Fuerte respaldo del Banco Mundial al Operativo Bandera y a la estrategia de aislar a narcos en las cárceles
El organismo internacional destacó el trabajo del Ministerio de Seguridad Nacional contra el crimen organizado
La estrategia del Ministerio de Seguridad Nacional contra las bandas más peligrosas obtuvo un fuerte respaldo del Banco Mundial. En el informe sobre Crimen Organizado y Violencia en América latina y el Caribe, el organismo internacional destacó el trabajo que los funcionarios conducidos por la ministra Patricia Bullrich realizaron para aislar en las cárceles a los jefes de los clanes narco.
“La preocupación más urgente es que, en muchos lugares, los grupos de crimen organizado han tomado el control de las cárceles y dirigen actividades criminales desde su interior”, se consignó en ese documento del Banco Mundial en el que se pidió dar prioridad a la idea de que los penales deben ser lugares de contención de delincuentes y no academias de formación criminal.
En ese sentido, el Banco Mundial resaltó el plan que se llevó adelante para contener primero y hacer retroceder después a la violencia que emergía de presidios y se derramaba en las calles de Rosario. Esa decisión pudo tomarse el año pasado con la transferencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF) al ministerio conducido por Bullrich, que en la práctica considera a los guardiacárceles como la quinta fuerza de seguridad federal. El organismo internacional señaló en su informe que “el Operativo Bandera tuvo un éxito casi inmediato, reduciendo la tasa de homicidios de Rosario en un 65 por ciento”.
El Operativo Bandera fue lanzado el año pasado en Rosario por la ministra Bullrich y su par de Defensa, Luis Petri, luego de que esa ciudad cruzase récords en la cantidad de homicidios. Además de desplegar allí un mayor número de integrantes de la Policía Federal Argentina, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, se estableció la necesidad de interrumpir el flujo de órdenes mortales que dictaban desde sus celdas jefes narco como Guille Cantero. Desde la subsecretaría de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi llevó adelante la directiva de Bullrich para aislar a los “presos de alto perfil” en las cárceles federales de Ezeiza y Marcos Paz.
El Banco Mundial alerta en el consignado informe sobre la importancia de impedir la consolidación del crimen organizado en las cárceles. Por eso, es resaltada la experiencia argentina en ese aspecto. “La cárcel ya nos es impedimento para que los reclusos cometan nuevos crímenes, y el encarcelamiento ha dejado de ser una amenaza útil para disuadir la actividad criminal. En cambio, se ha convertido en un paso dentro de la carrera criminal de un pandillero. Las cárceles en América latina y el Caribe no solo funcionan como ‘zonas seguras’ para los líderes criminales, sino también sirven como centros de reclutamiento y entrenamiento para nuevos miembros de bandas criminales”, se señaló en ese documento, que fue destacado por la ministra Bullrich en sus redes sociales, poco después de las reuniones que mantuvo en Londres con funcionarios británicos para fortalecer los acuerdos en el combate al crimen organizado trasnacional.
Para alertar sobre los desafíos que enfrentan los estados, el Banco Mundial nombró en un párrafo las organizaciones criminales que surgieron de cárceles: “En Brasil, el Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho surgieron dentro de las cárceles como una estrategia de los reclusos para protegerse de la violencia carcelaria. Con el tiempo, estas bandas crecieron en tamaño e influencia, evolucionando hasta convertirse en organizaciones criminales transnacionales. De manera similar, el Tren de Aragua tuvo su origen en las cárceles de Venezuela. Las maras salvadoreñas más grandes y violentas—Barrio 18 y MS-13—se crearon en cárceles de Los Ángeles, en los Estados Unidos". Y enseguida llegó la mención a Los Monos. Al menos en ese estudio, el clan Cantero aparece entre los enemigos públicos que no solo colonizaron calles, sino que se expandieron por varios países.
“Las autoridades en América latina y el Caribe -se expresó en el informe del Banco Mundial- deben retomar el control de las cárceles mediante la interrupción de las comunicaciones celulares y otras formas de comunicación, el sometimiento de los líderes de las bandas criminales a controles más estrictos en instalaciones de alta seguridad, y una mejor asignación de los reclusos para evitar la exposición de criminales menores a miembros de grupos criminales al interior de las cárceles”.
Esos puntos reseñados, son la base del plan de Bullrich en las cárceles federales. “Por supuesto, estas intervenciones son desafiantes, porque los operativos dentro de las cárceles pueden provocar represalias violentas tanto dentro como fuera de las cárceles. Por ejemplo, en Rosario, el endurecimiento de las condiciones de seguridad carcelaria en marzo de 2024 provocó una serie de asesinatos al azar en las calles, ordenados por los líderes encarcelados de la banda Los Monos como protesta. No obstante, las autoridades respondieron con firmeza, y la tasa de homicidios descendió rápidamente”, se agregó.
Uno de los componentes centrales del elogiado Operativo Bandera fue el acuerdo entre el Gobierno y Santa Fe, que replicó en penales provinciales el endurecimiento de condiciones carcelarias con el que se había rodeado a los jefes narcos en el SPF. El gobernador Maximiliano Pullaro conoce bien la peligrosidad de los clanes narco de Rosario, ya que antes fue secretario y ministro de Seguridad provincial. Quienes conversaron con él afirman que siente que Guille Cantero ya no tiene el poder de años anteriores. pero avisa a sus allegados que no hay que relajarse, sino mantener la presión sobre las bandas, porque nuevos jugadores buscan apropiarse de las herramientas de terror que exponían Los Monos.
Ese poder narcoterrorista empezó a caer bajo la presión. El control de las cárceles fue clave para disminuir los índices de homicidios en Rosario. Así lo marcó el Banco Mundial: “Desde 2013, el crimen violento aumentó significativamente en la ciudad de Rosario. Este fenómeno está estrechamente relacionado con el narcotráfico, con la mayoría de asesinatos asociados con disputas territoriales entre la banda criminal más grande de Rosario —Los Monos— y organizaciones rivales. A pesar del encarcelamiento de la mayoría de los líderes de Los Monos, la tasa de homicidios siguió aumentando, hasta 22 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2023 (cinco veces la tasa de Argentina). La corrupción dentro del sistema carcelario permitía a los líderes de los grupos criminales encarcelados continuar con sus actividades criminales fuera de la cárcel. Por ejemplo, en 2022, Los Monos abrieron fuego contra la residencia de un juez federal que había ordenado el traslado de cárcel de uno de sus líderes".
Luego se indicó el drástico giro en la política pública de seguridad: “A inicios de 2024, las autoridades federales y provinciales implementaron el Operativo Bandera, que incluyó endurecer sustancialmente las condiciones carcelarias de los líderes de los grupos criminales, hacer cumplir la prohibición del uso de teléfonos celulares, implementar inspecciones repentinas, reasignar presos, agrupar a los miembros de cada banda criminal en pabellones separados y ejercer un mayor control sobre las visitas. Los grupos criminales respondieron con una serie de asesinatos aleatorios de civiles en las calles. Sin embargo, el gobierno mantuvo las condiciones de encarcelamiento más estrictas para los líderes de las bandas criminales, y respondió con el despliegue de 1400 agentes de seguridad federal adicionales en la ciudad, en coordinación con la policía provincial. El Operativo Bandera tuvo un éxito casi inmediato, reduciendo la tasa de homicidios de Rosario en un 65 por ciento”.
La aprobación en un documento del Banco Mundial a la línea de trabajo seguida adelante por las autoridades argentinas contra bandas resulta importante, por la trascendencia que da ese organismo internacional a la reducción de tasas de delito como aporte clave para generar un buen clima de negocios. Algo que fomenta inversiones, por cierto.
“El crimen organizado plantea numerosos desafíos, no solo para el bienestar de los ciudadanos, sino también para el crecimiento económico”, se planteó en el citado informe.
El alerta lanzado sobre la necesidad de impedir el crecimiento de bandas dentro de cárceles tiene que ver, justamente, con los desafíos que tiene un Estado frente al delito trasnacional, riesgos que en la mirada del Banco Mundial aparecen en diferentes niveles. “La creciente ola de violencia en la región impulsada por el crimen organizado está provocando un deterioro en las condiciones de vida de los habitantes de la región, aumentando la incertidumbre que impide la inversión necesaria en capital y tecnología para el crecimiento de la productividad, así como debilitando la capacidad de los Estados para responder a sus necesidades”.
Visita oficial en Londres
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, encabezó una visita oficial a las oficinas de la National Crime Agency (NCA), el organismo homólogo al FBI en el Reino Unido. Según se indicó en un comunicado de prensa del Ministerio de Seguridad Nacional, durante ese encuentro se avanzó en la definición de políticas conjuntas entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y la NCA, orientadas a combatir las amenazas que representan las organizaciones criminales transnacionales para la integridad territorial, los sistemas democráticos y la libertad de los ciudadanos.
Se agregó, además, que “en el marco de la agenda de trabajo, y en vísperas del debate en la Argentina sobre el régimen penal juvenil, la delegación se trasladó a un centro de detención de menores infractores con causas de extrema gravedad. Allí se analizaron en profundidad los sistemas de rehabilitación y reinserción educativa aplicados a menores en conflicto con la ley penal en el Reino Unido, donde la edad de imputabilidad se establece a partir de los 10 años”.