Calisto, Io, Ganímedes, Europa... así son los cuerpos solares (y extrasolares) que podrían albergar vida según los científicos

Si como parece conseguimos acabar con este planeta, habrá que salir hacia Calisto. Es la luna más exterior de Júpiter y podría albergar vida. Una revisión...

Feb 22, 2025 - 08:50
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Calisto, Io, Ganímedes, Europa... así son los cuerpos solares (y extrasolares) que podrían albergar vida según los científicos

Si como parece conseguimos acabar con este planeta, habrá que salir hacia Calisto. Es la luna más exterior de Júpiter y podría albergar vida. Una revisión detallada de los datos de la misión Galileo de la NASA en la década de 1990 sugiere que Calisto alberga un océano subterráneo.

Han pasado casi treinta años desde que la sonda Galileo capturó mediciones magnéticas cerca de Calisto que sugerían que su capa de hielo superficial podría contener un océano de agua salada y líquida. No está lejos: esta luna se encuentra a una distancia de Júpiter de alrededor de 1.882.000 kilómetros. Tarde o temprano una nave espacial de los curiosos terrícolas saldrá camino de Calisto para ver si efectivamente allí hay vida.

"¿Estamos solos en la galaxia o acompañados?"

Eso supone dar por sentado que sí, que la ciencia y los seres humanos creemos que hay vida más allá de nuestro palido punto azul, como decía el maestro Carl Sagan. "A veces creo que hay vida en otros planetas y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos, la conclusión es asombrosa", comentó el popular divulgador científico de la serie Cosmos.

La pregunta nos acompaña desde que empezamos a mirar a las estrellas. Como cantaban Siniestro Total: "¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? ¿Estamos solos en la galaxia o acompañados?"

Hablamos de vida ni siquiera de vida inteligente. Es probable que la vida sea relativamente frecuente, pero no la vida inteligente. De hecho, los matemáticos han calculado que hay alrededor de un 60% de probabilidades de que la vida inteligente no llegue a surgir en planetas con vida, escribe César Ángel Menor Salván, profesor de biología de la Universidad de Alcalá de Henares.

Los científicos buscan pruebas de vida extraterrestre y para ello intentan descubrir indicios de vida o evolución química. Y lo hacen dentro y fuera, esto es, en nuestro sistema solar y en exoplanetas. Estos últimos se sitúan fuera de nuestro Sistema Solar y orbita otra estrella distinta al Sol.

Los lejanos exoplanetas

Sólo en nuestra galaxia se calcula que hay unos 100.000 millones de exoplanetas. Alrededor de la Tierra, o sea, no muy lejos, hasta 50 años luz, hay unos 1.500 planetas y sólo se han observado aproximadamente el 10%. La NASA y la ESA han identificado 5.496 planetas orbitando 4.229 estrellas y la probabilidad de que uno de ellos NO tenga vida es del 99,98%.

Entre los exoplanetas algunos han dado buenas señales. Proxima Centauri es una estrella más fría y menos masiva que el Sol. Es el sistema más cercano a nuestra estrella, a 4,22 años luz, y alberga el planeta Próxima b, que se sitúa en su zona de habitabilidad.

También se observa con esperanza a Teegarden b y c que orbitan, a 12.5 años luz, alrededor de una estrella en una región donde la vida podría haber surgido. Un poco más lejos, a 40 años luz, está el sistema Trappist-1 con planetas situados en la llamada zona habitable.

Hace sólo unas semanas, un equipo internacional confirmó el hallazgo de HD 20794 d, una super-Tierra que orbita dentro de la zona de habitabilidad de una estrella similar al Sol. Este exoplaneta tiene una masa seis veces mayor que la de la Tierra.

Más cerca, en nuestro sistema solar

Marte

El planeta rojo es la gran esperanza dada su cercanía y porque sabemos que hace miles de millones de años tuvo lagos y ríos de agua líquida en su superficie. Se parecía a la Tierra. Si hubo vida en superficie es posible que aún exista bajo tierra. La nueva administración estadounidense de Donald Trump, y con Elon Musk a su lado, tiene serias pretensiones de enviar una misión tripulada.

Venus

En principio cabría descartarlo si de vida se trata porque este planeta tiene temperaturas superficiales tan altas que derriten el plomo. Pero en 2020 los astrobiólogos detectaron fosfina en la atmosfera de Venus. Es un buen indicio porque en la Tierra ese gas lo produce de forma natural la vida en ecosistemas pobres en oxígeno.

Europa

Es una de las lunas de Júpiter y los ingredientes para la vida están presentes potencialmente. Los científicos han encontrado allí depósitos de minerales arcillosos asociados con materiales orgánicos. Barruntan que la radiación que golpea la superficie helada podría resultar en oxígeno que podría encontrar su camino hacia los océanos subsuperficiales y ser utilizado por la vida emergente.

Ganímedes

Lo que hace única a la luna más grande de Júpiter es que posee un campo magnético, algo fundamental para proteger a los mundos de la radiación dañina que arroja el sol. También tiene bajo su superficie un océano de agua salada subterráneo que podría contener más que todos los océanos de la Tierra combinados.

Encélado

Es la sexta luna más grande de Saturno y se cree que también tiene un océano salado global. Además, es uno de los cuerpos más reflectantes del Sistema Solar porque está completamente cubierta de hielo. La NASA encontró evidencia de actividad hidrotermal en las profundidades del subsuelo, que muy bien podría proporcionar la fuente de calor que necesita la visa para prosperar. Encélado resulta muy prometedora.

Titán

La luna más grande de Saturno es extremadamente rica en materiales orgánicos y por lo tanto en las materias necesarias para la vida. Titán está repleto de diferentes cuerpos de líquido: lagos, ríos y mares. Pero no están hechos de agua, sino de metano y otros hidrocarburos. De hecho, tiene una corteza aislante de metano de hasta 10 kilómetros de espesor.

Ío

Es el satélite más cercano a Júpiter y el tercero por su tamaño. Tiene en proporción la menor cantidad de agua entre todos los objetos conocidos del sistema solar. Ío ha estado en constante erupción durante la mayor parte de su existencia, es decir, desde hace 4.500 millones de años. Es poco probable que albergue vida en superficie porque hay una enorme diferencia entre sus temperaturas máximas y mínimas: de miles de grados sobre cero a cientos de grados bajo cero en poco tiempo. Pero, una vez más, las condiciones para la vida sí podrían ser buenas bajo tierra.

Y Calisto

La luna de Júpiter que es ahora noticia, porque nos cuenta la NASA podría albergar vida, tiene la superficie más antigua del Sistema Solar. Se cree que tiene un vasto océano subterráneo a 249 km bajo tierra. También retiene una fina atmósfera de hidrógeno, dióxido de carbono y oxígeno, que es más diversa y parecida a la Tierra que la mayoría de las otras lunas del sistema solar que podrían ser habitables.