El planeta donde llueven cristales o la 'Tierra 2.0': estos son mundos más extraños que la ciencia ha descubierto
Los científicos han hallado más de 5.800 exoplanetas en 4.300 sistemas planetarios en los últimos 40 años.

Han pasado casi 40 años desde que los científicos descubrieron el primer planeta fuera de nuestro Sistema Solar. Desde entonces, se han localizado más de 5.800 exoplanetas en 4.300 sistemas planetarios.
El diario The Sun ha recogido en un reportaje cuáles son los exoplanetas más peculiares que se han descubierto hasta el momento, y cuáles son sus características principales.
WASP-127b: el planeta de los vientos supersónicos
El gigante gaseoso WASP-127b tiene vientos supersónicos. De hecho, la ciencia considera que en este planeta se produce la corriente en chorro más rápida del universo conocido.
Su viento es tan rápido, casi 33.000 kilómetros por hora, que desgarraría el cuerpo de un ser humano. En comparación, los vientos más rápidos jamás descubiertos en nuestro Sistema Solar ocurren en Neptuno, y sólo alcanzan 1.930 km/h.
HD 189733 b: el planeta donde llueve vidrio
El planeta HD 189733 b destaca por dos cosas: su clima mortal y su olor. Según datos captados por el telescopio espacial James Webb, este exoplaneta tiene una atmósfera que huele a huevos podridos.
Los científicos lo saben por la presencia de sulfuro de hidrógeno en su atmósfera, lo que hace que el planeta huela a azufre.
Este planeta tiene aproximadamente el tamaño de Júpiter, el más grande de nuestro sistema solar, lo que significa que podría albergar alrededor de 1.300 Tierras en su interior, según la NASA.
Pero a diferencia de Júpiter, que es extremadamente frío, HD 189733 b se encuentra más cerca de su propia versión del Sol, lo que le ha hecho ganarse el apodo de 'el Júpiter caliente'.
Incluso en su lado oscuro, HD 189733 b alcanza temperaturas superiores a los 650 °C. En este exoplaneta también llueve vidrio, de forma lateral, por lo que según la NASA, "quedar atrapado bajo la lluvia en este planeta es más que una molestia: es una muerte por mil cortes".
TrES-2b : El exoplaneta más oscuro
El telescopio espacial Kepler de la NASA detectó TrES-2b, el exoplaneta más oscuro conocido, en 2011. Este planeta refleja menos del 1% de la luz que llega a él, lo que le permite disfrazarse casi por completo contra la oscuridad total del espacio.
"Es más oscuro que el trozo de carbón más negro, que la pintura acrílica oscura con la que se puede pintar", dijo David Kipping, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, quien codescubrió el planeta.
"Es simplemente ridículo lo oscuro que es este planeta", dice Kipping. Los científicos creen que el planeta es demasiado caliente para soportar cualquier capa de nubes, que puede reflejar la luz y hacer que los planetas sean fácilmente detectables para los astrónomos.
KELT-9b: El exoplaneta más caliente
KELT-9b es el exoplaneta más caliente jamás descubierto, con una temperatura superficial de 4.300 °C. También tiene un período orbital de sólo 36 días, lo que hace que un año en el planeta no dure más de 1,5 días terrestres.
"El factor de rareza es alto en KELT-9 b", dice John Ahlers, astrónomo de la Asociación de Investigación Espacial de Universidades en Columbia, Maryland, y del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
"Es un planeta gigante en una órbita muy cercana, casi polar, alrededor de una estrella que gira rápidamente, y estas características complican nuestra capacidad de comprender la estrella y sus efectos sobre el planeta", añade.
Kepler-452b : La 'Tierra 2.0'
Para que un planeta sea habitable, debe estar dentro de una zona donde el agua pueda existir en forma líquida en la superficie del planeta. Es el caso de Kepler-452b, que podría ser habitable, según los científicos.
Kepler-452b es el primer planeta de tamaño cercano a la Tierra que orbita alrededor de una estrella del tamaño del Sol, según la NASA.
Es aproximadamente un 60% más grande que la Tierra, lo que le da una mayor probabilidad de ser rocoso. A Kepler-452b le lleva sólo 20 días más orbitar su estrella que a la Tierra, lo que hace que nuestro año tenga aproximadamente la misma duración.