El truco que usan los profesionales con los guantes de limpieza para que no molesten. Lo hemos hecho mal siempre
A la hora de limpiar la casa y mantener una correcta higiene, solemos pensar en elementos básicos como productos de limpieza y accesorios, tales como estropajos o bayetas. Sin embargo, los guantes de limpieza son un imprescindible que, en muchas ocasiones, no utilizamos correctamente. Podría parecer que un objeto tan sencillo como los guantes no esconde ningún secreto, pero esta idea es un error. Si en su momento sorprendieron los trucos con papel de aluminio o bolsas de basura, los guantes de limpieza se convierten en el tercer capítulo de esta serie de descubrimientos. Un gesto sencillo y efectivo Imagen | Rosa Ecosanes Los guantes destinados a la limpieza son una herramienta esencial para proteger las manos del contacto con productos químicos y suciedad. No obstante, un uso inadecuado puede generar molestias y reducir su efectividad. Uno de los errores más comunes al emplearlos es descuidar el ajuste en la zona del antebrazo. Si se mantienen demasiado tensos o estirados, existe el riesgo de que el agua y los productos de limpieza resbalen por el brazo y terminen en el interior del guante. Esto no solo empapa la piel, provocando una sensación incómoda, sino que también puede causar irritaciones o reacciones adversas debido a la exposición prolongada a sustancias químicas. Afortunadamente, evitar este problema es tan fácil como aplicar un pequeño truco que muchos profesionales de la limpieza utilizan. Consiste en, con el guante completamente seco, realizar un ligero dobladillo hacia el exterior. Si no queda claro, la cuenta de TikTok @rosaecosanes lo explica detalladamente. @rosa.ecosanes Evitar que te entre agua dentro del guante
A la hora de limpiar la casa y mantener una correcta higiene, solemos pensar en elementos básicos como productos de limpieza y accesorios, tales como estropajos o bayetas. Sin embargo, los guantes de limpieza son un imprescindible que, en muchas ocasiones, no utilizamos correctamente.
Podría parecer que un objeto tan sencillo como los guantes no esconde ningún secreto, pero esta idea es un error. Si en su momento sorprendieron los trucos con papel de aluminio o bolsas de basura, los guantes de limpieza se convierten en el tercer capítulo de esta serie de descubrimientos.
Un gesto sencillo y efectivo
Imagen | Rosa Ecosanes
Los guantes destinados a la limpieza son una herramienta esencial para proteger las manos del contacto con productos químicos y suciedad. No obstante, un uso inadecuado puede generar molestias y reducir su efectividad.
Uno de los errores más comunes al emplearlos es descuidar el ajuste en la zona del antebrazo. Si se mantienen demasiado tensos o estirados, existe el riesgo de que el agua y los productos de limpieza resbalen por el brazo y terminen en el interior del guante. Esto no solo empapa la piel, provocando una sensación incómoda, sino que también puede causar irritaciones o reacciones adversas debido a la exposición prolongada a sustancias químicas.
Afortunadamente, evitar este problema es tan fácil como aplicar un pequeño truco que muchos profesionales de la limpieza utilizan. Consiste en, con el guante completamente seco, realizar un ligero dobladillo hacia el exterior. Si no queda claro, la cuenta de TikTok @rosaecosanes lo explica detalladamente.
