La hora de las startups
Hoy en día, vemos una mayor diversificación de las startups mexicanas; el crecimiento de estas empresas se basa en el uso de tecnologías avanzadas, como la Inteligencia Artificial (IA).

México se ha consolidado como uno de los ecosistemas más vibrantes para las startups en Latinoamérica. El país ha visto nacer y despegar a empresas innovadoras que están transformando los sectores en los que juegan, y que hoy compiten más allá de nuestras fronteras.
La madurez del ecosistema de startups mexicano se ve reflejada en el crecimiento consistente de la inversión para impulsar a los fundadores. Solo el año pasado, la inversión de capital emprendedor fue de 970 millones de dólares destinados a startups en México, según calcula la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP).
El resultado es una efervescencia sin precedentes en nuevas startups que, si bien se concentran en su mayoría en sectores como Fintech, software y salud, hoy vemos mayor diversificación, incluyendo empresas que están utilizando tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial (IA) generativa en múltiples casos de uso.
Sin embargo, el crecimiento de este tipo de organizaciones no ha estado exento de desafíos. La infraestructura tecnológica fue, por mucho tiempo, un reto para la escalabilidad y éxito de las startups, particularmente en sectores altamente regulados, como Fintech o salud, donde las empresas deben mantener los datos de sus clientes dentro del territorio mexicano debido a la regulación local.
De ahí que el despliegue de centros de datos en México llega a desbloquear el potencial de innovación de las startups en estas industrias, que se pueden beneficiar no solo de la residencia de datos para garantizar el cumplimiento regulatorio, sino también una latencia mínima, que generará mayor dinamismo en otros sectores, como las telecomunicaciones o medios y entretenimiento.
Prueba de ello es el clúster de centros de datos de AWS en Querétaro, cuya inversión de más de 5 mil millones de dólares, es una apuesta por continuar ayudando a las startups a construir el futuro, con tecnologías avanzadas desde una infraestructura local.
Para las startups, esta infraestructura representa un punto de inflexión: contar con menor latencia significa aplicaciones más rápidas y eficientes, experiencias de usuario mejoradas y cumplimiento normativo sin costos adicionales, lo que antes representaba un obstáculo importante para muchas empresas en crecimiento.
Pero la infraestructura, por sí sola, no es suficiente. Es fundamental acompañarla con programas de acceso a tecnologías avanzadas, incluyendo la nube, que permitan a las y los fundadores experimentar con las plataformas, sin importar la etapa en la que se encuentren.
Programas de créditos, como AWS Activate, permiten a empresas emergentes acceder a tecnologías como IA o machine learning, sin tener que arriesgar grandes cantidades de dinero. Más de 280 mil startups en todo el mundo, incluyendo México, han formado parte de este programa en los últimos 10 años, mientras que en Latinoamérica, hemos destinado más de 440 millones de dólares en créditos para apoyar a los fundadores.
Este tipo de acceso ha permitido que startups mexicanas como Stori escalen rápidamente mediante el uso de tecnologías en la nube, facilitando la evaluación crediticia y ampliando la inclusión financiera en el país. Otros casos como Jüsto, Kavak o Konfío, también reflejan el papel transformador de la infraestructura tecnológica en el ecosistema emprendedor.
Más allá del impacto inmediato, el despliegue en México de infraestructura tecnológica sienta las bases para una transformación a largo plazo. Se trata de construir los fundamentos para atraer mayores inversiones en tecnología, impulsar el desarrollo de talento y consolidarse como un referente en innovación digital en la región y, ¿por qué no?, del mundo.
Las startups de hoy serán las organizaciones líderes de mañana y es por ello que hay que apoyarlas para seguir construyendo el futuro. Hoy, es tiempo de startups.