Flores Solidarias, un proyecto pionero que da empleo a personas sin hogar: "Descubren lo que es sentirse querido"

"No podía comprender cómo alguien podía morir de frío una noche en Valencia", relata a 20minutos Mateo Blay. Hace más de diez años, tras la muerte de dos jóvenes durante una noche invernal, este valenciano decidió repartir sacos de dormir a las personas que vivían en la calle: "Me dijeron que era una buena iniciativa pero no la solución. Entonces tuve un cruce creativo y decidí aprovechar la ocasión para formalizar el proyecto". Este fue el germen de la iniciativa Flores Solidarias.

La pandemia de 2020, sin embargo, obligó a Mateo a parar y fue después, gracias al impulso de su amigo Arturo Grau, cuando el proyecto realmente se consolidó. Flores Solidarias es ahora una empresa valenciana con trasfondo social que proporciona trabajo y vivienda a personas sin hogar a través de la confección de ramos de flores. En octubre abrieron una floristería online, la primera de estas características en España, cuyos empleados -cuatro actualmente- trabajan confeccionando ramos que pueden ser distribuidos por mensajería a hogares de toda la Península y Portugal.

Mateo explica que el valor de este negocio radica en la misión social de ayudar en su camino hacia una vida autónoma a quienes enfrentan el sinhogarismo: "Cuando están en la calle, sienten que nadie los quiere. Lo primero que reciben al llegar a la empresa es el mensaje de 'me importas', que es lo que más aprecian".

Más allá de un oficio

Mateo decidió centrar su proyecto en las flores porque para él tienen un significado especial. Cuenta que ya de joven se dedicaba a repartir por su pueblo flores que un vecino desechaba. Era una forma de darles una utilidad y de tener un bonito gesto con los demás. "Hoy, somos pioneros en dar trabajo a personas excluidas", comenta.

"Nos gustaría que, en un futuro y en cualquier ciudad del mundo, existiera Flores Solidarias ofreciendo su servicio", anhela este ingeniero de profesión, deseo que comparte con Arturo. Con ellos colabora la Asociación Natania, una entidad comprometida con la inclusión social de personas sin hogar. Desde esta fundación y a través de un exhaustivo proceso de selección, que cuenta con la ayuda de trabajadores sociales y psicólogos, eligen a las personas aptas para entrar a trabajar en Flores Solidarias. También cooperan con el proyecto el Ayuntamiento de Valencia, a través del Centro de Atención a los Sin Techo (Cast), y la Red de Atención a Personas Sin Hogar.

Según sus creadores, Flores Solidarias fomenta además un modelo de negocio local y sostenible: al adquirir flores de agricultores valencianos contribuyen al fortalecimiento de la economía local y reducen la huella de carbono. Su estrategia comercial ofrece la posibilidad de comprar un ramo de forma puntual -entre 35 y 85 euros- o a través de suscripciones semanales, quincenales o mensuales -de 35 a 240 euros-, lo que garantiza un flujo de ingresos constante. Cada cien suscripciones, la empresa crece y quiere dar trabajo a una persona sin hogar al año.

'Trampolín' hacia la consolidación de una vida digna

Según relata a 20minutos Rodrigo Candela, gerente de la empresa, más allá de formación laboral y un contrato indefinido, ofrecen apoyo psicosocial. "Lo que hacemos es dar una buena acogida, siempre acompañada de un sostén emocional, muy necesario para ellos. Además, tenemos una maestra florista que da las clases de formación, con las que ya llevan cuatro meses", explica.

Las cuatro personas que trabajan actualmente en la floristería eran personas sin hogar que ahora residen en viviendas sociales, adjudicadas gracias a la colaboración con esta causa del Ayuntamiento de Valencia y del Cast. Mateo explica que, tras su paso por la floristería, los empleados entran asimismo en el programa Incorpora de CaixaBank, que facilita su integración en el mundo laboral: "Consideramos que un año en la empresa es un buen periodo de tiempo para que aprendan, a la vez que liberamos plazas que ocuparán nuevas personas en exclusión social la próxima temporada".

La barrera de la vivienda

El fenómeno del sinhogarismo representa uno de los mayores desafíos sociales pendiente en muchos países del mundo: en España, alrededor de 30.000 personas sufren esta problemática, según recogió el Instituto Nacional de Estadística en 2022. La Comunidad Valenciana contabilizó, a través de un estudio realizado en 2021, a unas 754 personas sin hogar, 352 de las cuales sobreviven en la calle. Todas ellas expresaron la dificultad añadida para poder buscar y mantener un empleo sin tener un hogar.

La vivienda se establece como la primera opción para salir del sinhogarismo: un 38% la considera su mayor necesidad, según el estudio realizado en Valencia hace tres años. El trabajo ocupa el segundo lugar, seguido de formación y asistencia sociales, cuestiones que incluyen apoyo burocrático y educativo.

En este contexto, Flores Solidarias pretende facilitar el acceso a una vivienda a la vez que fomenta la autonomía y responsabilidad de las personas que están en su plantilla. Mateo recalca que su proyecto no solo consiste en vender flores: "Cada historia de superación nos recuerda que ellos vuelven a sentirse queridos y valorados. Esta iniciativa les cambia la vida".