Los principios de sostenibilidad que la naturaleza nos enseña

Del diseño a la alimentación, el mundo natural puede inspirar un consumo más equilibrado

Mar 1, 2025 - 05:02
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Los principios de sostenibilidad que la naturaleza nos enseña

Desde tiempos ancestrales, la naturaleza ha sido para el ser humano una fuente de conocimiento y de inagotable inspiración. La vigorosa exactitud de sus sistemas fue el paradigma con el cual se crearon soluciones técnicas a los numerosos desafíos de la civilización. Por ejemplo, en la pausada contemplación de la anatomía de los pájaros, Leonardo Da Vinci encontró una mentora que orientó los diseños de sus admirados ornitópteros. En los bocetos de estas aeronaves, el maestro renacentista emuló el movimiento de las alas batientes de las aves con la intención de replicar su capacidad de vuelo. Aunque Da Vinci nunca llegó a construirlas, su genio visionario convirtió estas máquinas voladoras en precursoras de la aviación moderna.

Hacia finales del siglo XX, la bióloga Janine Benyus sistematizó esta observación e imitación de la naturaleza y la transformó en una disciplina aplicable a diversas áreas, como la ingeniería y la arquitectura. Tras la publicación de su libro Biomimicry: Innovation Inspired by Nature, esta disciplina recibió el nombre de biomímesis.

El diseño biomimético evita el agotamiento de los recursos

Inspirada en los sistemas biológicos, la biomímesis promueve un modelo eficiente y resiliente. Se distancia de la lógica extractivista imperante y aspira a establecer relaciones más éticas con la tierra, procurando su equilibrio y regeneración. Desde esta perspectiva, cada elemento utilizado en un diseño biomimético desempeña un papel fundamental dentro de un ciclo continuo y virtuoso, donde lo que se toma del ambiente circundante se reintegra de manera armónica, sin generar residuos ni agotamiento de los recursos.

Esta disciplina también propone otros principios rectores aprendidos de la naturaleza, acaso, los más reveladores: la cooperación en lugar de la competencia destructiva y la diversidad como fortaleza. En los diversos ecosistemas, ninguna especie arrasa con otra. Con instintivo respeto, cada organismo obtiene solo lo necesario para su supervivencia. Su propia existencia depende del equilibrio general, en consecuencia, de la existencia del otro: la cadena trófica no es un campo de batalla y destrucción, sino un entramado de interdependencias que garantiza la continuidad de la vida.

El acto de cocinar puede convertirse en un gesto político y poético

Nuestro actual sistema alimentario desconoce cada uno de estos principios sostenibles, convirtiéndose en uno de los grandes causantes de la crisis ambiental. Depredamos o cultivamos especies que apreciamos culinariamente, mientras menospreciamos hasta la extinción a muchas otras, atentando contra la biodiversidad, su balance y, por ende, contra nuestra propia existencia.

Esta impertinencia hunde sus raíces en una visión cultural única que ha desplazado otros saberes y visiones del mundo, aquellos arraigados a sus territorios, trayectorias históricas y tradiciones. Esta competencia entre culturas, desleal y destructiva, atenta contra la diversidad misma que las enriquece. Sin esa pluralidad de miradas y sus particulares aproximaciones a la naturaleza, corremos el riesgo de hundirnos en la monocultura de la extracción insensible, del consumo impasible y de la cruel contaminación.

En este contexto, recuperar productos marginados por la industria, rescatar técnicas y sabores ancestrales, y educar a los comensales en el potencial culinario de alimentos poco explorados permitiría diseñar formas alternativas de producción y consumo, minimizando nuestra injerencia negativa en el planeta y haciendo frente al acuciante cambio climático, que redefinirá para siempre nuestra manera de relacionarnos con la comida. Siguiendo este camino, el acto de cocinar se convierte en un aguerrido gesto político y poético, permitiendo la creación de un microcosmos de sabores donde, en la pacífica convivencia de múltiples cosmovisiones, se celebra la diversidad culinaria al tiempo que se contribuye activamente a la regeneración de la biodiversidad. ß

Magíster en Arte y Cultura Contemporánea