Gescooperativo aspira a crecer un 10% este 2025 tras superar los 10.000 millones en patrimonio

Gescooperativo anticipa para este 2025 un crecimiento en ingresos del 10%, meta que se ha planteado tras superar el pasado enero los 10.000 millones de patrimonio gestionado. El brazo inversor del Grupo Caja Rural se había fijado este objetivo para 2027, sin embargo, lo ha logrado dos años antes de lo previsto, acompañada por los vientos de cola del mercado y con un ritmo de crecimiento por encima de su cuota de mercado. La gestora encara el ejercicio con optimismo después de hacerse un hueco entre los diez principales, la octava por número de partícipes, que alcanzan los 358.000 inversores.

La fusión entre Unicaja y Liberbank las desplazó desde el noveno al décimo puesto y ahora miran a la operación bancaria del momento -la posible compra de Banco Sabadell por BBVA- ante las posibles oportunidades que les pueda generar. Fuentes de Gescooperativo miran a Asturias como la región en la que más clientes "podrían arañar", en contraste con Cataluña -la región en la que mayor concentración se daría-, donde su presencia es más baja. El grueso de sus clientes se concentran en zonas de Aragón y Castilla-La Mancha con un ticket medio de entre 20.000 y 30.000 euros por fondo.

La subida de los tipos de interés ejecutada por el Banco Central Europeo (BCE) entre mediados de 2022 y septiembre de 2023 no ha sido repercutida totalmente a los depósitos bancarios. En su lugar, la banca a través de su gestora ha apostado por potenciar la comercialización de fondos monetarios, garantizados y de rentabilidad objetivo. En un escenario del precio del dinero a la baja y ante la perspectiva de que se pueda estabilizar en torno al 2%, Gescooperativo prevé sacar nuevos productos de este tipo. "La rentabilidad objetivo y los garantizados son una manera de sacar rendimiento cuando los ahorros dan poco dinero", explican.

No guardan las mismas perspectivas para la inversión sostenible, que ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca afronta un periodo de incertidumbre. "Los clientes tienen menos apetito por la sostenibilidad que el regulador", explican, al tiempo que ponen el foco en la necesidad de que Europa dé una vuelta a la sostenibilidad. Aluden a la regulación tras el desarrollo de métricas como la FSCR o la taxonomía verde en Europa.

En lo que respecta a las criptomonedas, descartan su comercialización al calor de la entrada en vigor del reglamento europeo MiCA, que busca regular estos activos y blindar así a los consumidores. De hecho, la puesta en marcha de esta norma conlleva un mayor control sobre la emisión de criptodivisas, pero también sobre su custodia. Su perfil de cliente, cuya media de edad ronda los 65 años, es conservador, por lo que su gestión va más enfocada en "mantener la rentabilidad del patrimonio".

Esta es una de las razones que respaldan su apuesta por la bolsa internacional, que ofrece rendimientos "muy por encima de renta variable española". Precisamente, su producto estrella, Rural Tecnológico, se ha posicionado como uno de los más rentables en los últimos años con un rendimiento a dos años superior al 86%, algo que desde la casa ven como un "hito" al contar con unos seis fondos de los 61 en cartera de renta variable. "Muchos de nuestros fondos son los primeros dentro de su categoría", remarcan.