Israel incumple el alto al fuego y bombardea Gaza dejando más de 200 muertos
El alto al fuego en Gaza ha quedado en una quimera que ha derivado en más de 200 muertos en la Franja tras una oleada de bombardeos por parte de Israel. El país de Benjamin Netanyahu prosigue con sus ataques justificando los mismos con la negativa de Hamás a liberar los rehenes restantes. Entretanto Estados Unidos reconoce que el territorio que ha lanzado la ofensiva consultó con la Casa Blanca antes de llevarla a cabo. La cifra aportada por las autoridades sanitarias palestinas es resultado de ataques que alcanzaron decenas de puntos del lugar en la madrugada del martes, poniendo con ello fin a semanas más tranquilas después de la prórroga del alto al fuego que detuvo los combates en enero. Se registraron ataques en el norte de Gaza, la propia ciudad, así como como en Deir al – Balah, Jan Yunis y Rafah, localizadas en el centro y el sur de la Franja. Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino indicaron que muchos de los fallecidos eran niños. El Ejército de Israel afirmó haber golpeado decenas de objetivos y afirmó que los ataques seguirán "el tiempo que sea necesario". En este sentido, sostuvo que los mismos no se limitarán a bombardeos aéreos, lo que deja en el aire la posibilidad de que la ofensiva se reanude también por tierra. Mientras Netanyahu afirmó que había caído un miembro de Hamás, Mohammad Al-Jmasi, el grupo declaró que Israel había roto el acuerdo de alto al fuego, dejando con ello en el aire el futuro de los 59 rehenes que todavía permanecen en Gaza. Los últimos ataques perpetrados por Israel fueron mucho más extensos que la serie regular de bombardeos con drones que el ejército mantuvo contra individuos o pequeños grupos de presuntos militantes y regresan después de semanas de intentos fallidos para ampliar la tregua acordada el pasado mes de enero. Tres hospitales de Gaza, el Nasser en Jan Yunis, el Al-Aqsa y el Al-Ahly resolvieron haber recibido alrededor de 85 cuerpos. Asimismo, las autoridades informaron que 16 miembros de una misma familia murieron en Rafah. Beneplácito de EEUU Netanyahu acusó a Hamás de su "reiterada negativa" a liberar a los rehenes y rechazar las propuestas del enviado del presidente estadounidense para Oriente Próximo, Steve Witkoff. Un portavoz de la Casa Blanca en Washington afirmó que Israel consultó con la administración del país de Donald Trump antes de llevar a cabo los ataques. Asimismo, la Casa Blanca culpó a Hamás del regreso de los combates porque "podría haber liberado a los rehenes para extender el alto al fuego, pero en su lugar eligió la negativa y la guerra". El enviado de Trump advirtió previamente de que Hamás debía liberar "de inmediato" a los rehenes vivos "o pagar un precio severo". El dirigente de Hamás Tahir Nunu criticó los ataques: "La comunidad internacional enfrenta una prueba moral: o permite el retorno de los crímenes cometidos por el ejército de ocupación o impone el compromiso de poner fin a la agresión y la guerra...
El alto al fuego en Gaza ha quedado en una quimera que ha derivado en más de 200 muertos en la Franja tras una oleada de bombardeos por parte de Israel. El país de Benjamin Netanyahu prosigue con sus ataques justificando los mismos con la negativa de Hamás a liberar los rehenes restantes. Entretanto Estados Unidos reconoce que el territorio que ha lanzado la ofensiva consultó con la Casa Blanca antes de llevarla a cabo. La cifra aportada por las autoridades sanitarias palestinas es resultado de ataques que alcanzaron decenas de puntos del lugar en la madrugada del martes, poniendo con ello fin a semanas más tranquilas después de la prórroga del alto al fuego que detuvo los combates en enero. Se registraron ataques en el norte de Gaza, la propia ciudad, así como como en Deir al – Balah, Jan Yunis y Rafah, localizadas en el centro y el sur de la Franja. Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino indicaron que muchos de los fallecidos eran niños. El Ejército de Israel afirmó haber golpeado decenas de objetivos y afirmó que los ataques seguirán "el tiempo que sea necesario". En este sentido, sostuvo que los mismos no se limitarán a bombardeos aéreos, lo que deja en el aire la posibilidad de que la ofensiva se reanude también por tierra. Mientras Netanyahu afirmó que había caído un miembro de Hamás, Mohammad Al-Jmasi, el grupo declaró que Israel había roto el acuerdo de alto al fuego, dejando con ello en el aire el futuro de los 59 rehenes que todavía permanecen en Gaza. Los últimos ataques perpetrados por Israel fueron mucho más extensos que la serie regular de bombardeos con drones que el ejército mantuvo contra individuos o pequeños grupos de presuntos militantes y regresan después de semanas de intentos fallidos para ampliar la tregua acordada el pasado mes de enero. Tres hospitales de Gaza, el Nasser en Jan Yunis, el Al-Aqsa y el Al-Ahly resolvieron haber recibido alrededor de 85 cuerpos. Asimismo, las autoridades informaron que 16 miembros de una misma familia murieron en Rafah. Beneplácito de EEUU Netanyahu acusó a Hamás de su "reiterada negativa" a liberar a los rehenes y rechazar las propuestas del enviado del presidente estadounidense para Oriente Próximo, Steve Witkoff. Un portavoz de la Casa Blanca en Washington afirmó que Israel consultó con la administración del país de Donald Trump antes de llevar a cabo los ataques. Asimismo, la Casa Blanca culpó a Hamás del regreso de los combates porque "podría haber liberado a los rehenes para extender el alto al fuego, pero en su lugar eligió la negativa y la guerra". El enviado de Trump advirtió previamente de que Hamás debía liberar "de inmediato" a los rehenes vivos "o pagar un precio severo". El dirigente de Hamás Tahir Nunu criticó los ataques: "La comunidad internacional enfrenta una prueba moral: o permite el retorno de los crímenes cometidos por el ejército de ocupación o impone el compromiso de poner fin a la agresión y la guerra...
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