Los perros, aliados para entender el impacto humano en el planeta
La mayoría de los perros del mundo son callejeros, pero están infrarrepresentados en las investigaciones caninas.

Desde hace aproximadamente 30.000 años, los perros han estado estrechamente ligados al ser humano y esta relación milenaria ha moldeado su comportamiento y biología, convirtiéndolos en mucho más que simples animales de compañía. Un reciente estudio, fruto de la colaboración entre Christina Hansen Wheat, del Departamento de Zoología de la Universidad de Estocolmo, y Clive D. L. Wynne, del Canine Science Collaboratory de la Universidad Estatal de Arizona, revela que estos animales, especialmente aquellos que son callejeros, podrían ser una herramienta de gran valor para comprender cómo las actividades humanas están transformando el planeta, un periodo conocido como Antropoceno.
La investigación plantea un cambio de perspectiva: los perros no deben verse únicamente como mascotas, sino también como modelos biológicos capaces de ofrecer información valiosa sobre la adaptación de las especies a los entornos alterados por la actividad humana. Su presencia en casi todos los rincones del mundo, su diversidad ecológica y su capacidad para convivir con las personas los convierten en una herramienta única para estudiar los efectos de urbanizar entornos, la crisis climática y otras presiones antropogénicas.
Más allá de ser 'el mejor amigo del hombre'
En los países occidentales estamos acostumbrados a pensar en los perros como animales domésticos con un hogar estable, pero esta imagen dista mucho de la realidad global. De los cerca de mil millones de perros que existen en el mundo, solo dos de cada diez viven como animales de compañía. El resto —80%— son perros callejeros y sin un titular responsable que deambulan por calles, aldeas y campos, sobreviviendo gracias a su ingenio y a la proximidad de los humanos.
Esta población de perros, a menudo ignorada en los estudios científicos, resulta especialmente valiosa para entender cómo las especies pueden adaptarse a los entornos dominados por el ser humano. Los perros poseen una historia evolutiva única al ser los primeros animales domesticados, descendientes de lobos que se acercaron a los asentamientos humanos hace miles de años e iniciando una relación simbiótica que persiste hasta hoy. Esta larga convivencia ha permitido que desarrollen una asombrosa capacidad para moverse entre lo salvaje y lo humano, adaptándose a diferentes entornos y grados de intervención humana.
Su distribución global amplía aún más su potencial como modelo de estudio. Los perros están presentes en ciudades densamente pobladas, en zonas rurales e incluso en entornos remotos, expuestos a condiciones climáticas y sociales muy diversas. Esta variedad les obliga a adoptar estrategias de supervivencia distintas: algunos dependen casi por completo de los recursos que proporcionan los humanos , como los que merodean por los vertederos, mientras que otros han aprendido a cazar pequeños animales o a desplazarse grandes distancias en busca de alimento.
Además, los perros son una de las especies mejor estudiadas genéticamente. Contamos con abundante información sobre sus genes, lo que permite rastrear su historia evolutiva y analizar cómo se han adaptado a diferentes entornos.
Qué podemos aprender de los perros
Al observar a los perros callejeros y su comportamiento en distintos lugares del mundo, los científicos pueden extraer valiosas lecturas sobre cómo las especies se adaptan a los entornos urbanos y rurales, cada vez más modificados por la actividad humana. Por ejemplo, los estudios muestran que los perros pueden organizarse en grupos sociales estables, a menudo formados por miembros de la misma familia, donde la cooperación juega un papel clave en la supervivencia. Estos grupos pueden presentar estructuras jerárquicas o dinámicas más igualitarias, dependiendo del entorno y la disponibilidad de recursos.
En cuanto a su reproducción, los perros callejeros muestran una gran flexibilidad. Algunos adoptan sistemas monógamos, mientras que otros son polígamos, adaptando su comportamiento reproductivo según las condiciones del entorno. Gracias a esta capacidad de ajustar sus estrategias, pueden prosperar en hábitats tan dispares como los barrios de una ciudad superpoblada o en áreas rurales aisladas.
La manera en que los perros exploran y utilizan su territorio también revela información sobre su adaptación. En las ciudades, su área de acción puede reducirse a unas pocas calles, mientras que en las zonas rurales pueden recorrer muchos kilómetros en busca de alimento. Factores como la densidad de población humana, la competencia con otros perros y la presencia de amenazas condicionan sus desplazamientos y patrones de actividad. En su búsqueda de alimento, los perros demuestran ser oportunistas por naturaleza, donde algunos se especializan en buscar restos en la basura mientras que otros dependen de la generosidad humana o recurren a la caza ocasional.
Por último, su comportamiento hacia los humanos varía según la relación que establezcan con su entorno. En áreas urbanas, donde el contacto con las personas es frecuente, tienden a ser más sociables y buscan la cercanía humana para obtener comida o refugio. En cambio, en zonas rurales o donde son perseguidos, desarrollan actitudes más evasivas y desconfían del contacto directo.
Para los autores de este estudio, los perros, más allá de su papel como compañeros de convivencia, nos ofrecen pistas esenciales para comprender cómo la fauna se adapta a la presión y los cambios provocados por el ser humano. Y al hacerlo, también nos invitan a reflexionar sobre nuestra responsabilidad en la conservación del planeta y el trato que dispensamos al resto de especies.
Referencias:
- Variation in reproductive traits of members of the genus Canis with special attention to the domestic dog (Canis familiaris). Kathryn Lord et al. Behavioural Processes (2013)
- The unfulfilled potential of dogs in studying behavioural ecology and evolution during the Anthropocene. Christina Hansen Wheat y Clive D. L. Wynne. Animal Behaviour (2025)