Investigan si la ejecución de Chicha Ferreyra está vinculado al asesinato de Pillín Bracamonte
El referente de la barrabrava de Central fue asesinado por dos sicarios en moto en la puerta de su casa, en la zona sur de Rosario

El crimen de Juan Domingo Ferreyra, uno de los referentes históricos de la barra de Rosario Central, pone otra vez la lupa sobre la violencia que gira en torno a la hinchada canalla, atravesada por las tensiones por el control y el liderazgo de la tribuna, después del doble asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte y Ricardo Attardo el 9 de noviembre pasado.
La ejecución de Ferreyra, un pesado de la barra, conocido como Chicha, el sábado pasado, en la previa de las elecciones, enciende las alertas en torno a que recrudezca la violencia alrededor de las barras de fútbol de Rosario, que tanto la de Newell’s, como la de Rosario Central, tienen lazos históricos con los grupos narco, como Los Monos y Esteban Alvarado, entre otros.
Ferreyra fue ejecutado en el barrio La Bajada, en la zona sur, cerca de donde nació Lionel Messi, por dos hombres que se trasladaban en una moto, que lo mataron de tres disparos en el frente de su casa de Ameghino y 1º de Mayo. Son varios los crímenes que tuvieron como blancos durante los últimos años a hombres de peso dentro de la hinchada canalla, que tras el asesinato de Bracamonte está gobernada por un sector afín a la banda de Los Menores, un grupo criminal oriundo del barrio 7 de Setiembre que actúa en alianza con Lisandro Contreras, detenido en diciembre pasado en el partido de Tigre en la provincia de Buenos Aires.
Chicha murió en el lugar donde fue atacado, a causa de las heridas que le produjeron dos balazos en un pómulo y otro en el abdomen. Según fuentes de la investigación, Chicha tenía vínculos desde hacía dos décadas con la barra de Central y llegada directa a Pillín, quien lideró la hinchada por un cuarto de siglo. El fiscal Luis Schiappa Pietra investiga si el trasfondo del crimen está conectado con la barra, aún sacudida por la pérdida de su jefe histórico.
Hasta ahora por este doble homicidio fueron imputados dos presuntos integrantes de la banda Los Menores —a la que el propio Pillín acusaba de querer desbancarlo—, como partícipes necesarios. Los acusaron de acercar a los atacantes a la escena del crimen en una camioneta Citroën Air Cross. La investigación precisó que, luego, los sicarios huyeron del lugar en una moto Honda Twister donde los esperaba otro cómplice.
Otros tres integrantes de la barra fueron acusados por la desaparición de una riñonera de Attardo que, entre otras pertenencias, contenía su celular. El teléfono es clave para determinar si hubo complicidad de un sector de la barra para asesinar el 9 de noviembre pasado a Attardo y Bracamonte. Entre los sospechosos figura una hija de Julio César “Tito” o “Cara de Goma” Navarro, otro histórico ladero de Pillín asesinado en 2016. Hasta ahora la investigación no logró determinar el móvil del crimen de Pillín y Rana.
El prólogo a la muerte de Bracamonte y su lugarteniente fue el asesinato el 1º de octubre del año pasado, de Samuel “Gordo Samu” Medina, de 24 años, que era yerno de Ariel “Guille” Cantero, líder de la banda de Los Monos.
Medina fue ultimado cuando volvía de un partido en el Gigante en un Volkswagen Polo color blanco junto a un familiar de 18 años cuando una moto se les puso a la par y un gatillero comenzó a disparar con una ametralladora. Fue en la intersección de la colectora Juan Pablo II y José María Fernández, cerca de la casa de la madre de la víctima. Al menos 16 balazos dieron en Medina, quien murió en el acto, mientras que al otro chico un disparo le rozó el brazo.
Semanas más tarde, un mensaje apareció en una bandera en la tribuna de Central: “No respetamos a nadie”. Fue colgada en un momento en que unas bombas de estruendo arrojadas desde la hinchada demoraban el partido contra Banfield. El trapo fue exhibido por barras que tenían puestas remeras con la leyenda “Samu presente”.