Irse de antro ya no es cool: La GenZ ha redescubierto el gusto por los juegos de mesa y deberíamos aprenderles algo

La GenZ ha traído consigo un cambio interesante en la forma de socializar y divertirse. Mientras que en el pasado salir de fiesta y tomar alcohol era lo común, esta nueva generación está apostando por experiencias más tranquilas, auténticas y creativas. Los juegos de mesa están viviendo un renacimiento, y junto con ellos, otras actividades como clubes de lectura, yoga, senderismo y talleres de cerámica o tejido están ganando popularidad.

La GenZ trajo de vuelta los juegos de mesa

Lejos de ser un simple pasatiempo nostálgico, los juegos de mesa han cobrado protagonismo como una alternativa social atractiva. Fomentan la creatividad, la estrategia y la conexión cara a cara, algo que muchos jóvenes buscan después de haber crecido rodeados de pantallas y redes sociales (sin olvidarnos de la pandemia).

Además, bares y cafeterías temáticas especializadas en juegos de mesa están surgiendo en muchas ciudades, convirtiéndose en puntos de encuentro para quienes prefieren una noche de risas y retos estratégicos en lugar del ruido de los antros.

Este cambio parece estar ligado a una cultura de autocuidado y bienestar. La GenZ está priorizando su salud mental y emocional, buscando actividades que les permitan desconectar del mundo digital y fortalecer relaciones reales.

Los psicólogos destacan que los juegos de mesa, el yoga y otras actividades recreativas ayudan a reducir el estrés y mejorar la comunicación interpersonal. No se trata solo de entretenerse, sino de encontrar formas de ocio que aporten algo positivo al bienestar personal.

Un movimiento intergeneracional

Aunque esta tendencia ha sido impulsada por la Generación Z, cada vez más Millennials y Boomers se están sumando, creando espacios de convivencia donde diferentes generaciones encuentran puntos en común.

Más allá de los juegos de mesa, actividades como la cerámica, el tejido y los clubes de lectura también están ganando adeptos, reforzando la idea de que el entretenimiento puede ser enriquecedor sin necesidad de excesos.

Esto no significa que la GenZ haya renunciado por completo a las fiestas, pero sí que están explorando nuevas formas de diversión que no dependen del alcohol o los excesos. Más que una moda pasajera, este estilo de vida refleja un deseo de construir conexiones auténticas y priorizar el bienestar. Tal vez sea momento de aprender algo de ellos.

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