La mirada de tu lector

La sensación térmica en Buenos Aires rondaba los cuarenta grados y no daban ganas de salir de casa, pero yo tenía que cumplir un trámite y me estaba esperando un desconocido para estampar su firma. El hombre en cuestión resultó ser un lector consecuente y afectuoso: cuando terminamos con los dichosos papeles, quiso sacarse una foto conmigo, y le pidió a su hijo que nos retratara codo a codo, y nunca dejó de hablarme durante todo ese tiempo de la valentía que yo había demostrado frente a distintos gobiernos. Ingresamos juntos y de buen humor en un ascensor de acero: iban con nosotros su hijo y una mujer. Era un elevador muy estrecho, apenas entrábamos los cuatro de pie, y... Ver Más

Mar 6, 2025 - 19:58
 0
La mirada de tu lector
La sensación térmica en Buenos Aires rondaba los cuarenta grados y no daban ganas de salir de casa, pero yo tenía que cumplir un trámite y me estaba esperando un desconocido para estampar su firma. El hombre en cuestión resultó ser un lector consecuente y afectuoso: cuando terminamos con los dichosos papeles, quiso sacarse una foto conmigo, y le pidió a su hijo que nos retratara codo a codo, y nunca dejó de hablarme durante todo ese tiempo de la valentía que yo había demostrado frente a distintos gobiernos. Ingresamos juntos y de buen humor en un ascensor de acero: iban con nosotros su hijo y una mujer. Era un elevador muy estrecho, apenas entrábamos los cuatro de pie, y... Ver Más