La madre de Àlex Casademunt rompe su silencio 4 años después de su muerte: «Aquel día…»
El legado emocional de Àlex Casademunt. Àlex Casademunt fue uno de los rostros más recordados de la primera edición de Operación Triunfo, aquel fenómeno televisivo que marcó a toda una generación en 2001. Con su simpatía, energía y sonrisa contagiosa, logró hacerse un hueco en la industria musical y en el corazón del público, tanto ... Leer más

El legado emocional de Àlex Casademunt.
Àlex Casademunt fue uno de los rostros más recordados de la primera edición de Operación Triunfo, aquel fenómeno televisivo que marcó a toda una generación en 2001. Con su simpatía, energía y sonrisa contagiosa, logró hacerse un hueco en la industria musical y en el corazón del público, tanto en solitario como dentro del grupo Fórmula Abierta. Pero su vida, llena de altibajos y emociones intensas, terminó abruptamente en la noche del 2 de marzo de 2021, en un trágico accidente de tráfico que dejó en shock a todo el país.
La noticia corrió como la pólvora en redes sociales, cuando un usuario de Twitter adelantó el fatal desenlace tras escuchar la información de “un conocido” que trabajaba en emergencias. Poco después, la familia confirmaba la peor de las noticias: Àlex había muerto tras colisionar su coche frontalmente con un autobús en Mataró, la ciudad en la que residía. Las investigaciones posteriores revelaron que el accidente fue consecuencia del exceso de velocidad, algo que su madre lamentaría profundamente en entrevistas posteriores.
Testimonios que estremecen.
Los servicios de emergencia tardaron 45 minutos en poder sacar el cuerpo del vehículo, tal fue la violencia del impacto. Su madre, Rosa, confesó meses después su frustración: “Estoy muy enfadada porque se ha ido de una manera muy tonta, por ir rápido”. Por su parte, el conductor del autobús relató con crudeza el momento del choque: “No me dio tiempo nada más que para agarrarme al volante y sentir el porrazo. Se me cayó toda la ventana de mi lado y me agujereó la parte izquierda del autobús”.
El dolor se extendió rápidamente a su entorno más cercano. A los 39 años, nadie esperaba tener que despedirle tan pronto. Su madre, su padre Juan, y sus hermanos Joan y Cristina estuvieron presentes en un adiós marcado por la tristeza y el desconcierto. También acudieron su expareja, Laia, madre de su única hija, y numerosos compañeros de Operación Triunfo que quisieron rendirle homenaje.
Bruna, su estrella.
La pequeña Bruna tenía solo dos años cuando perdió a su padre, pero su familia se volcó para que su recuerdo no se desvaneciera. Rosa contó en televisión que la niña, incluso tan pequeña, parecía tener una conexión especial con él: “Cuando se marchaba, ha mirado al cielo y ha visto una estrella, la que brillaba más de todas. Su mamá la llevó al psicólogo y le dijo, cuando veas una estrella, le cantas a papá, y se ha puesto a cantar”. Un gesto que conmovió a muchos espectadores y que resumía la ternura de aquel vínculo.
Aunque su carrera estuvo marcada por la música, Àlex también ocupó titulares por algunas polémicas. Una de las más sonadas ocurrió en 2017, cuando se vio envuelto en una pelea en una discoteca de Vigo junto a Amor Romeira. El altercado le costó 12 puntos de sutura en un ojo y se temió que afectara a su visión. Fue un episodio oscuro que empañó su imagen pública en aquel momento.
Un camino con tropiezos.
No fue el único incidente. En 2011, protagonizó otra pelea en una discoteca que le valió una condena de nueve meses de cárcel, aunque no la cumplió al carecer de antecedentes. A pesar de estos episodios, su entorno siempre destacó que era una persona impulsiva pero de buen corazón, entregado a su gente. Sus errores no borraban el cariño que despertaba en quienes le conocieron bien.
Cuatro años después de su muerte, el recuerdo de Àlex sigue muy presente en su familia. Rosa González, su madre, ha reaparecido en el programa Y ahora Sonsoles para compartir cómo ha vivido este tiempo. “Aquel día fue un shock y apenas lo recuerdo”, confesó, asegurando que parecía una jornada cualquiera hasta que todo cambió. Su relato refleja el dolor persistente de una madre que aún busca sentido a una pérdida tan repentina.
El consuelo de una presencia. Un duelo sin final.
En esa entrevista, Rosa compartió un detalle íntimo y reconfortante: su hijo pasó las últimas horas con su hija Bruna, “su juguete y su todo”. Explicó que Àlex no se despegaba de la niña y que quería verla crecer. Para ella, no hay duda de que su hijo sigue a su lado: “Estoy convencidísima de que está conmigo, en todos sitios y en todas partes”.
A este duro aniversario se suma ahora otro golpe para la familia: el fallecimiento del padre de Àlex. Rosa enfrenta un duelo doble con entereza, aferrada a los recuerdos y a la idea de que, tarde o temprano, volverá a ver a su hijo. Mientras tanto, la estrella de Àlex Casademunt sigue brillando, especialmente en el corazón de su hija.