Eran eso de las siete y media de la tarde, con la oscuridad ya haciéndose fuerte a estas alturas de febrero, cuando una niña de once años que salía de la clase semanal de inglés de los jueves corría asustada escaleras arriba para avisar a la profesora. Un hombre, según relataba, se había parado con su furgoneta a las puertas del Centro Multiusos de Espirdo (Segovia) en el que se imparten la lecciones y le había preguntado si quería irse con él . La pequeña, no lo dudó, y huyó. Ni una hora después, la noticia del supuesto intento de rapto corría como la pólvora en los grupos de WhatsApp y boca a boca por Espirdo. Y con ella, se...
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