Manuel Buendía hoy

Camionetas blindadas, paso preferencial a militares, la baja de la producción petrolera y la pugna con EU por el narcotráfico, hicieron recordar a Salvador Camarena la época de los ochenta de Manuel Buendía.

Feb 14, 2025 - 11:06
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Manuel Buendía hoy

Este jueves vi pasar un pequeño convoy por la avenida Ayuntamiento, rumbo a la zona de Gobernación. Una policía de tránsito daba preferencia a camionetas blindadas que eran seguidas por una unidad artillada de la Guardia Nacional. No eran ni las ocho am.

Sentí, como me pasa a menudo últimamente, que estamos en los años ochenta: en las noticias son tema un ranchote en el Ajusco, la baja de la producción petrolera y la pugna con Estados Unidos por el narcotráfico… De ahí a recordar a Manuel Buendía hay solo un paso.

“No se cegó nunca ni se alucinó con esas hipócritas llamadas para la unidad nacional”, dijo de Buendía un mes después de su asesinato el también periodista Francisco Martínez de la Vega: “la unidad nacional solo podrá ser una verdadera realidad en nuestro país cuando no tengamos esos abismos de diferencias en el nivel de vida, cuando no tengamos multitudes mendigas y minorías multimillonarias con lujo asiático”. (Personajes, Ed. Océano).

Martínez de la Vega habló así de Buendía —de quien destacaba “el sano nacionalismo” que lo inspiraba— en un homenaje en junio de 1984, escasos 30 días después de que en la avenida Insurgentes asesinaran al columnista de Red Privada.

Traigo a Buendía también a colación (declaro el conflicto de interés), porque el equipo que laboramos en “Escándalo Mexicano” justo estos días lanzamos el podcast sobre la ejecución hace casi cuarenta y un años de quien en su momento era el columnista más leído.

Poco después de ese homicidio que convulsionó al país, varios de sus amigos publicaron el libro Los días de Manuel Buendía (Ed. Océano). En ese volumen hay textos imperdibles. Por ejemplo, uno de Carlos Monsiváis.

Monsiváis tituló su capítulo como La lucha contra los poderes invisibles, y en él expone por qué el trabajo de Buendía era tan importante para las batallas de la sociedad de los ochenta. Y yo destaco el eco de esas palabras actualmente. Aquí unas líneas:

“Con arrojo y sin considerarse héroe por un instante, Manuel asumió la responsabilidad de todo un gremio, y eso lo hizo ejemplar e irrepetible. Repartir los riesgos es asegurar el crecimiento de la sociedad civil. Sus temas, sobre todo a partir de 1980, se fueron unificando. La corrupción gubernamental, sindical y de la iniciativa privada; el manejo del país como cocina de secretos; las intromisiones del imperialismo norteamericano; la irrisión que hace las veces de ‘discurso del poder’; la construcción criminal de un Estado alternativo a nombre de Dios, las tradiciones y la identidad religiosa del mexicano; los atropellos a los derechos civiles; el chauvinismo que se disfraza de ‘política de seguridad nacional’”.

“Si la nación nos concierne a todos, es imprescindible democratizar los datos y los conocimientos fundamentales sobre su desenvolvimiento. Lo anterior se traducía para Manuel en la desaparición del Misterio como recurso clave de la política y de la economía”.

“La desigualdad también se expresa a través de la desinformación (…) Él creía intensamente —y captar tal vehemencia es acercarse al sentido de su vida y de su muerte— en conceptos hoy resbaladizos por el abuso demagógico: la República, el patriotismo, la responsabilidad civil, el patrimonio social”.

“Lo exasperaba que un político desconociera su zona de trabajo específico y veía en la incompetencia un crimen de efectos comparables a los de la corrupción más drástica”.

“Su antiimperialismo era muy concreto y categórico. Históricamente, Estados Unidos ha sido el enemigo de México; hoy es la potencia que, para mejor saquearnos, maneja a discreción sus planes desestabilizadores”.

Camionetas blindadas, guaruras, paso preferencial… Vaya transformación política tan parecida a los ochenta.