El sindicato de jugadores liderado por Djokovic declara la guerra a la ATP, WTA, ITF y ITIA con una demanda histórica
La Asociación de Jugadores de Tenis Profesionales (PTPA) fundada y liderada por Novak Djokovic ha declarado la guerra a los principales organismos rectores...

La Asociación de Jugadores de Tenis Profesionales (PTPA), fundada y liderada por Novak Djokovic, ha declarado la guerra a los principales organismos rectores del tenis: la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), la Asociación de Mujeres Tenistas (WTA), la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la Agencia Internacional por la Integridad del Tenis (ITIA), con una demanda ante los tribunales por la manera en la que llevan la gestión actual del deporte a través de un "sistema corrupto, ilegal y abusivo".
Las medidas legales han sido anunciadas en un extenso comunicado en el que aseguran que "el tenis está destrozado", en palabras de Ahmad Nassar, Director Ejecutivo de la PTPA. "Tras la fachada glamurosa que promueven los Demandados, los jugadores están atrapados en un sistema injusto que explota su talento, reduce sus ingresos y pone en peligro su salud y seguridad", detalla.
En el escrito, la asociación asegura haber "agotado todas las opciones de reforma mediante el diálogo" y señala que los "órganos rectores no han dejado otra opción que exigir responsabilidades ante los tribunales" para salvar al tenis de cara "a las futuras generaciones de jugadores y aficionados".
A continuación, el comunicado enumera las quejas que presenta ante tribunales de Estados Unidos, en Reino Unido y en la Unión Europea tras lograr el consenso entre "los más de 250 mejores jugadores masculinos y femeninos, incluida la mayoría de los 20 mejores jugadores" de cada circuito.
1. Colusión para reducir la competencia
Los demandados han celebrado acuerdos y convenios para suprimir la competencia entre torneos que, en un mercado competitivo, podrían ofrecer a los jugadores mayores oportunidades de ingresos. Estas restricciones ilegales permiten al cártel pagar compensaciones artificialmente bajas a los tenistas profesionales, eliminar la competencia entre ellos e impedir la entrada de posibles competidores al mercado.
2. Amaño de premios monetarios y supresión de ganancias de los jugadores
Los demandados se confabulan para limitar los premios monetarios que otorgan los torneos y limitar la capacidad de los jugadores para ganar dinero fuera de la cancha, en lugar de permitir que el libre mercado dicte las cantidades que ganan los jugadores. Las acciones legales demuestran específicamente cómo los demandados se confabulan y rechazan las solicitudes de los dueños de los torneos para aumentar los premios, asegurando así que el sistema siga amañado a su favor.
3. La tiranía de los puntos
Los demandados imponen un sistema draconiano de "Puntos de Clasificación" que dicta en qué torneos pueden competir los jugadores, cuánta compensación reciben y si reciben ciertas oportunidades de patrocinio. El sistema excluye a los jugadores de cualquier evento alternativo que pudiera existir en un mercado libre y los obliga a competir únicamente en los torneos de los demandados si quieren jugar tenis profesional.
Un jugador se desplomó en la cancha bajo un calor extremo
4. Un calendario insostenible
La temporada profesional de tenis se extiende durante 11 meses al año, dejando poco o ningún tiempo para que los jugadores descansen y se recuperen. El calendario, insostenible, obliga a los jugadores a viajar con su propio dinero y gestionar su propia logística para participar en docenas de torneos en seis continentes. Pasar tiempo con la familia o recuperarse de lesiones implica renunciar a oportunidades de ganarse la vida y obtener codiciados puntos de clasificación.
5. Desprecio por los jugadores
Solo el año pasado, los jugadores se vieron obligados a competir bajo un calor de 38 grados, soportar partidos que terminaban a las 3 de la madrugada y jugar con pelotas de tenis diferentes y lesivas según la semana, lo que les provocó lesiones crónicas de muñeca, codo y hombro. En Miami, un jugador se desplomó en la cancha bajo un calor extremo, se vio obligado a retirarse del partido y pasó una noche en el hospital recuperándose. A los jugadores se les dice que esto es lo que conlleva el privilegio de ser tenista profesional.
6. Explotación financiera de jugadores
Los jugadores se ven obligados a ceder sus derechos de nombre, imagen y semejanza (NIL) sin ninguna compensación, lo que permite a los organismos rectores lucrarse con su identidad, a la vez que les impide conseguir ciertos patrocinios independientes y limita sin fundamento el número de patrocinadores que pueden tener. Tanto individualmente como en conjunto, estas restricciones reducen los ingresos de los jugadores y su capacidad para negociar mejores condiciones laborales, excluyen a competidores e impiden el crecimiento del deporte.
7. Violación de los derechos de privacidad
Los jugadores son sometidos a registros invasivos de sus dispositivos personales, pruebas de drogas aleatorias en plena noche e interrogatorios sin representación legal. La ITIA ha suspendido a jugadores sin el debido proceso basándose en pruebas endebles o inventadas. Los teléfonos de los jugadores son confiscados y registrados sin su consentimiento, una flagrante invasión de la privacidad que viola la ley y demuestra aún más el control absoluto que los Demandados ejercen sobre el mercado.
Como ocurre ahora en el mundo del pádel, los jugadores de tenis parecen dispuestos a pelear hasta las últimas consecuencias por sus decisiones, algo que podría traer cambios radicales... o desatar una guerra muy poco edificante para el popular deporte de raqueta.