Frases, oraciones y lecturas para el miércoles de cenizas

En esta jornada de reflexión y ayuno se pueden compartir dedicatorias y rezos con la finalidad de una conversión espiritual

Mar 5, 2025 - 18:39
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Frases, oraciones y lecturas para el miércoles de cenizas

El miércoles de cenizas es el día que marca el inicio de la Cuaresma y es una jornada de conversión y arrepentimiento para los católicos, con miras a la Pascua, y una excelente oportunidad para recurrir a frases y oraciones alusivas.

Se trata de una fecha de suma importancia para la Iglesia católica en la que la ceniza simboliza la humildad ante Dios y la reflexión y arrepentimiento de los pecados.Durante esta jornada se utilizan las cenizas de los olivos del año anterior

Al igual que lo que sucede en los viernes de la Cuaresma, es un día en el que rige la abstinencia de comer carnes y una oportunidad para ofrecer a Dios un sacrificio en pos de lograr una conversión espiritual.

Para conmemorar el miércoles de cenizas es posible compartir algunas frases referidas a la fecha o elevar una oración vinculada a este día reflexivo.

Frases para el Miércoles de Cenizas

  • Jesús, que cada sacrificio que haga en esta Cuaresma sea una muestra de mi amor por Ti y por los demás.
  • Señor, enséñame a ofrecer mis pequeñas renuncias con alegría y generosidad, recordando todo lo que hiciste por mí.
  • Señor, dame la gracia de desapegarme de lo material y de buscarte con todo mi corazón.
  • Jesús, dame la gracia de orar no solo con palabras, sino también con mis acciones y mi testimonio de vida.
  • Padre bueno, ayúdame a reconocer mis debilidades y a trabajar en ellas con humildad y paciencia.
  • Señor, que el arrepentimiento sincero sea el primer paso para cambiar y mejorar cada día.
  • Señor, dame la gracia de ver a los demás con compasión y de tratar a todos con bondad y paciencia.
¿Qué es la Cuaresma?

Oraciones para el Miércoles de Cenizas

  • Señor, en este Miércoles de Ceniza, te pedimos que nos ayudes a reconocer nuestras faltas y a empezar este tiempo de Cuaresma con un corazón sincero y dispuesto a cambiar.
  • Padre misericordioso, que esta ceniza en nuestra frente nos recuerde que somos polvo y al polvo volveremos, pero en Ti encontramos la vida eterna.
  • Jesús, acompáñanos en este camino de conversión, para que aprendamos a vivir con humildad, amor y generosidad hacia los demás.
  • Espíritu Santo, danos la fortaleza para renunciar a lo que nos aleja de Dios y para vivir esta Cuaresma con fe y esperanza. Señor, que este tiempo de oración, ayuno y caridad nos acerque más a Ti y nos ayude a preparar nuestro corazón para la alegría de la Pascua.
Las cenizas simbolizan el arrepentimiento y la humildad

Lecturas en el miércoles de cenizas

Evangelio (Mt 6,1-6.16-18): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.

Joel (2, 12-18): Ahora dice el Señor: Vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios, porque Él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y rico en fidelidad, y se arrepiente de sus amenazas. ¡Quién sabe si él no se volverá atrás y se arrepentirá, y dejará detrás de sí una bendición: la ofrenda y la libación para el Señor, su Dios! ¡Toquen la trompeta en Sión, prescriban un ayuno, convoquen a una reunión solemne, reúnan al pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Que el recién casado salga de su alcoba y la recién casada de su lecho nupcial! Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, los ministros del Señor, y digan: “¡Perdona, Señor, a tu pueblo, no entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?” El Señor se llenó de celos por su tierra y se compadeció de su pueblo.