lo largo de este curso escolar se han abierto en La Rioja 42 protocolos de acoso, uno de ellos en el colegio concertado Sagrado Corazón de Arnedo. Tamara ha denunciado el caso de su hijo ante la Guardia Civil Aparecen una muñeca negra hinchable colgada y una esvástica en un aula de un instituto de Santo Domingo de la Calzada A lo largo de este curso escolar se han abierto en La Rioja 42 protocolos de acoso escolar. Protocolos, explican desde el Ejecutivo regional, que se inician “por precaución, como medida preventiva y ante la mínima duda de que pueda haber un caso de acoso escolar, lo que no significa que todos sean casos de acoso escolar”. Uno de estos 42 protocolos se ha abierto en el colegio concertado Sagrado Corazón de Arnedo. Tamara es madre de un niño de 12 años que el pasado mes de septiembre comenzó a estudiar en este centro arnedano. Hasta entonces había cursado sus estudios en el colegio de Herce. “Las agresiones comenzaron prácticamente desde el principio de curso”. Y es que hasta la apertura del protocolo de acoso escolar este niño de doce años ha padecido insultos y agresiones físicas. “El 22 de abril estuve en una reunión en la que me confirmaron que se había abierto el protocolo aunque no sé en qué consiste”. La misma reunión en la que le trasladaron que su hijo “ya estaba bien y que no tenía ningún problema porque el profesorado había hablado con él”. Sin embargo, la realidad que vive este menor es bien distinta tal y como describe esta madre. “Esa misma noche mi hijo llorando me contó que seguían metiéndose con él, incluso me dijo que no quería vivir”. Estos días, Tamara ha decidido teletrabajar y quedarse en casa con su hijo. “He ido a la oficina a recoger mis cosas y quedarme con mi hijo, pero mañana tengo que ir a Logroño... qué hago”, se pregunta a la vez que cuestiona las medidas adoptadas por el centro. “¿En qué consiste este protocolo, en hablar una mañana con el niño y que por la noche se derrumbe de esta manera?”. Una denuncia y tres partes médicos Ante la inacción del centro Tamara interpuso una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Arnedo el pasado 9 de abril. “De septiembre a abril, el colegio no ha hecho nada aun siendo conscientes de lo que ocurría porque alguna profesora ha sido testigo de las agresiones. También acudí a Inspección Educativa del Gobierno de La Rioja y me dijeron que no iban a abrir ningún protocolo”. Fue entonces cuando se personó en la Guardia Civil: “fui a pedir socorro”. Un socorro en forma de denuncia en la que esta madre ha detallado el rosario de agresiones e insultos que ha padecido su hijo durante los últimos meses por diez niños de este centro. Todos ellos son menores de 12 años. La denuncia recoge que “un día en un descanso de clase, un compañero con el que apenas tenía relación le agrede y le sujeta del cuello estrangulándole contra la pared porque decía que le había insultado”. Agresión de la que “es testigo la tutora porque separa a los niños”. De hecho, esta profesora se puso en contacto con Tamara para explicarle lo ocurrido y le aseguró que “ya habían tomado medidas”. Desde esta agresión, prosigue la denuncia, “los compañeros se ríen habitualmente de mi hijo y le ridiculizan por las canciones que compone (es un niño muy creativo al que le gusta componer música)”. Insultos como “padre espátula, padre moco, desnutrido, payaso, gilipollas y me cago en tus muertos”, que aparecen recogidos en la denuncia. En noviembre de 2024, y durante el recreo, “estaban jugando a un juego, mi hijo se enfada con sus compañeros y tres de ellos le acorralan en las escaleras y le amenazan con pegarle a la salida del colegio, acto seguido le vuelven a acorralar contra la pared y le vuelven a amenazar”. Las clases finalizan y “mi hijo sale corriendo del colegio por miedo a que le peguen”. El 27 de marzo de 2025, tres compañeros le amenazaron con pegarle si no recibían a tiempo por WhatsApp un trabajo que les habían mandado en clase. “Como no les llegue en el cambio de clase el trabajo y suspendan por no haberlo presentado, le van a pegar”, recoge la denuncia. Ese mismo día “otro compañero, que no tiene nada que ver con estos tres que le exigían el trabajo, le agrede, le coge del cuello y le clava las uñas en el cuello y debajo del labio provocándole arañazos”. El 8 de abril, recibe patadas en el pie y en la espinilla. Este mismo día, “un compañero, sin mediar palabra, le propina un puñetazo en las costillas y en el abdomen. Le tiran al suelo. Le quitan las zapatillas y comienzan a pasárselas entre ellos a la vez que se ríen de él. La víctima se pone boca abajo y empieza a llorar a la vez que otro niño le baja los pantalones. Cuando se levanta, le tiran las zapatillas a la cabeza. Se da cuenta de que una estaba rota”. También de este incidente hay testigos porque “una profesora se pone en contacto con la madre para decirle que otra compañera lo ha visto

A lo largo de este curso escolar se han abierto en La Rioja 42 protocolos de acoso, uno de ellos en el colegio concertado Sagrado Corazón de Arnedo. Tamara ha denunciado el caso de su hijo ante la Guardia Civil
Aparecen una muñeca negra hinchable colgada y una esvástica en un aula de un instituto de Santo Domingo de la Calzada
A lo largo de este curso escolar se han abierto en La Rioja 42 protocolos de acoso escolar. Protocolos, explican desde el Ejecutivo regional, que se inician “por precaución, como medida preventiva y ante la mínima duda de que pueda haber un caso de acoso escolar, lo que no significa que todos sean casos de acoso escolar”. Uno de estos 42 protocolos se ha abierto en el colegio concertado Sagrado Corazón de Arnedo.
Tamara es madre de un niño de 12 años que el pasado mes de septiembre comenzó a estudiar en este centro arnedano. Hasta entonces había cursado sus estudios en el colegio de Herce. “Las agresiones comenzaron prácticamente desde el principio de curso”. Y es que hasta la apertura del protocolo de acoso escolar este niño de doce años ha padecido insultos y agresiones físicas. “El 22 de abril estuve en una reunión en la que me confirmaron que se había abierto el protocolo aunque no sé en qué consiste”.
La misma reunión en la que le trasladaron que su hijo “ya estaba bien y que no tenía ningún problema porque el profesorado había hablado con él”. Sin embargo, la realidad que vive este menor es bien distinta tal y como describe esta madre. “Esa misma noche mi hijo llorando me contó que seguían metiéndose con él, incluso me dijo que no quería vivir”. Estos días, Tamara ha decidido teletrabajar y quedarse en casa con su hijo. “He ido a la oficina a recoger mis cosas y quedarme con mi hijo, pero mañana tengo que ir a Logroño... qué hago”, se pregunta a la vez que cuestiona las medidas adoptadas por el centro. “¿En qué consiste este protocolo, en hablar una mañana con el niño y que por la noche se derrumbe de esta manera?”.
Una denuncia y tres partes médicos
Ante la inacción del centro Tamara interpuso una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Arnedo el pasado 9 de abril. “De septiembre a abril, el colegio no ha hecho nada aun siendo conscientes de lo que ocurría porque alguna profesora ha sido testigo de las agresiones. También acudí a Inspección Educativa del Gobierno de La Rioja y me dijeron que no iban a abrir ningún protocolo”. Fue entonces cuando se personó en la Guardia Civil: “fui a pedir socorro”. Un socorro en forma de denuncia en la que esta madre ha detallado el rosario de agresiones e insultos que ha padecido su hijo durante los últimos meses por diez niños de este centro. Todos ellos son menores de 12 años.
La denuncia recoge que “un día en un descanso de clase, un compañero con el que apenas tenía relación le agrede y le sujeta del cuello estrangulándole contra la pared porque decía que le había insultado”. Agresión de la que “es testigo la tutora porque separa a los niños”. De hecho, esta profesora se puso en contacto con Tamara para explicarle lo ocurrido y le aseguró que “ya habían tomado medidas”. Desde esta agresión, prosigue la denuncia, “los compañeros se ríen habitualmente de mi hijo y le ridiculizan por las canciones que compone (es un niño muy creativo al que le gusta componer música)”. Insultos como “padre espátula, padre moco, desnutrido, payaso, gilipollas y me cago en tus muertos”, que aparecen recogidos en la denuncia.
En noviembre de 2024, y durante el recreo, “estaban jugando a un juego, mi hijo se enfada con sus compañeros y tres de ellos le acorralan en las escaleras y le amenazan con pegarle a la salida del colegio, acto seguido le vuelven a acorralar contra la pared y le vuelven a amenazar”. Las clases finalizan y “mi hijo sale corriendo del colegio por miedo a que le peguen”.
El 27 de marzo de 2025, tres compañeros le amenazaron con pegarle si no recibían a tiempo por WhatsApp un trabajo que les habían mandado en clase. “Como no les llegue en el cambio de clase el trabajo y suspendan por no haberlo presentado, le van a pegar”, recoge la denuncia. Ese mismo día “otro compañero, que no tiene nada que ver con estos tres que le exigían el trabajo, le agrede, le coge del cuello y le clava las uñas en el cuello y debajo del labio provocándole arañazos”.
El 8 de abril, recibe patadas en el pie y en la espinilla. Este mismo día, “un compañero, sin mediar palabra, le propina un puñetazo en las costillas y en el abdomen. Le tiran al suelo. Le quitan las zapatillas y comienzan a pasárselas entre ellos a la vez que se ríen de él. La víctima se pone boca abajo y empieza a llorar a la vez que otro niño le baja los pantalones. Cuando se levanta, le tiran las zapatillas a la cabeza. Se da cuenta de que una estaba rota”. También de este incidente hay testigos porque “una profesora se pone en contacto con la madre para decirle que otra compañera lo ha visto todo”.
Testigos y partes médicos porque esta madre tiene hasta tres partes de lesiones del 4 de octubre de 2024, del 27 de marzo y del 8 de abril. Tres partes de lesiones que también han sido comunicados al Juzgado. “O denuncias tú o lo hago yo me llegó a decir la pediatra que salió llorando de la consulta tras escuchar lo que le había contado mi hijo”. El 9 abril esta madre acude al puesto de la Guardia Civil de Arnedo a “pedir socorro” y no es hasta el 22 de abril cuando se inicia el protocolo de acoso escolar.
Mi hijo era una persona autónoma y ya no quiere ir al colegio, le duele la barriga porque se siente amenazado, mucho más desde que se han enterado de que hemos denunciado, no se dan cuenta de que mi hijo está sufriendo
“Mi hijo era una persona autónoma y ya no quiere ir al colegio, le duele la barriga porque se siente amenazado, mucho más desde que se han enterado de que hemos denunciado, no se dan cuenta de que mi hijo está sufriendo”. Es más, cuenta que en clase, su hijo está más pendiente de lo que le dicen el resto de compañeros que del docente y de la clase en sí. “Como madre, creo que he hecho todo lo posible: denunciar y acudir a inspección educativa”, asegura esta madre con cierta impotencia a la que desde Inspección Educativa del Gobierno de La Rioja le están ofreciendo un cambio de centro. “Que se vayan los demás, el problema no lo tiene mi hijo, lo tienen los otros niños. ¿Por qué se tiene que ir mi hijo de este colegio?”.
Rioja2 se ha puesto en contacto con el centro Sagrado Corazón de Arnedo y desde el departamento de dirección no han querido hacer ninguna valoración.