En fotos: los refugiados que trajeron vida a un pequeño pueblo olvidado de España

Con una población escasa y anciana, el pueblo rural español de Burbáguena “se moría” por la muerte de las personas mayores y la decisión de los jóvenes de partir en busca de mejores oportunidades

Feb 21, 2025 - 04:58
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En fotos: los refugiados que trajeron vida a un pequeño pueblo olvidado de España

En 2021 la asociación Accem, que nació a mediados del siglo XX para ayudar a los emigrantes españoles, eligió este pequeño pueblo de la provincia interior de Teruel, en Aragón (norte), para abrir un centro de solicitantes de protección internacional lo que llevó al pueblo a volver a ver sus calles repletas de familias y niños. “Ver a tantos niños es una maravilla”, dicen ahora los vecinos.Vista del pueblo de Burbáguena, cerca de Teruel. Con una población escasa y envejecida, Desde su apertura en mayo de 2021, el centro atendió a más de 1000 personas que aguardan el visto bueno de las autoridades españolas para quedarse definitivamente. Los antiguos habitantes que nunca abandonaron el pueblo siguen disfrutando de la tranquilidad de sus calles.Antes, Burbáguena tenía unos 200 habitantes y hoy supera los 350.Al menos un centenar se instaló en la zona, muy necesitada de revitalización.En el pueblo esperan que la población siga creciendo.Se recuperó el servicio de autobús escolar a Calamocha y la farmacia, el bar y la panadería pueden abrir casi a diario. El panadero Jesús Peribáñez, de 64 años, prepara una tanda de pasteles en su panadería, además reparte pan a 14 pueblos cercanos, y próximo a la jubilación, está intentando que alguien continúe con su negocio.Mientras esperan la aceptación para residir en el país, los refugiados realizan diferentes tareas que ayudan a la activación económica del pueblo.Varios refugiados se reúnen frente a la residencia de la asociación Accem.Durante la estadía los más pequeños pueden asistir al jardín de infantes y relacionarse con otros niños.Entre la espera a ser admitidos y las tareas cotidianas, los refugiados realizan diferentes actividades como jugar al fútbol.El centro acoge a personas de Venezuela, Colombia, Perú, Mali, Nigeria, Burkina Faso, Senegal, Afganistán y Ucrania, una cuarta parte de ellos niños en edad escolar.
El pueblo lentamente va recuperando vida en sus calles.Dos personas esperan la llegada del autobús que estaba a punto de dejar de funcionar.

Fotos: Josep Lago / AFP

Edición Fotográfica: Fernanda Corbani