La reapertura de la línea del Canfranc: un tren en marcha con frenos políticos

La renovación de la línea ferroviaria, congelada desde 1970, y la rehabilitación de la estación han sido objeto de avances significativos y también de tensiones políticas entre PP y PSOE, con el horizonte de su puesta en funcionamiento más allá de 2030Varapalo de la Cámara de Cuentas de Aragón a las obras en la Estación de Canfranc, con un sobrecoste de 11 millones La Estación Internacional de Canfranc, en la frontera entre Aragón y Francia, es un símbolo histórico y cultural y un punto estratégico en las comunicaciones transpirenaicas entre España y Francia. Inaugurada en 1928, su historia está marcada por momentos de esplendor, decadencia y una lucha constante por su recuperación. En las últimas décadas, la reapertura de la línea ferroviaria y la rehabilitación de la estación han sido objeto de avances significativos y también de tensiones políticas entre ambos países y también entre PP y PSOE, con el horizonte de su puesta en funcionamiento más allá de 2030. Para entender los acontecimientos recientes es necesario retroceder en el tiempo. La estación de Canfranc dejó de operar como conexión internacional en 1970, tras el derrumbe del puente de L’Estanguet en el lado francés, lo que marcó el inicio de un largo periodo de abandono. Durante las décadas de 1980 y 1990 surgieron movimientos ciudadanos y asociaciones como la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco), que abogaron por la recuperación de la línea. Sin embargo, no fue hasta principios de los 2000 cuando las administraciones comenzaron a tomar medidas concretas. La Crefco y su homóloga francesa, la Creloc (Comité para la Reapertura de la Línea Olorón-Canfranc), se reunieron el pasado 6 de marzo con altos cargos del ejecutivo galo en un encuentro definido por la Crefco como “decepcionante”. El portavoz, Benjamín Casanova, señala que “no conseguimos un compromiso firme para la reapertura por parte de los políticos del gobierno francés. Si el Canfranc no se reabre, será por decisiones políticas erróneas y desafortunadas, alejadas de la realidad objetiva de una línea ferroviaria internacional más que útil para Europa. Hace falta que se imponga la lógica y la razón a la mala política”. Durante la primera década del siglo XXI, tanto España como Francia mostraron interés en reabrir la línea ferroviaria Pau-Canfranc-Zaragoza. Se llevaron a cabo estudios preliminares y se iniciaron trabajos de rehabilitación en algunos tramos, con énfasis en el lado español. En 2002, la estación fue declarada Bien de Interés Cultural, un paso clave para su preservación, y en 2003 se creó el Consorcio Canfranc 2000, integrado por el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Canfranc y Renfe, con el objetivo de revitalizar el entorno. Sin embargo, la falta de acuerdos firmes y la complejidad técnica del proyecto ralentizaron su avance. Un hito se dio en junio de 2016, cuando Francia reabrió el tramo ferroviario entre Bedous y Oloron-Sainte-Marie. En 2018, comenzaron las obras de rehabilitación de la histórica estación de Canfranc. El proyecto, con una inversión de 40 millones de euros, abarcó la renovación de 200.000 metros cuadrados de edificios ferroviarios, hangares y almacenes. El objetivo era no solo recuperar la funcionalidad ferroviaria, sino también convertir la estación en un atractivo turístico de primer orden. El 15 de abril de 2021, tras 40 años de inactividad, la estación de Canfranc fue reinaugurada. La nueva estación, construida a partir de los antiguos hangares españoles y franceses, comenzó a dar servicio a la línea de Zaragoza y se proyectó como una futura parada esencial en la línea Pau-Zaragoza. El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, acudió al evento junto al presidente aragonés en aquel periodo, Javier Lambán, para reflejar la colaboración entre administraciones. El PP aragonés, entonces en la oposición, señaló que los plazos para la reapertura total de la línea -prevista inicialmente para 2025- eran “poco realistas” y acusó al PSOE de “vender humo”. En enero de 2023, resurgieron las tensiones políticas relacionadas con la inversión pública destinada a la rehabilitación de la estación y su conversión en un hotel de cinco estrellas. El líder del PP en Aragón y ahora presidente aragonés, Jorge Azcón, criticó la inversión, calificándola de “pelotazo” y cuestionando el uso de fondos públicos para este fin. Azcón expresó: “¿Qué pasaría si algún partido del centro derecha inaugurara un hotel de 5 estrellas en Canfranc pagado con dinero público como ha hecho la izquierda del Gobierno de Aragón?”. El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez (PSOE), respondió enérgicamente a estas acusaciones, asegurando que Azcón mentía sobre el monto invertido y defendiendo la relevancia del proyecto para la región. Sánchez destacó que los 32 millones de euros mencionados por el PP correspondían al conjunto del proyecto, que incluía la rea

Mar 11, 2025 - 07:13
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La reapertura de la línea del Canfranc: un tren en marcha con frenos políticos

La reapertura de la línea del Canfranc: un tren en marcha con frenos políticos

La renovación de la línea ferroviaria, congelada desde 1970, y la rehabilitación de la estación han sido objeto de avances significativos y también de tensiones políticas entre PP y PSOE, con el horizonte de su puesta en funcionamiento más allá de 2030

Varapalo de la Cámara de Cuentas de Aragón a las obras en la Estación de Canfranc, con un sobrecoste de 11 millones

La Estación Internacional de Canfranc, en la frontera entre Aragón y Francia, es un símbolo histórico y cultural y un punto estratégico en las comunicaciones transpirenaicas entre España y Francia. Inaugurada en 1928, su historia está marcada por momentos de esplendor, decadencia y una lucha constante por su recuperación. En las últimas décadas, la reapertura de la línea ferroviaria y la rehabilitación de la estación han sido objeto de avances significativos y también de tensiones políticas entre ambos países y también entre PP y PSOE, con el horizonte de su puesta en funcionamiento más allá de 2030.

Para entender los acontecimientos recientes es necesario retroceder en el tiempo. La estación de Canfranc dejó de operar como conexión internacional en 1970, tras el derrumbe del puente de L’Estanguet en el lado francés, lo que marcó el inicio de un largo periodo de abandono. Durante las décadas de 1980 y 1990 surgieron movimientos ciudadanos y asociaciones como la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco), que abogaron por la recuperación de la línea. Sin embargo, no fue hasta principios de los 2000 cuando las administraciones comenzaron a tomar medidas concretas.

La Crefco y su homóloga francesa, la Creloc (Comité para la Reapertura de la Línea Olorón-Canfranc), se reunieron el pasado 6 de marzo con altos cargos del ejecutivo galo en un encuentro definido por la Crefco como “decepcionante”. El portavoz, Benjamín Casanova, señala que “no conseguimos un compromiso firme para la reapertura por parte de los políticos del gobierno francés. Si el Canfranc no se reabre, será por decisiones políticas erróneas y desafortunadas, alejadas de la realidad objetiva de una línea ferroviaria internacional más que útil para Europa. Hace falta que se imponga la lógica y la razón a la mala política”.

Durante la primera década del siglo XXI, tanto España como Francia mostraron interés en reabrir la línea ferroviaria Pau-Canfranc-Zaragoza. Se llevaron a cabo estudios preliminares y se iniciaron trabajos de rehabilitación en algunos tramos, con énfasis en el lado español. En 2002, la estación fue declarada Bien de Interés Cultural, un paso clave para su preservación, y en 2003 se creó el Consorcio Canfranc 2000, integrado por el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Canfranc y Renfe, con el objetivo de revitalizar el entorno. Sin embargo, la falta de acuerdos firmes y la complejidad técnica del proyecto ralentizaron su avance.

Un hito se dio en junio de 2016, cuando Francia reabrió el tramo ferroviario entre Bedous y Oloron-Sainte-Marie. En 2018, comenzaron las obras de rehabilitación de la histórica estación de Canfranc. El proyecto, con una inversión de 40 millones de euros, abarcó la renovación de 200.000 metros cuadrados de edificios ferroviarios, hangares y almacenes. El objetivo era no solo recuperar la funcionalidad ferroviaria, sino también convertir la estación en un atractivo turístico de primer orden.

El 15 de abril de 2021, tras 40 años de inactividad, la estación de Canfranc fue reinaugurada. La nueva estación, construida a partir de los antiguos hangares españoles y franceses, comenzó a dar servicio a la línea de Zaragoza y se proyectó como una futura parada esencial en la línea Pau-Zaragoza. El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, acudió al evento junto al presidente aragonés en aquel periodo, Javier Lambán, para reflejar la colaboración entre administraciones. El PP aragonés, entonces en la oposición, señaló que los plazos para la reapertura total de la línea -prevista inicialmente para 2025- eran “poco realistas” y acusó al PSOE de “vender humo”.

En enero de 2023, resurgieron las tensiones políticas relacionadas con la inversión pública destinada a la rehabilitación de la estación y su conversión en un hotel de cinco estrellas. El líder del PP en Aragón y ahora presidente aragonés, Jorge Azcón, criticó la inversión, calificándola de “pelotazo” y cuestionando el uso de fondos públicos para este fin. Azcón expresó: “¿Qué pasaría si algún partido del centro derecha inaugurara un hotel de 5 estrellas en Canfranc pagado con dinero público como ha hecho la izquierda del Gobierno de Aragón?”.

El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez (PSOE), respondió enérgicamente a estas acusaciones, asegurando que Azcón mentía sobre el monto invertido y defendiendo la relevancia del proyecto para la región. Sánchez destacó que los 32 millones de euros mencionados por el PP correspondían al conjunto del proyecto, que incluía la reapertura de la línea férrea, la adecuación de la nueva estación y el haz de vías, la urbanización de 12 hectáreas para uso público y, finalmente, la transformación del edificio histórico en un hotel. Además, resaltó que el hotel sería un motor económico para la zona, generando cien puestos de trabajo directos y promoviendo el turismo en la región.

Un informe de la Cámara de Cuentas de Aragón ha revelado un sobrecoste de 11 millones de euros en las obras de rehabilitación de la estación, un 40% respecto al presupuesto inicial. La actuación fue impulsada a cuatro bandas: ADIF, Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Canfranc y Suelo y Vivienda de Aragón, aunque el coste de las obras fue asumido íntegramente por la administración autonómica. Los trabajos fueron adjudicados a la UTE Canfranc, compuesta por Acciona y por Avintia, por 26,9 millones de euros.

En septiembre de 2024, el estado francés inició una consulta pública sobre la mejora del tramo ferroviario entre Bedous y Canfranc. Este proceso participativo buscaba recabar opiniones y sugerencias de la ciudadanía y las autoridades locales para declarar el proyecto de utilidad pública y avanzar en las obras necesarias.

La consulta culminó el 15 de diciembre de 2024 en Oloron-Sainte-Marie, con la presencia de autoridades como el presidente de Aragón, Jorge Azcón, y el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset. La reapertura completa de la línea Pau-Canfranc se estimó para 2032, con una inversión de 450 millones de euros que se concentrará en su mayor parte en los 25 kilómetros entre Bedous y el túnel del Somport que conecta los dos países.

Este mes de marzo, las tensiones entre el PP y el PSOE se han recrudecido en relación con la reapertura de la línea internacional de Canfranc y la ejecución de la Travesía Central del Pirineo (TCP). El PP presentó una moción en el Senado solicitando acelerar la reapertura de la línea Pau-Canfranc y la inclusión de la TCP en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T). El senador aragonés del PP Eloy Suárez, defendió la moción y destacó la importancia de estas infraestructuras para Aragón, criticando la lentitud en la modernización de la línea Pau-Canfranc.

Por su parte, el PSOE pidió prudencia al PP para no romper el consenso en torno a la reapertura de la línea ferroviaria del Canfranc. El senador socialista Miguel Gracia criticó la iniciativa del PP por incluir la TCP y el corredor Cantábrico-Mediterráneo en la misma propuesta, argumentando que esto podría desviar la atención y perjudicar el proyecto de Canfranc. Gracia resaltó el compromiso del gobierno con la infraestructura, señalando una inversión de 200 millones de euros en los últimos cinco años, y expresó su preocupación de que la propuesta del PP pudiera deteriorar las relaciones con Francia en un momento crítico para el proyecto.

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