Este Gobierno es un bache
No ahorra hoy calificativos Adriano a la decisión del Gobierno de rebajar la velocidad máxima en la A-49 por el mal estado del firme que el ejecutivo achaca a «los temporales» a pesar de que ya se conocía e3n 2024. Una nueva limitación que generará más atascos y que será permanente hasta que el Ministerio de Transportes se digne a aprobar, licitar y ejecutar la mejora integran de esta autopista internacional: «La orden de rebajar la velocidad máxima autorizada en la Autopista A 49, Sevilla-Huelva-Portugal, debido al mal estado del firme es la consecuencia de la ineptitud de este Gobierno. Intentar justificarlo en las lluvias del invierno es igualmente representativo de su habitual culto a la mentira. El lamentable estado de esta carretera, una vía internacional de las más transitadas de la comunidad, tiene su origen en una irresponsable y permanente falta de mantenimiento por parte del Ministerio de Transportes, que bien podría llamarse de inmovilidad. Prueba de todo lo dicho es que no es el único caso en España sino una dinámica habitual producto de la incompetencia y la mala gestión».
No ahorra hoy calificativos Adriano a la decisión del Gobierno de rebajar la velocidad máxima en la A-49 por el mal estado del firme que el ejecutivo achaca a «los temporales» a pesar de que ya se conocía e3n 2024. Una nueva limitación que generará más atascos y que será permanente hasta que el Ministerio de Transportes se digne a aprobar, licitar y ejecutar la mejora integran de esta autopista internacional: «La orden de rebajar la velocidad máxima autorizada en la Autopista A 49, Sevilla-Huelva-Portugal, debido al mal estado del firme es la consecuencia de la ineptitud de este Gobierno. Intentar justificarlo en las lluvias del invierno es igualmente representativo de su habitual culto a la mentira. El lamentable estado de esta carretera, una vía internacional de las más transitadas de la comunidad, tiene su origen en una irresponsable y permanente falta de mantenimiento por parte del Ministerio de Transportes, que bien podría llamarse de inmovilidad. Prueba de todo lo dicho es que no es el único caso en España sino una dinámica habitual producto de la incompetencia y la mala gestión».
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