El pequeño pueblo de pescadores en Granada con un nombre 'maldito'
A esta localidad de apenas 1.000 habitantes situada a orillas del Mediterráneo se la conoce de otra manera, y es que su nombre oficial tiene intrínseco una historia que ha hecho a la villa ganarse la fama de tener 'mal fario'.

En España hay varios pueblos que están considerados como malditos, como es el caso de Trasmoz (Zaragoza) o de Ochate (Burgos), aunque en la mayoría de ocasiones tienen que ver más con lo sobrenatural y con lo fantasmagórico. Pero en el sur de la Península Ibérica, en la provincia de Granada, se encuentra una pequeña y bonita localidad con fama de tener 'mal fario' por otra cuestión muy diferente y a la que todo el mundo la llama de una manera distinta a su nombre oficial.
A orillas del Mediterráneo se ubica el pueblo pesquero de La Mamola, una villa de apenas 1.000 habitantes perteneciente al municipio de Polopos. A pesar de su pintoresco aspecto y de sus playas bañadas por aguas cristalinas, lo cierto es que esta villa granadina a una hora por carretera de La Alhambra esconde un pasado un tanto oscuro, por lo que muchos evitan decir su nombre y en su lugar la llaman 'El Pueblecillo'.
La 'maldición' de La Mamola y la pesca explosiva
El principal motor económico de La Mamola durante muchas décadas fue la pesca, pero sobre mediados del siglo XX comenzó a escasear y los pescadores tuvieron que recurrir a métodos muy poco ortodoxos para poder capturar peces y así poder llevar algo de dinero a casa: los marineros utilizaron explosivos para dinamitar el fondo marino del Mediterráneo y así conseguir más piezas de pescado.
Como es lógico, esa práctica llevada a cabo en la villa en las décadas de los 40 y los 50 era una aberración, por lo que muchos comenzaron a pensar que pronunciar en alto el nombre de La Mamola traería mal fario en un futuro. De esta manera, pusieron a la localidad el sobrenombre de 'El Pueblecillo', e incluso hoy en día muchos vecinos de poblaciones cercanas como Castillos de Baños de Abajo, Casarones o Los Yesos se refieren de esa manera a la localidad.
A pesar de su nombre 'maldito', lo cierto es que La Mamola es uno de los pueblos más bonitos de la costa granadina. Sus casas blancas contrastan con la oscura arena de la playa y los espigones que se adentran en las aguas del Mediterráneo, así como con los invernaderos construidos en las lomas que rodean a la localidad. Además, cerca se erige la fascinante Torre de Cautor, una antigua torreta de vigilancia en lo alto de un cerro que servía para avistar la llegada de piratas.
Cómo llegar a La Mamola desde Granada
Para llegar a La Mamola desde la ciudad de Granada, tan solo hay que coger la G-30 y la A-44 (Autovía de Sierra Nevada-Costa Tropical) para después salirse por la A-7 (Autovía del Mediterráneo) y, por último, encarar la N-340, que lleva directamente a la localidad costera. El trayecto por carretera es de una hora.