Iomar, en 'First Dates': "Prefiero que a mi cita le falte un brazo antes que sea votante de..."
"Su manera de ser es irrespetuosa hacia las demás personas porque es racista, machista, homófobo…", afirmó Carmela, su cita

Bailando y jaleado por todo el staff de First Dates, así llegó Iomar este lunes al programa de Cuatro en busca del amor: "Soy el puto amo y así lo considero. Soy un chaval alegre y divertido, lo que buscan todas".
Laura Boado fue la encargada de recibirle a las puertas del restaurante y lo primero que le preguntó fue a qué se dedicaba el valenciano: "Soy soldador, pero me he cogido unas vacaciones porque me despidió mi jefe. Discutimos y me echó, pero me debe cinco euros todavía".
La camarera también quiso saber el motivo por el que había acudido a First Dates: "Quiero una chica que no salga todos los sábados de fiesta y que no pese más que yo, eso es muy importante. También que tenga un humor parecido al mío porque si no, no le voy a caer bien", afirmó.
Su cita fue Carmela, que nada más cruzar la puerta del local de Cuatro se quedó mirando a Iomar: "Me suena, o a lo mejor me lo estoy inventando", le reconoció a Boado. Entonces el valenciano le dijo que a lo mejor le sonaba de TiKTok porque hacía vídeos.
Ambos se gustaron en su primera impresión: "Lleva tatuajes y eso me gusta en un chico", admitió la granadina. Mientras que el soldador en paro señaló que también se sentía atraído por ella.
Nada más sentarse a cenar comenzaron a hablar de sus gustos, donde Iomar apuntó que no bebía alcohol y que no le gustaba salir: "Ahora estoy centrado en el gimnasio". Pero Carmela le dijo que ella era todo lo contrario, que le encantaba salir de fiesta.
La cita se estropeó cuando empezaron a hablar de política. "Soy muy patriota, me gusta mucho mi país. A España que no me la toquen", aseguró Iomar.
Al escucharle, la joven reconoció que "al decirme eso, lo primero que se me ha venido a la cabeza ha sido que era una persona de derechas y conservadora. Todo lo contrario a mí".
El valenciano le preguntó a su pareja de la noche a quién votaba, y Carmela le contestó que "a la izquierda pura y dura, siempre". Al soldador no le gustó el comentario de la granadina: "Prefiero que le falte un brazo a que vote a Pedro Sánchez".
Entonces, él le dijo que le gustaba Francisco Franco, a lo que ella le ‘amenazó’ con irse tras esa afirmación: "¿Cómo vas a tener esa mentalidad?". Pero Iomar insistió: "Era un buen tío, España lo echa de menos".
A partir de ese momento, la cita y la conversación les fue distanciando cada vez más: "Su forma de pensar no respeta a nadie". Carlos Sobera comentó en ese momento que "la velada comenzó bien, pero, de pronto, ha empezado a ir cuesta abajo y sin frenos. Iomar y Carmela están encallados en posturas irreconciliables".
"Ojalá no existiera gente como tú", le dijo Carmela a Iomar, que se revolvió contestándola: "O al revés… también podría ser”. La joven añadió sobre su cita que “su manera de ser es irrespetuosa hacia las demás personas porque es racista, machista, homófobo…".
Ambos rechazaron la oferta de Marisa Zapata les hizo de irse a la terraza pasar los últimos instantes de la velada, pasando directamente a la decisión final, donde ni se saludaron ni quisieron volver a verse.
"En la vida tendría una segunda cita con él", afirmó Carmela, mientras que Iomar concluyó diciendo: "Me considero el puto amo y soy demasiado para ella".