El calor extremo puede hacerte envejecer tanto como fumar: Esto dicen los científicos

Un reciente estudio revela que la exposición prolongada al calor extremo puede acelerar el envejecimiento a nivel molecular, de forma comparable a los efectos del tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol. Esta investigación, liderada por expertos de la Universidad del Sur de California, plantea preocupaciones sobre los impactos del cambio climático en la salud humana.

¿Cómo el calor puede hacerme envejecer?

De acuerdo con la investigación, la exposición prolongada a temperaturas elevadas puede dejar una marca en nuestro organismo, afectando el llamado reloj biológico. Este fenómeno se mide a través de relojes epigenéticos, herramientas científicas que analizan patrones de metilación del ADN para estimar la edad biológica de una persona. Cuanto más rápida es la aceleración de estos relojes, mayor es el envejecimiento a nivel celular.

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El envejecimiento epigenético acelerado no solo implica una apariencia más envejecida, sino también un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y deterioro cognitivo. Además, la exposición constante al calor puede desencadenar inflamación crónica, otro factor clave en el proceso de envejecimiento.

Lo que revela el estudio

Los investigadores analizaron datos de más de 5 mil adultos mayores de 56 años, recopilados a través del Health and Retirement Study (HRS) en Estados Unidos. Se compararon las tasas de envejecimiento biológico en personas expuestas a diferentes niveles de calor ambiental.

Aquellos que vivían en zonas con temperaturas extremadamente altas, como Phoenix, mostraron un envejecimiento epigenético acelerado de hasta 14 meses en comparación con quienes residían en climas más templados, como Seattle.

Para medir la exposición al calor, se utilizó el índice de calor, que combina temperatura y humedad. Los resultados fueron consistentes incluso después de ajustar por factores como nivel socioeconómico, estilo de vida y acceso a aire acondicionado.

El calor tiene un impacto similar al tabaquismo

“El impacto del calor en el envejecimiento es comparable al efecto de fumar y beber”, señaló Eunyoung Choi, gerontóloga de la USC y autora principal del estudio. Esta aceleración puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades asociadas con la edad, como la demencia, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

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Además, los efectos del calor no son inmediatos. El estudio encontró que la exposición acumulativa durante varios años puede tener un impacto duradero en la biología del envejecimiento, lo que subraya la necesidad de tomar medidas preventivas a largo plazo.

Factores de riesgo y desigualdad climática

El estudio también subraya cómo el acceso limitado a sistemas de enfriamiento, como el aire acondicionado, y las condiciones socioeconómicas pueden agravar los efectos del calor extremo. Las zonas urbanas con menor vegetación tienden a formar “islas de calor” que exponen a las comunidades vulnerables a mayores riesgos para su salud.

Las personas mayores, quienes ya son biológicamente más susceptibles al calor, enfrentan un mayor riesgo. También se destacó que quienes viven en barrios con menor acceso a infraestructura verde o sin suficientes recursos para enfrentar olas de calor extremas, pueden sufrir consecuencias aún más severas.

¿Qué se puede hacer?

Para mitigar los efectos del calor en la salud pública, los investigadores recomiendan:

• Mejorar el acceso al aire acondicionado en hogares vulnerables.
• Implementar infraestructura verde para reducir el calor urbano, como plantar más árboles y crear espacios verdes.
• Promover políticas de adaptación climática en comunidades con mayor exposición térmica.
• Aumentar la conciencia pública sobre los riesgos del calor extremo y las medidas preventivas.
• Monitorear la salud de los adultos mayores durante periodos de altas temperaturas.

Además, fomentar la investigación adicional es clave para comprender mejor la relación entre el calor y el envejecimiento epigenético. Estudios longitudinales y ensayos clínicos ayudarían a identificar intervenciones efectivas para mitigar estos efectos.

Aunque se necesitan más estudios para confirmar una relación causal directa, estos hallazgos refuerzan la importancia de considerar el calor extremo como un factor ambiental crítico para la salud. Con el aumento de las olas de calor debido al cambio climático, tomar medidas preventivas es esencial para proteger el bienestar de las poblaciones más vulnerables.