La tenista que sacrificó su carrera para que sus compañeras fueran madres sin perderlo todo

Victoria Azárenka pasó de ser número uno a tener que comenzar de cero en el tenis tras quedarse embarazada

Mar 13, 2025 - 17:39
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La tenista que sacrificó su carrera para que sus compañeras fueran madres sin perderlo todo

La baja por maternidad en el tenis femenino ya es una realidad. Y la persona que ha liderado esta pionera iniciativa fue una de las tenistas más top a principios de la pasada década: Victoria Azárenka, la exnúmero uno mundial que perdió su estatus y posición en el circuito por querer ser madre.

En 2012, la tenista alcanzó la gloria de su deporte. Se convirtió en la primera bielorrusa en ganar un Grand Slam en individuales, tras una intensa final contra María Sharapova en el Abierto de Australia. Llegó a ser la número uno durante más de cincuenta semanas y también brilló en los JJOO de Londres con dos medallas, alcanzando la gloria por primera vez para su país en el tenis en una cita olímpica.

Sin embargo, en 2016 cumplió uno de sus sueños y su carrera se detuvo completamente. Azárenka se convirtió en madre a finales de ese año y, además de la batalla legal que libró con el padre de su hijo por la custodia, se le hizo imposible volver a la élite del alto rendimiento sin facilidades que le permitiesen vivir del deporte y cuidar de su familia.

A la tenista no le quedó más remedio que comenzar desde cero. Pero, ¿por qué? Por la normativa vigente hasta el 2018 en la que se recogía que toda persona que no disputase partidos perdería los puntos acumulados. Por consecuencia, bajaría del ránking de la WTA, que es lo que te permite jugar determinados torneos importantes y así sumar más puntos para subir en el top. Además, no tenían derecho a una remuneración económica ni ningún tipo de ayuda para poder compaginar su carrera profesional con la familiar. Hasta ahora.

Victoria Azárenka tuvo claro que no permitiría que ninguna compañera suya del circuito de tenis reviviese la dura experiencia que ella vivió en primera persona. Ella iba a abogar porque su deporte fuese cada vez más inclusivo con las futuras madres y lo iba a lograr desde dentro. Por ello, comenzó a diseñar un plan detallado y, tras muchos años de lucha, se acaba de aprobar el primer acuerdo de baja por maternidad en el tenis.

"Este hito marca el comienzo de un cambio trascendental sobre cómo apoyamos a las mujeres en el tenis, trabajando para hacer más fácil a las atletas para que compaginen su carrera y sus aspiraciones de crear una familia", comentó la jugadora tras la entrada en vigor del proyecto.

También ha recalcado esa especie de legado que dejarán para las futuras deportistas: "Crear programas de garantía como este acuerdo ha sido desde siempre un objetivo personal para mí, y estoy entusiasmada por ver el impacto duradero que tendrá para las próximas generaciones de tenistas que vendrán".

Avances necesarios sobre la maternidad en el deporte

Esta iniciativa, ideada por el Consejo de Jugadoras de la WTA, es histórica para todo el deporte femenino, ya que nunca antes se había dado ofrecido a las atletas autónomas un conjunto integral de beneficios para la maternidad. Denominado como nuevo Fondo de Maternidad FIP WTA (gracias al apoyo del Fondo de Inversión Público de Arabia Saudí), brindará a las jugadoras elegibles un pago de hasta doce meses y acceso a tratamientos de fertilidad, facilitando la posibilidad de formar o ampliar sus familias.

Todas estas medidas se suman a la iniciativa vigente desde 2018 que permite a las mujeres que paran su carrera por el embarazo, volver al circuito con una especie de ránking protegido, en el que se realiza una media de cómo estaba situada antes de la maternidad y da la posibilidad de disputar doce torneos en un período de tres años. Sin embargo, al igual que la compensación que tienen los tenistas lesionados, les excluye la posibilidad de ser cabeza de serie y la protección acabará una vez hayan disputado ese número de competiciones.