Gráfica del día: Nadie gana en una guerra comercial
El mensaje es claro: las guerras comerciales no tienen ganadores. Aunque los aranceles se presentan como una estrategia para proteger los intereses nacionales, a largo plazo perjudican a todos los involucrados, incluidos los países que los promueven.
En un mundo interconectado donde el comercio global es esencial para el crecimiento económico, las políticas proteccionistas, como la imposición de aranceles, pueden tener consecuencias inesperadas. Si bien los aranceles son una herramienta que muchos países recurren para proteger sus industrias nacionales o corregir desequilibrios comerciales, la realidad es que estas medidas pueden desatar efectos dominó que afectan a todos los actores en la cadena económica.
Bajo ese contexto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió recientemente sobre los riesgos que representan las crecientes barreras comerciales, ajustando a la baja sus proyecciones de crecimiento global para los próximos años. De hecho, como se muestra en la gráfica, México sería uno de los países más afectados.
El organismo revisó sus estimaciones para 2025 y 2026, reduciendo el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) mundial del 3,3 % al 3,1 % para el primer año, y del 3,3 % al 3 % para el segundo. La OCDE señala que una de las principales causas de esta desaceleración es el aumento de las barreras comerciales y la incertidumbre política que, en conjunto, están debilitando la confianza de los inversores y las decisiones de consumo privado. A pesar de la inflación persistente, es la escalada de tensiones comerciales, sobre todo mediante la imposición de aranceles, lo que representa un riesgo significativo para el crecimiento económico global.
Las proyecciones son claras: un aumento del 10 % en los aranceles sobre todas las importaciones a Estados Unidos, combinado con un incremento similar en las tarifas a las importaciones provenientes de ese país, podría reducir el PIB mundial en un 0,3 % al cabo de tres años. La situación es aún más alarmante para los países involucrados en una guerra comercial, como Estados Unidos, Canadá y México, los cuales sufrirían una caída en su PIB de -0,7 %, -0,6 % y -1,3 %, respectivamente, en comparación con el escenario base.
Además del impacto sobre el crecimiento económico, los aranceles también tendrían efectos visibles en la inflación. La OCDE prevé que el aumento del 10 % en las tarifas podría generar un incremento de 0,4 puntos porcentuales en la inflación global durante los primeros tres años. En el caso de Estados Unidos, el impacto sería aún mayor, elevando la inflación en 0,7 puntos anuales.
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