Las tres mejores rutas en tren para unas vacaciones de invierno por Europa

Puede que muchos en España ya estén pensando en su destino de las próximas vacaciones de verano, pero eso no significa que se deba esperar hasta la temporada estival para poder tomarse unos días de descanso y conocer parajes impresionantes de Europa. Aunque el final del invierno y la llegada de la primavera puedan parecer una época un tanto extraña para hacer una escapada, lo cierto es que hay una opción magnífica para realizar un viaje en esas fechas, que es hacer una increíble ruta en tren.

En el 'Viejo Continente' se pueden encontrar algunos de los itinerarios ferroviarios más impresionantes del mundo, ya que desde los propios vagones se tienen unas vistas panorámicas asombrosas y además hacen parada en ciudades espectaculares. 'The Guardian' ha elaborado una lista con tres de estas rutas increíbles que se pueden hacer al final de la temporada invernal y que permiten a los pasajeros visitar lugares preciosos en otros países, desde Alemania a Francia.

Una ruta por los ríos Mosela y Rin (Alemania)

La ciudad de Trier es una de las grandes desconocidas de Alemania, a menudo eclipsada por las grandes metrópolis germanas como Berlín, Hamburgo o Múnich. Esta urbe atravesada por el río Mosela fue la primera gran población del país y fue fundada por el propio emperador Augusto, por lo que a lo largo de los siglos ha ido aglutinando un sinfín de maravillas arquitectónicas en su casco histórico que la han convertido en una de las más especiales de toda Europa.

Desde la urbe se puede comenzar un recorrido fascinante a orillas del Rin, ya que a través de una ruta que discurre por pueblos ubicados junto al gran afluente de Europa central se pueden conocer lugares tan increíbles, como las ciudades de Koblenz o Königswinter, tal y como recomienda el medio británico. Este itinerario es uno de los más infravalorados, pero también uno de los más increíbles que se pueden hacer en el continente.

De Viena a Trieste por los Alpes

Viena es una de las ciudades más apasionantes de toda Europa, y es que en la capital de Austria se pueden ver algunas de las joyas palaciegas más impresionantes del mundo. Además, desde la 'Ciudad de la Música', se puede coger un tren hasta la urbe de Trieste, en Italia, en un trayecto de unas nueve horas que atraviesa los Alpes y algunos parajes que se quedan grabados en la retina para siempre.

En el trayecto se pasa por el Ferrocarril de Semmering, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, así como por ciudades tan majestuosas como Graz o Liubliana, todo ello con las maravillosas vistas de los Alpes desde la ventana en el primer tramo de la ruta, para después quedarse perplejo con los parajes impresionantes que hay cerca del mar Adriático. Desde luego, es un viaje en tren ideal para contemplar bellos entornos naturales e increíbles urbes.

Un recorrido por la Francia provinciana

La tercera ruta ferroviaria que recomienda 'The Guardian' explora el interior de Francia. Desde la propia ciudad de París se puede tomar un tren hasta la cercana urbe de Chartres (está a solo 90 kilómetros), donde podrás contemplar pintorescas estampas y magníficos edificios medievales, para al día siguiente adentrarse en el Valle del Loira, donde además de sus extraordinarios castillos, también hay impresionantes poblaciones desconocidas para muchos.

Desde ciudades más grandes como Le Mans y Angers hasta pueblos más pequeños como Saumur, en esta región francesa las maravillas tanto arquitectónicas como naturales copan todo el entorno. Por ello, recorrer el Valle del Loira en tren es una magnífica alternativa a coger un coche de alquiler, ya que así se descubrirán fascinantes joyas que de otra manera quedarían escondidas.

Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por España y por el mundo