Se cree que solo los perros pueden cumplir el rol de guardián de una casa y de su familia, pero los gatos también pueden desempeñar esta función. Aunque suelen ser asociados con independencia y misterio, diversos estudios demuestran que los felinos también pueden ser grandes protectores del hogar.

Desde tiempos antiguos, los gatos son considerados criaturas mágicas con habilidades sobrenaturales. En el Antiguo Egipto, se les atribuía la capacidad de ahuyentar malos espíritus y energías negativas. En Japón, el Maneki-neko, la figura felina con una pata levantada en un gesto de señas, simboliza la buena suerte y la protección. Incluso en la Edad Media, aunque algunos los vinculaban con la brujería, otros creían que eran guardianes del hogar, capaces de percibir presencias extrañas y actuar en consecuencia.

Lejos de ser solo una creencia popular, un estudio publicado en Animal Cognition reveló que los gatos pueden desempeñar un rol protector. Los científicos encontraron que estos animales son capaces de reconocer cambios en el tono de voz y la expresión facial de sus dueños, por lo que reaccionan de manera protectora en situaciones de estrés o peligro.

Es que los gatos poseen sentidos altamente desarrollados que los convierten en detectores naturales de cambios en el ambiente. Su agudo oído les permite captar frecuencias sonoras imperceptibles para los humanos, lo que les da ventaja al detectar movimientos a la distancia. Un olor desconocido o la presencia de una persona extraña pueden activar su instinto protector. Incluso hay evidencias de que reaccionan a variaciones en la presión del aire y a energías negativas, lo que los hace alertas ante eventos inusuales.

Algunas conductas pueden ser clave para entender cuando el gato está en modo protector. Si se coloca entre su dueño y un desconocido, eriza el pelo o mantiene una posición de alerta, es posible que actúe como guardián. Otros signos incluyen gruñidos, bufidos o maullidos inusuales cuando percibe algo extraño. Además, algunos gatos pueden volverse más apegados en momentos de tensión o posicionarse estratégicamente en puertas y ventanas para vigilar. La clave está en observar si estos comportamientos se repiten ante ciertos estímulos o situaciones de posible peligro.

¿Por qué los gatos desarrollan este comportamiento?

El instinto protector de los gatos está vinculado a su naturaleza territorial. Una vez que consideran a su dueño como parte de su entorno seguro, tienden a protegerlo de posibles amenazas. Este comportamiento tiene sus raíces en su instinto de supervivencia y en su aguda percepción del ambiente.

Para fomentar esta actitud protectora, es fundamental establecer rutinas estables que le proporcionen seguridad al gato y le permitan detectar cualquier cambio en su entorno. Jugar regularmente con él fortalece la confianza y la conexión. Asimismo, el refuerzo positivo, como caricias y premios, fomenta su comportamiento protector.

Y el poder de los gatos en torno al cuidado de sus dueños no termina allí. Más allá de su rol como guardianes del hogar, según un artículo de WebMD, existen varios reportes de gatos que pudieron detectar cambios en la salud de sus dueños antes de que fueran diagnosticados. Se sugiere que pueden percibir ataques epilépticos inminentes, cambios en los niveles de azúcar en sangre en personas diabéticas e incluso signos tempranos de enfermedades como el cáncer a través del olfato.

Las diez razas de gatos más protectoras

Si bien todos los gatos pueden desarrollar comportamientos protectores, según el sitio Catster, algunas razas muestran un instinto más pronunciado:

• Manx: Conocido por su lealtad y comportamiento similar al de un perro. No tiene cola y es un excelente guardián del hogar.
• Burmés: Sociable e inteligente, desarrolla un fuerte vínculo con su dueño y puede mostrar comportamientos protectores.
• Abisinio: Curioso y activo, sigue a su dueño por toda la casa y es muy perceptivo a los cambios en el entorno.
• Cymric: Protector y territorial, puede gruñir como un perro y no tolera invasiones a su espacio personal.
• Mau Egipcio: Fuerte y audaz, desconfía de los extraños y puede reaccionar con agresividad ante intrusos.
• Bengalí: Híbrido entre gato doméstico y leopardo asiático, es muy alerta y territorial.
• Korat: Sensible y posesivo, puede mostrar agresividad ante ruidos fuertes y desconocidos.
• Angora Turco: Inteligente y juguetón, protector con su familia pero sociable con extraños.
• Ragdoll: Afectuoso y leal, aunque no es el mejor guardián, puede ser muy protector con su dueño.
• Maine Coon: De gran tamaño y carácter afable, es un excelente compañero y muy perceptivo a su entorno.