Los Bálticos avisan al sur de Europa: no pueden cargar con todo el peso del respaldo a Ucrania y del refuerzo europeo de Defensa

Polonia, Letonia, Estonia y Lituania son los países que sienten más cerca la amenaza de la Rusia de Putin.

Mar 19, 2025 - 07:48
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Los Bálticos avisan al sur de Europa: no pueden cargar con todo el peso del respaldo a Ucrania y del refuerzo europeo de Defensa

Polonia, Letonia, Estonia y Lituania son los países que sienten más cerca la amenaza de la Rusia de Putin y por tanto uno e los respaldos principales para Ucrania desde el inicio de la invasión. "No podemos hacer más de lo que estamos haciendo", reiteraron sus ministros de Exteriores desde Bruselas este lunes, dejando claro que el resto de la UE tiene que igualar ese esfuerzo en un momento en el que se sigue negociaciando un nuevo paquete de ayuda urgente a Kiev: el plan Kallas, así se llama, prevé dotar a las tropas de Volodimir Zelenski de material por valor de 40.000 millones de euros, con la idea de aportaciones voluntarias de los Estados miembros en función de su PIB. España todavía no quiere "hablar de repartos", pero los Bálticos presionan para que todos asuman su cuota.

De momento, Estonia ha comprometido un 3,5% de su PIB en ayuda a Ucrania, lo que la sitúa como el país que más ha contribuido en relación a su economía, según datos del Instituto Kiel actualizados a enero de 2025. En términos absolutos, Estonia ha anunciado una ayuda de defensa a Ucrania por más de 100 millones de euros para el año 2024, en virtud de un acuerdo de cooperación en materia de seguridad y apoyo a largo plazo. Este compromiso incluye la provisión de artillería, sistemas de misiles antitanque y vehículos aéreos no tripulados, entre otros equipos militares.

Por su parte, Lituania ha proporcionado ayuda militar a Ucrania por un total de 454 millones de euros hasta septiembre de 2024. Además, Letonia ha acordado entregar ayuda militar anual equivalente al 0,25% de su PIB, reforzando su apoyo continuo a Ucrania.

Los países no quedan por delante de otros socios como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido, pero Polonia sí que sostiene a Kiev en la medida de lo posible: hasta julio de 2023, el gobierno polaco había entregado equipos militares por un valor total de 3.000 millones de euros. Además, hasta noviembre de 2024, Varsovia ha proporcionado ayuda militar a Ucrania por valor de 3.230 millones de euros. Esta ayuda incluye la donación de aproximadamente 1.000 equipos pesados, entre ellos más de 350 tanques, y representa el 4,91% del PIB el país.

Para los Bálticos, con todo, no se trata solo de una cuestión de ayuda a Kiev, sino de la seguridad propia, de ahí que sean también el bloque de países que más están empujando para que salgan adelante los planes de Defensa de la Unión Europea para los próximos años. "La seguridad es extremadamente importante en el día a día de todos los europeos. Permítanme decirles esto: si creemos que un cambio de presidencia o de administración en Estados Unidos es un salto a lo desconocido, recuerden esto: Europa nunca ha tenido miedo de saltar a lo desconocido", resumió hace algunas semanas precisamente el primer ministro polaco, Donald Tusk. "Podemos ser competitivos, no solamente en la economía, también en la política".

Ha sido además una de las voces, pero no la única, que ha reclamado al resto de socios un esfuerzo importante para aumentar la inversión en Defensa. "Tenemos que volver a creer en nuestro poder. El potencial es un hecho. Somos fuertes, estamos a la altura de las mayores potencias del mundo", les dijo el primer ministro polaco a los grupos políticos del Parlamento Europeo en Estrasburgo; y es, al mismo tiempo, una cuestión de números. "Algunos piensan que es extravagante o que es una advertencia brutal o malintencionada cuando decimos que debemos gastar hasta el 5% del PIB en nuestra seguridad. Me gustaría decirles que este es un momento en el que Europa no puede permitirse ahorrar en seguridad. Hablo como primer ministro de un país que ya gasta casi el 5% en su seguridad", sostuvo. De hecho, Polonia es el único aliado cerca de esa marca, que es la que pide ahora Donald Trump a los países europeos.

"Estamos gastando el 5% no solo en nuestra propia seguridad, sino también en la seguridad de toda Europa, porque da la casualidad de que es Polonia la que tiene una frontera tan larga con Rusia y Bielorrusia, y la amistosa con Ucrania, pero una frontera de guerra en cierto modo en este momento", avisó, antes de recalcar que "si Europa quiere sobrevivir, necesita armarse" y no es algo que haya elegido ella misma: el mundo la ha llevado a ello.

Los Bálticos hablan de necesidad -casi de urgencia- y otros países se refieren a la solidaridad. Es el caso de España. "Solo Europa querrá cuidar de Europa", apunto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al tiempo que pide dar dar "pasos decididos" para poder garantizar la seguridad europea. Sánchez cree que España no tendrá un "ataque físico" como los países bálticos y nórdicos, entre ellos Finlandia, que comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, por lo que estas regiones necesitan "solidaridad" y piso como ejemplo cómo los Bálticos y los Nórdicos apoyaron al sur de Europa cuando era la parte más afectada por la pandemia de Covid.

Pero esa solidaridad tiene que demostrarse con datos, y de momento España quiere pisar sobre seguro. El conocido como 'plan Kallas' todavía sigue en fase de debate, y hay países ya poniendo sus límites, entre ellos España. La base serían unos 40.000 millones de euros en total, con aportaciones voluntarias de los países, en función de su PIB, por lo que a España le corresponderían unos 3.000 millones de euros (en torno a un 8%). En cambio, el ministro Albares ha matizado que el Gobierno "no ha necesitado una propuesta de la Alta Representante para comprometer mil millones de euros para este año como ya lo hemos hecho en años anteriores, por lo tanto España va por delante en ese sentido y dando el ejemplo".

Por lo tanto, a ojos el Ejecutivo en concreto faltarían otros 2.000 millones, pero no se asegura nada. En este sentido, se ha referido a los 1.000 millones de apoyo bilateral, y aseguró que "no hay un reparto" sobre ese gran fondo, aunque la Alta Representante, Kaja Kallas, sostuvo que el bloque está trabajando "sin prisa pero sin pausa" para apuntalar de manera concreta ese nuevo respaldo a Kiev.