Es una niña, no un varón: vuelco en la interpretación de la escultura romana encontrada en Pamplona

Tras estar desaparecida durante un siglo, la estatua de bronce regresó a Pamplona para su estudio y exposición. Ahora un informe revela que se trata de la representación de una niña ciudadana romana y no de un hombre, como se creíaUna escultura romana de bronce que se creía desaparecida regresa a Pamplona un siglo después En un principio se pensó que se trataba de una representación de la diosa Ceres. Posteriormente, fue catalogada como el 'Togado de Pompelo', creyendo que se trataba de un varón. Ahora, un estudio encargado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana revela que en realidad se trata de una niña. Más de un siglo después de su aparición entre los escombros en la calle Navarrería de Pamplona y tras estar en paradero desconocido hasta el año 2015, la interpretación sobre una estatua romana en bronce del siglo I d.C. ha dado un vuelco a la espera de que sea analizada en mayor profundidad. La escultura togada fue encontrada en el transcurso de unas obras en la calle Navarrería de Pamplona en 1895 y se le perdió la pista en 1906. Tan solo se tenía constancia de su existencia por una fotografía en blanco y negro realizada por el historiador Julio Altadill publicada en 1911. No fue hasta el 2015 cuando se pudo localizar. Fue de forma fortuita. En ese año, el director del Museo de Alicante, Manuel Olcina Doménech, acudió a un congreso en Alen (Alemania) para dar una ponencia sobre bronces romanos hallados en la antigua Hispania. En su presentación mostró la imagen de Julio Altadill para referirse al Togado “perdido” de Pompelo. Se dio la casualidad de que en la sala, entre el público, se encontraba la historiadora Carol C. Mattusch, quien años atrás, en 1996 la había visto en una exposición en Estados Unidos, que la identificó. Tras dar con ella, en 2023 el Gobierno de Navarra adquirió a su propietario la pieza por un precio de 572.610,88 euros, si bien ya había regresado a Pamplona un año antes en forma de préstamo. Desde entonces, la escultura ha sido objeto de estudios científicos, tanto de carácter técnico, como históricos y artísticos con el objeto de conocer en profundidad la pieza. Así, unos meses después, en octubre de 2024 el Museo de Navarra acogió la primera sesión de la XI Reunión de Escultura Romana en Hispania, un encuentro internacional especializado organizado por la Universidad de Navarra. Allí se presentó el 'Togado de Pompelo' a los máximos especialistas en la escultura romana en Hispania con el objetivo de que los expertos pudieran aportar su conocimiento sobre la pieza. Entre los participantes se encontraba el doctor alemán Hans Rupprecht Goette, reconocido como una autoridad mundial en estatuaria de la Antigüedad clásica, muy particularmente de los togados. Fue él quien comunicó a los organizadores del encuentro su convicción de que la figura se trataba en realidad de la representación de una niña y recomendó la opinión de la especialista Carmen Marcks-Jacob, de la Universidad Humboldt de Berlín, autora en 2005 de un artículo que incluía una interpretación distinta de esta pieza a raíz de la fotografía realizada por Altadill en 1911. El Museo de Navarra encargó a los expertos alemanes un estudio especializado, que sigue en curso, pero del que se dispone ya de un informe previo. En él se reafirma la idea de que la escultura se trata en realidad de una niña. En concreto, Carmen Marck-Jacob apunta que es una niña ciudadana romana “de entre 10 y 12 años” vestida con la toga pretexta. Según explica en conversación con elDiario.es/Navarra, ha llegado a esa conclusión a partir de dos indicios. El primero, su vestimenta: una túnica larga por debajo de la toga que le llega hasta los pies. “Los varones no llevaban nunca toga con túnica larga, la de ellos era más corta”, aduce. El segundo, el haz de espigas que porta en su mano derecha. “Sería un símbolo para Ceres, la diosa de la fertilidad, como un presagio de la buena fortuna de esa niña, que algún día llegará a casarse y a tener hijos. Digamos la vida completa de una ciudadana romana”, añade. A ello, se suma el tamaño de la pieza, 127 centímetros, acorde al de una niña de esa edad en la época. “Las niñas ciudadanas romanas solteras y nacidas libres vestían la toga pretexta. Es muy claro que aquí tenemos a una niña romana con el derecho de ciudadanía representada con el atuendo oficial”, solemniza la experta Carmen Marck-Jacob. Se trataría así de la única representación en bronce de una niña vestida con toga. “Existen varias representaciones de niña realizadas en bronce, pero con toga ninguna. Esta es la única por el momento”, apostilla.

Mar 23, 2025 - 07:25
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Es una niña, no un varón: vuelco en la interpretación de la escultura romana encontrada en Pamplona

Es una niña, no un varón: vuelco en la interpretación de la escultura romana encontrada en Pamplona

Tras estar desaparecida durante un siglo, la estatua de bronce regresó a Pamplona para su estudio y exposición. Ahora un informe revela que se trata de la representación de una niña ciudadana romana y no de un hombre, como se creía

Una escultura romana de bronce que se creía desaparecida regresa a Pamplona un siglo después

En un principio se pensó que se trataba de una representación de la diosa Ceres. Posteriormente, fue catalogada como el 'Togado de Pompelo', creyendo que se trataba de un varón. Ahora, un estudio encargado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana revela que en realidad se trata de una niña. Más de un siglo después de su aparición entre los escombros en la calle Navarrería de Pamplona y tras estar en paradero desconocido hasta el año 2015, la interpretación sobre una estatua romana en bronce del siglo I d.C. ha dado un vuelco a la espera de que sea analizada en mayor profundidad.

La escultura togada fue encontrada en el transcurso de unas obras en la calle Navarrería de Pamplona en 1895 y se le perdió la pista en 1906. Tan solo se tenía constancia de su existencia por una fotografía en blanco y negro realizada por el historiador Julio Altadill publicada en 1911. No fue hasta el 2015 cuando se pudo localizar. Fue de forma fortuita. En ese año, el director del Museo de Alicante, Manuel Olcina Doménech, acudió a un congreso en Alen (Alemania) para dar una ponencia sobre bronces romanos hallados en la antigua Hispania. En su presentación mostró la imagen de Julio Altadill para referirse al Togado “perdido” de Pompelo. Se dio la casualidad de que en la sala, entre el público, se encontraba la historiadora Carol C. Mattusch, quien años atrás, en 1996 la había visto en una exposición en Estados Unidos, que la identificó.

Tras dar con ella, en 2023 el Gobierno de Navarra adquirió a su propietario la pieza por un precio de 572.610,88 euros, si bien ya había regresado a Pamplona un año antes en forma de préstamo. Desde entonces, la escultura ha sido objeto de estudios científicos, tanto de carácter técnico, como históricos y artísticos con el objeto de conocer en profundidad la pieza.

Así, unos meses después, en octubre de 2024 el Museo de Navarra acogió la primera sesión de la XI Reunión de Escultura Romana en Hispania, un encuentro internacional especializado organizado por la Universidad de Navarra. Allí se presentó el 'Togado de Pompelo' a los máximos especialistas en la escultura romana en Hispania con el objetivo de que los expertos pudieran aportar su conocimiento sobre la pieza. Entre los participantes se encontraba el doctor alemán Hans Rupprecht Goette, reconocido como una autoridad mundial en estatuaria de la Antigüedad clásica, muy particularmente de los togados. Fue él quien comunicó a los organizadores del encuentro su convicción de que la figura se trataba en realidad de la representación de una niña y recomendó la opinión de la especialista Carmen Marcks-Jacob, de la Universidad Humboldt de Berlín, autora en 2005 de un artículo que incluía una interpretación distinta de esta pieza a raíz de la fotografía realizada por Altadill en 1911.

El Museo de Navarra encargó a los expertos alemanes un estudio especializado, que sigue en curso, pero del que se dispone ya de un informe previo. En él se reafirma la idea de que la escultura se trata en realidad de una niña. En concreto, Carmen Marck-Jacob apunta que es una niña ciudadana romana “de entre 10 y 12 años” vestida con la toga pretexta. Según explica en conversación con elDiario.es/Navarra, ha llegado a esa conclusión a partir de dos indicios. El primero, su vestimenta: una túnica larga por debajo de la toga que le llega hasta los pies. “Los varones no llevaban nunca toga con túnica larga, la de ellos era más corta”, aduce. El segundo, el haz de espigas que porta en su mano derecha. “Sería un símbolo para Ceres, la diosa de la fertilidad, como un presagio de la buena fortuna de esa niña, que algún día llegará a casarse y a tener hijos. Digamos la vida completa de una ciudadana romana”, añade. A ello, se suma el tamaño de la pieza, 127 centímetros, acorde al de una niña de esa edad en la época.

“Las niñas ciudadanas romanas solteras y nacidas libres vestían la toga pretexta. Es muy claro que aquí tenemos a una niña romana con el derecho de ciudadanía representada con el atuendo oficial”, solemniza la experta Carmen Marck-Jacob. Se trataría así de la única representación en bronce de una niña vestida con toga. “Existen varias representaciones de niña realizadas en bronce, pero con toga ninguna. Esta es la única por el momento”, apostilla.

La consejera de Cultura, Deporte y Turismo, Rebeca Esnaola (3i), la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jover (2i) y la investigadora Carmen Marcks-Jacobs (4i) presentan las últimas investigaciones sobre la estatua togada de Pompelo así como la nueva propuesta expositiva.

Un siglo más antigua

La experta en estatuas romanas indica que la estatua podría tener un significado funerario o bien haber formado parte de un grupo escultórico familiar. “Me inclino más por esta segunda hipótesis. Pienso que la estatua originalmente estaba erigida en el centro urbano de la ciudad como parte de un monumento honorario a su familia y acompañada de las figuras de sus padres y hermanos si los tuviera”. Lo sustenta en el hecho de que la estatua fuese encontrada en el casco urbano de Pamplona junto con otros escombros, trozos de esculturas, un capitel o un busto femenino de bronce, entre otros restos.

“Sabemos que el foro flavio de Pompelo en el siglo III se desmanteló por un incendio y los habitantes decidieron no restablecerlo. Así, echaron los restos que no se iban a usar, también las estatuas, a una capa de escombros que se ha encontrado al excavar en la ciudad. Creo que pertenece a esa capa de escombros”, sostiene Carmen Marck-Jacob.

Además del vuelco en la interpretación, también ha habido un cambio en cuanto a la datación de la escultura. Inicialmente, se había fechado en el siglo II d.C., pero los nuevos análisis de la pieza la sitúan un siglo antes, en el I d.C., en concreto entre el año 1 y el 37 d.C. Esta nueva datación responde a dos argumentos. El primero, el tipo de toga que inicialmente estaba representado en la escultura. “En la foto de 1911 se ve que tenía unos agujeros que fueron tapados en una restauración. Sabemos que las togas de esa época tenían esos agujeros”. El otro, de nuevo la longitud de la túnica, más propio del siglo I d.C.

A la espera de conocer los resultados definitivos del informe, la escultura se encuentra en el Museo de Navarra ya catalogada como una “niña togada” y no como un hombre, y se puede visitar desde esta semana.

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