La Armada y Transportes estudian cómo frenar la “flota fantasma” rusa

Reunión Armada-Transportes a principios de enero La Armada diseña medidas frente a la “flota en la sombra” Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión Buques rusos navegan cerca de...

Feb 12, 2025 - 06:33
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La Armada y Transportes estudian cómo frenar la “flota fantasma” rusa
  1. Reunión Armada-Transportes a principios de enero
  2. La Armada diseña medidas frente a la “flota en la sombra”
  3. Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión
  4. Buques rusos navegan cerca de España
  5. Más atención desde la invasión de Ucrania
  6. Competencias del Ministerio de Transportes
  7. Protección de las infraestructuras submarinas
Agrupación naval rusa monitorizada por buques de la Armada (Firma: Estado Mayor de la Defensa).
Agrupación naval rusa monitorizada por buques de la Armada (Firma: Estado Mayor de la Defensa).

Trasvasan petróleo ruso a otros buques en aguas internacionales para eludir las sanciones por la guerra de Ucrania. Han cortado algunos cables de comunicaciones submarinos entre países de la OTAN. No son buques militares, pero se han convertido en objetivo de las marinas occidentales por suponer una amenaza para la seguridad marítima, incluida la de España: así lo consideran la Armada y el Gobierno de Pedro Sánchez, según ha podido constatar Confidencial Digital.

Esos barcos forman lo que se conoce como “Shadow Fleet” o “flota fantasma”. El Parlamento Europeo la define así: “Rusia utiliza viejos petroleros, a menudo sin seguro y de propietarios poco claros, para exportar su petróleo crudo y sus productos derivados al exterior, a pesar de las sanciones de la UE, el G7 y la comunidad internacional […]. Como parte de los esfuerzos sistemáticos por socavar las medidas restrictivas de la UE, la flota en la sombra proporciona un salvavidas financiero clave para Rusia en su guerra de agresión ilegal e injustificable contra Ucrania”.

Las maniobras rusas para sortear las sanciones por la invasión de Ucrania son objeto de atención desde hace años. Pero la alerta sobre esta “flota en la sombra” de buques mercantes que navegan por distintos mares se ha disparado en los últimos meses.

El petrolero ‘Eagle S’, con bandera de las Islas Cook, había zarpado del puerto ruso de San Petersburgo. El 26 de diciembre fue interceptado por fuerzas navales de Finlandia, que acusaron al buque de haber arrastrado el ancla por el fondo del mar y de esa forma haber cortado el cable submarino de electricidad que conecta Finlandia y Estonia.

La OTAN y especialmente los países de la zona del mar Báltico se pusieron en alerta, ante lo que consideraban una campaña de sabotaje. Había un precedente reciente: en noviembre, la marina de Dinamarca abordó el buque mercante chino ‘Yi Peng 3’, del que se sospecha que tras zarpar de un puerto ruso habría destruido dos cables submarinos de telecomunicaciones que conectaban Finlandia con Alemania, y Suecia con Lituania.

Reunión Armada-Transportes a principios de enero

Confidencial Digital ha podido confirmar que los movimientos de estos buques, que muchas veces navegan con banderas de conveniencia para ocultar sus vínculos con Rusia, se encuentran en el punto de mira del Gobierno de España, que ya estudia cómo reaccionar a esta amenaza.

En torno a las mismas fechas de finales diciembre en las que se produjo el corte del cable de electricidad entre Finlandia y Estonia, la Armada y Salvamento Marítimo rescataron a los tripulantes del mercante ruso ‘Ursa Major’, que sufrió varias explosiones cuando navegaba por el mar Mediterráneo, entre la costa española de Murcia y Argelia.

Rusia deslizó que el buque había sido objetivo de un atentado terrorista. Se sospechó que el buque podría navegar hacia Siria o Ucrania.

Apenas dos semanas después de producirse estos incidentes, se celebró una reunión entre representantes el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que dirige Óscar Puente, y mandos de la Armada.

Así lo confirman fuentes consultadas por ECD. En esa reunión se acordó que la Armada elaboraría una propuesta con posibles medidas que se podrían implementar para actuar ante la actividad de esta “flota en las sombras” en los espacios marítimos de soberanía de España.

La Armada diseña medidas frente a la “flota en la sombra”

La Armada se puso a trabajar después de esta reunión. El asunto se puso en manos de la División de Planes del Estado Mayor de la Armada, bajo el mando del vicealmirante Enrique Núñez de Prado Aparicio.

En algo más de dos semanas, la Armada había elaborado un informe sobre “Medidas para prevenir las operaciones ilegales de la «flota oscura» o «flota en la sombra» en el sector marítimo”.

En ese documento, la División de Planes planteó qué “líneas de acción operacional” podrían desempeñar las unidades de la Armada que se decida que contribuyan a hacer frente a “las posibles consecuencias negativas que la actividad de la «Shadow Fleet» puede suponer a los intereses nacionales”.

En principio, no se plantea crear una operación específica para hacer frente a esta amenaza, sino que estas actuaciones podrían realizarse bajo el paraguas de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD).

Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión

Las “operaciones” de las Fuerzas Armadas son un concepto que suele remitir a los despliegues en el exterior: las operaciones de paz, como la de Líbano, o de refuerzo de la presencia de la OTAN, como las de Letonia, Rumanía, Eslovaquia...

De conducir estas operaciones se encarga el Estado Mayor de la Defensa, y más concretamente el Mando de Operaciones.

Pero también existen las “Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión”, que según la web del Estado Mayor de la Defensa son “el reflejo del compromiso de las Fuerzas Armadas con los ciudadanos y un elemento de unión nacional y de solidaridad entre los españoles. Todos los días del año, todas las horas del día, las unidades y mandos de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas están alerta para hacer frente a cualquier amenaza contra la seguridad en los espacios de soberanía e interés nacional. Las Fuerzas Armadas se mantienen en guardia permanente para la vigilancia de los espacios terrestre, marítimo, aéreo, ultraterrestre y ciberespacial”.

Esto se traduce en misiones a las que a veces se da cierta visibilidad: un buque de la Armada que navega cerca de Ceuta, Melilla o las plazas de soberanía española en el norte de África, un grupo de militares del Ejército de Tierra que patrullan por una de las Islas Canarias o junto a las vallas que delimitan la frontera con Marruecos.

Todo con la idea de mostrar que las Fuerzas Armadas también tienen desplegados o activados a los militares para vigilar el espacio terrestre, marítimo, aéreo y hasta espacial y ciberespacial de España.

Buques rusos navegan cerca de España

Actualmente los buques de la Armada ya contribuyen activamente a las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión.

“Bajo la dirección del Mando de Operaciones (CMOPS), el Comandante del Mando Operativo Marítimo (CMOM) es responsable de mantener el adecuado conocimiento de la situación en el Área de Operaciones Marítimas (AOM), de ejercer un grado de disuasión efectivo, y de mantener una capacidad de reacción que permita responder gradual y eficazmente en cualquier situación”, indica la División de Planes del Estado Mayor de la Armada en su informe.

La idea es aprovechar esas Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión para prevenir las operaciones que buques de la “Shadow Fleet” al servicio de Rusia puedan realizar en los espacios marítimos de soberanía de España.

La Armada destaca en su informe en que “los espacios marítimos de España, debido a su posición geográfica, son zonas habituales de tránsito de buques vinculados a la Federación rusa (unidades navales, buques oceanográficos, de apoyo logístico y mercantes), que se mueven fundamentalmente entre la zona de los puertos en el mar Báltico (San Petersburgo y Kaliningrado) y el Mediterráneo oriental, para traslado de personal y de todo tipo de material”.

Al menos dos organismos internacionales han animado a tomar medidas frente a la “flota fantasma”.

Hace más de un año la Organización Martítima Internacional adoptó la resolución no vinculante de la OMI A.1192(33), de 6 de diciembre de 2023, que urge a los estados miembros a tomar medidas para prevenir las operaciones ilegales de buques que operan con el fin de eludir las sanciones internacionales impuestas, eludir el cumplimiento de las normas de seguridad o medioambientales, eludir los costes de los seguros o participar en otras actividades ilegales.

Más reciente es la resolución 2024/2885(RSP) de 14 de noviembre de 2024 del Parlamento Europeo en la que se exhorta a los estados miembros de la UE a tomar medidas para prevenir posibles daños medioambientales, y a encontrar buenas prácticas para detectar y tomar acción sobre posibles evasiones de sanciones por la “Shadow Fleet”.

La Armada cita esas dos resoluciones, y recuerda los “diversos incidentes marítimos en los que se han visto involucrados buques mercantes que prestan servicio a la Federación Rusa, y que forman parte de la conocida como «Shadow Fleet»”.

Cita el hundimiento del buque mercante ruso ‘Ursa Major’ en aguas internacionales, entre España y Argelia, el pasado día 23 de diciembre 2024, y otros dos episodios similares pero más graves.

El 15 de diciembre se hundieron dos petroleros rusos en el estrecho de Kerch (entre el Mar de Azov y el Mar Negro). Eran barcos con más de cincuenta años de antigüedad. Provocaron un vertido de cerca de 8.000 toneladas de combustible que afectó a la costa de Ucrania y de la península de Crimea anexionada por Rusia.

También se menciona en el informe el corte del cablo submarino en el Báltico del que se acusa al ‘Eagle S’, que define como un petrolero “dedicado al transporte ilegal de crudo ruso y registrado en las Islas Cook” y desde entonces “es sospechoso de arrastrar su ancla por el lecho marino, provocando el corte del cable de datos Eslink2 entre Finlandia y Estonia”.

Más atención desde la invasión de Ucrania

Confidencial Digital se ha puesto en contacto con el Cuartel General de la Armada, para tratar de ampliar la información sobre la posible contribución de unidades de la Armada ante las “posibles afecciones” de la “Shadow Fleet” en aguas españolas o espacios marítimos de interés para España.

La respuesta ha sido que ese asunto “es plena competencia del Estado Mayor de la Defensa / Mando de Operaciones”, pese a que, como se ha indicado, el informe referido lo elaboró el Estado Mayor de la Armada.

ECD remitió entonces las preguntas al Estado Mayor de la Defensa:

1) ¿Con qué ministerios u organismos del Estado está manteniendo conversaciones el Estado Mayor de la Armada para decidir la aportación de la Armada a ese despliegue?

2) ¿Qué buques o unidades ha ofrecido el Estado Mayor de la Armada para que participen en ese despliegue? ¿Serán sólo buques de superficie, o se plantea también utilizar submarinos? ¿El Ejército del Aire va a desplegar aeronaves de vigilancia? ¿El Ejército de Tierra participará de alguna forma?

3) ¿Hay una fecha prevista para comenzar ese despliegue?

4) ¿Los buques de la Armada desplegarán sólo en aguas territoriales españolas, o también fuera de ellas?

5) ¿Se considerará una nueva operación, o será parte de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión?

6) ¿Se ha elaborado ya un plan de actuación, de cómo tendrían que actuar los buques de la Armada que detectaran a buques de esta “Shadow Fleet”?

7) ¿Embarcarán en esos buques efectivos de Infantería de Marina, como Equipos Operativos de Seguridad, o miembros de la Fuerza de Guerra Naval Especial, para la interceptación y verificación de los buques sospechosos?

8) ¿Qué autoridad dirigirá la operación: el comandante del Mando de Operaciones, el JEMAD, o alguna autoridad civil de otro ministerio?

Desde el Estado Mayor de la Defensa no se ha dado respuesta concreta a ninguna de las preguntas planteadas.

Se recuerda que “en el marco de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVyD), que llevan a cabo de forma permanente las Fuerzas Armadas, bajo la dirección del Mando de Operaciones, el Mando Operativo Marítimo es responsable de la vigilancia en los espacios marítimos de responsabilidad e interés nacional. Esto incluye las aguas de soberanía española en el archipiélago canario, mar Mediterráneo y océano Atlántico en los litorales andaluces, gallegos y del mar Cantábrico”.

El Estado Mayor de la Defensa ha añadido que “como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, se presta especial atención al tránsito por nuestros espacios marítimos de interés de unidades pertenecientes a la Marina de la Federación Rusa, y a otros buques que efectúan actividades en su apoyo. En algunos casos, y atendiendo a diferentes factores de carácter operacional, se destaca a unidades de la Armada, transferidas a la cadena operativa, para realizar acompañamiento de estos buques”.

Además, “desde el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima en el Mando Operativo Marítimo (COVAM) ubicado en Cartagena, se realiza seguimiento en tiempo real, durante las 24 horas del día y todos los días del año, de todo el tráfico marítimo que transita por nuestras aguas de responsabilidad y recala en los puertos españoles. Esta vigilancia incluye a cualquier tipo buque independientemente del pabellón, armador o compañía naviera”.

De esta manera, según el Estado Mayor de la Defensa, “las Operaciones de Presencia Vigilancia y Disuasión proporcionan a través del Mando Operativo Marítimo una contribución permanente a la Acción del Estado en la mar, cooperando y apoyando permanentemente a los diversos organismos de la Administración que también tienen competencias en el ámbito marítimo”.

Con cierta frecuencia el Estado Mayor de la Defensa informa de que uno o varios buques de la Armada han salido al encuentro de buques de superficie o de submarinos de la marina rusa, y los han acompañado, vigilado, monitorizado durante su navegación por “espacios marítimos de interés para España”. Según El Español, han controlado más de mil buques rusos desde la invasión total de Ucrania que Rusia lanzó en febrero de 2022.

Pero estas vigilancias se centran en los buques militares rusos, mientras que los barcos a los que se agrupa con el apelativo de “flota en las sombras” son buques civiles, a veces con bandera rusa pero en ocasiones con pabellón de otros estados, que realizan actividades que van de la venta de hidrocarburos sorteando las sanciones a las exportaciones rusas, al sabotaje y el espionaje.

Competencias del Ministerio de Transportes

La reunión de la Armada con el Ministerio de Transportes se explica porque el departamento de Óscar Puente tiene las competencias sobre ordenación general de los transportes terrestre, marítimo y aéreo, así como sobre las dimensiones social, económica y medioambiental del transporte, la movilidad segura...

Cuenta con la Dirección General de la Marina Mercante, que se encarga de “el control del tráfico marítimo y del despacho. El registro y abanderamiento de buques. Las instrucciones respecto del salvamento, los bienes naufragados y hundidos, y la prohibición de navegación por falta de aseguramiento de la responsabilidad civil por contaminación”, así como de “la ejecución y control de la normativa de seguridad de la navegación y del salvamento de la vida humana en la mar, así como de la seguridad y protección marítimas, incluidos los riesgos cibernéticos marítimos”.

También depende del ministerio la entidad pública empresarial Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR), que como se ha explicado, actuó para rescatar a los marineros del buque ‘Ursa Major’ cuando se empezó a hundir en aguas al sureste de Murcia.

Protección de las infraestructuras submarinas

El plan de la Armada para responder a las actividades de la “Shadow Fleet” aún se encuentra en fases preliminares.

Confidencial Digital ha podido saber que el Estado Mayor de la Armada ha informado de sus propuestas a diferentes autoridades del Ministerio de Defensa y el Estado Mayor de la Defensa (al ser una operación militar), y también ha informado de todo ello al Almirante de la Flota

El fondo submarino y las infraestructuras que por allí discurren ya ha sido objeto de atención por parte del Departamento de Seguridad Nacional y de la Armada.

La anterior Estrategia Nacional de Seguridad Marítima se revisó, entre otros motivos, porque el fondo del mar ha adquirido un “protagonismo estratégico”. Por eso se decidió dar mayor importancia a la protección de infraestructuras submarinas frente a acciones de sabotaje o de espionaje.

La nueva estrategia de 2024 señala que “por nuestros espacios marítimos transcurren cables submarinos, gasoductos y oleoductos de importancia estratégica, cuya protección requiere vigilancia y cooperación con la comunidad internacional”.

Destaca como de especial interés “las conexiones eléctricas y digitales con nuestras ciudades autónomas y archipiélagos, a las que se suman los grandes cables de fibra que nos conectan con América, África y Asia, y algunas de las interconexiones eléctricas internacionales que confieren mayor estabilidad”.

Y advierte de que “el sabotaje al gasoducto Nord Stream [del que se ha acusado a Rusia, a Ucrania...], o las acciones de disrupción de cables submarinos de telecomunicaciones, sitúan actualmente a la seguridad de estas infraestructuras marítimas entre los factores de mayor preocupación”.

Ante estas amenazas, el Gobierno fijó como un punto de acción de la estrategia “Mejorar la protección y la resiliencia de infraestructuras marítimas”.

Consistirá, primero, en elaborar un análisis de riesgos de las infraestructuras marítimas existentes en los espacios de soberanía nacional, con base en su grado de vulnerabilidad, como medida previa a la planificación de medidas para su protección. Participarán los ministerios de Defensa, Interior, e Industria y Turismo.

El segundo paso será redactar “un plan de vigilancia de infraestructuras de interés ubicadas dentro y fuera de las aguas de soberanía, con especial atención a las infraestructuras subacuáticas como cables submarinos de telecomunicaciones y gasoductos”.

La tercera fase incluirá avanzar en la regulación normativa de la protección de infraestructuras marinas de interés, como contribución al desarrollo normativo de la Directiva de la Unión Europea relativa a la resiliencia de las entidades críticas.

Buques de la Armada, en una exhibición en aguas de Motril (Granada) por el Día de las Fuerzas Armadas (Firma: Álex Cámara / Europa Press).
Buques de la Armada, en una exhibición en aguas de Motril (Granada) por el Día de las Fuerzas Armadas (Firma: Álex Cámara / Europa Press).