Guindilla a la RFEF por no dotar de camisetas a la selección española femenina, campeona de los Juegos Sordolímpicos, para ir al Mundial
El fútbol, en todas sus modalidades, es un deporte que despierta pasiones. Sin embargo, para algunas selecciones, la lucha no solo se libra en el campo, sino también fuera de él, donde los obstáculos son muchos y las oportunidades escasas. Este...

El fútbol, en todas sus modalidades, es un deporte que despierta pasiones. Sin embargo, para algunas selecciones, la lucha no solo se libra en el campo, sino también fuera de él, donde los obstáculos son muchos y las oportunidades escasas. Este es el caso de la selección española de fútbol sala femenino de personas sordas, un equipo que, a pesar de su incuestionable talento y sus logros, se enfrenta a enormes dificultades económicas, físicas y logísticas en su camino hacia el Mundial de Italia.
Hace poco, las jugadoras de la selección española se proclamaron campeonas de los Juegos Sordolímpicos de Invierno, al derrotar a Brasil por 5-2 en una final histórica. Un logro que subraya su calidad y esfuerzo, pero que no ha sido suficiente para garantizar su presencia en la próxima cita mundialista. A pesar de ser subcampeonas de Europa, la participación en el Mundial de Italia dependerá de factores ajenos a su capacidad futbolística: su esfuerzo físico, su fortaleza mental y, especialmente, su situación económica.
Las jugadoras no cuentan con el apoyo institucional que otras selecciones sí tienen y deben recurrir a campañas de micromecenazgo para poder financiar su sueño.
El panorama para estas jugadoras es complicado. En España, no existe una liga profesional de fútbol sala para personas sordas, lo que obliga a las jugadoras a entrenarse en clubes de personas oyentes.