La jueza archiva la denuncia de Juana Rivas contra su expareja por violencia vicaria
El Juzgado de Violencia contra la Mujer número 1 de Granada ha archivado la denuncia por violencia de género vicaria que interpuso Juana Rivas contra su expareja, el italiano Francesco Arcuri, a quien acusa de "utilizar" a sus dos hijos para "dañarla" durante los últimos ocho años. En el auto, la magistrada estima que todos los episodios relatados por parte de la mujer en la denuncia y han sido denunciados y están judicializados "en distintos procedimientos penales". Sostiene que, al margen de la calificación jurídica que pretenda otorgarles la pare denunciante, no hay "hecho alguno presuntamente delictivo distinto" los que ya se han denunciado hasta la fecha y, por ello, se procede al sobreseimiento provisional y archivo de todas las actuaciones. En virtud de lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCRIM) con el fin de evitar que sean enjuiciados dos veces unos mismos hechos y, según recalca la jueza, sin perjuicio de las pretensiones que Juana Rivas pueda ejercitar en los procedimientos ya abiertos. Sus abogados ya avanzaron que recurrirían la decisión de la magistrada de Violencia ante la Audiencia Provincial de Madrid, lamentando que en España "no se asuma plenamente este tipo de violencia, que se define como el daño infligido a los hijos para hacer sufrir a la madre", a pesar de que "cada vez" afloran "más y más casos en los que algunos padres", con el fin de herir a su expareja, "maltratan a sus hijos". Por su parte, el abogado Carlos Aránguez indicó a través de un comunicado que se trata de una "grave forma de violencia y es hora de asumir que tenemos que actuar en consecuencia", y en el caso de Juana Rivas, expone que las "agresiones del padre contra los menores buscan someter a la madre y hacerle la vida imposible". Cree que el relato de los niños es "desgarrador" e "insoportable" para cualquier madre. "Eso es violencia vicaria", resume el letrado; haciendo hincapié en que estos comportamientos "evidencian la voluntad del agresor de ejercer control y sometimiento sobre su expareja". La violencia vicaria Aránguez recalca que los presuntos malos tratos de Arcuri a sus hijos son una causa judicializada en Italia y "todo lo que ha venido haciendo contra los niños, empezando por separarlos forzosamente de su madre, lo ha hecho para hacerle la vida imposible, ocasionándole una grave violencia psicológica habitual, que es justamente la expresión de un caso paradigmático de violencia vicaria", advierte. "No sólo está ya contemplada en nuestro ordenamiento jurídico, sino que justamente por su gravedad, ha sido una de las materias más desarrolladas en la reciente renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género". "El caso de Juana no es solo un caso, es una causa", ha clamado, al tiempo que sostiene que "el principio de Diligencia Debida obliga a todas las instituciones, incluido el sistema judicial a aplicar, de forma efectiva, la normativa vigente sobre violencia vicaria, una de las manifestaciones más devastadoras de la violencia de género". "Se lo debemos tanto...
El Juzgado de Violencia contra la Mujer número 1 de Granada ha archivado la denuncia por violencia de género vicaria que interpuso Juana Rivas contra su expareja, el italiano Francesco Arcuri, a quien acusa de "utilizar" a sus dos hijos para "dañarla" durante los últimos ocho años. En el auto, la magistrada estima que todos los episodios relatados por parte de la mujer en la denuncia y han sido denunciados y están judicializados "en distintos procedimientos penales". Sostiene que, al margen de la calificación jurídica que pretenda otorgarles la pare denunciante, no hay "hecho alguno presuntamente delictivo distinto" los que ya se han denunciado hasta la fecha y, por ello, se procede al sobreseimiento provisional y archivo de todas las actuaciones. En virtud de lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCRIM) con el fin de evitar que sean enjuiciados dos veces unos mismos hechos y, según recalca la jueza, sin perjuicio de las pretensiones que Juana Rivas pueda ejercitar en los procedimientos ya abiertos. Sus abogados ya avanzaron que recurrirían la decisión de la magistrada de Violencia ante la Audiencia Provincial de Madrid, lamentando que en España "no se asuma plenamente este tipo de violencia, que se define como el daño infligido a los hijos para hacer sufrir a la madre", a pesar de que "cada vez" afloran "más y más casos en los que algunos padres", con el fin de herir a su expareja, "maltratan a sus hijos". Por su parte, el abogado Carlos Aránguez indicó a través de un comunicado que se trata de una "grave forma de violencia y es hora de asumir que tenemos que actuar en consecuencia", y en el caso de Juana Rivas, expone que las "agresiones del padre contra los menores buscan someter a la madre y hacerle la vida imposible". Cree que el relato de los niños es "desgarrador" e "insoportable" para cualquier madre. "Eso es violencia vicaria", resume el letrado; haciendo hincapié en que estos comportamientos "evidencian la voluntad del agresor de ejercer control y sometimiento sobre su expareja". La violencia vicaria Aránguez recalca que los presuntos malos tratos de Arcuri a sus hijos son una causa judicializada en Italia y "todo lo que ha venido haciendo contra los niños, empezando por separarlos forzosamente de su madre, lo ha hecho para hacerle la vida imposible, ocasionándole una grave violencia psicológica habitual, que es justamente la expresión de un caso paradigmático de violencia vicaria", advierte. "No sólo está ya contemplada en nuestro ordenamiento jurídico, sino que justamente por su gravedad, ha sido una de las materias más desarrolladas en la reciente renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género". "El caso de Juana no es solo un caso, es una causa", ha clamado, al tiempo que sostiene que "el principio de Diligencia Debida obliga a todas las instituciones, incluido el sistema judicial a aplicar, de forma efectiva, la normativa vigente sobre violencia vicaria, una de las manifestaciones más devastadoras de la violencia de género". "Se lo debemos tanto...
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