El nuevo juego de los aranceles

El presidente Donald Trump parece haber cambiado las reglas del comercio internacional con su afecto por los aranceles. Pero los gobiernos de muchos países venían ya generando obstáculos el comercio internacional desde hace un tiempo. Lo curioso es que esto ocurre mientras a la vez otros países continúan liberalizando el comercio. El comercio mundial muestra corrientes frías y cálidas que se entrecruzan. Hay comportamientos muy disimiles en el planeta: mientras EEUU, Canadá, México y China se entrelazan con amenazas (en algún caso concretadas) arancelarias; a la vez desde 2020 hasta hoy se han celebrado en el mundo 60 nuevos tratados de libre comercio regionales (según la OMC), entre los que se destacan los firmados entre Corea del Sur e Israel, la Union Europea y Nueva Zelanda, India y Australia, Reino Unido y Australia, Indonesia y Corea del Sur. Hay vigentes a la fecha 373 tratados de libre comercio regionales en el paneta y ellos están haciendo que el comercio suprafronterizo se concentre entre los socios que están dentro de esos pactos de modo creciente. Donald TrumpEl mundo se encuentra dividido entre restrictivistas por aranceles (EEUU y quienes imponen retaliaciones arancelarias contra EEUU), zonas que imponen exigencias no arancelarias crecientes (como ambientales, sanitarias o de seguridad) como la Union Europea, países que continúan abriendo sus mercados (especialmente en Asia) y zonas que no proponen grandes cambios pero son poco relevantes en su participación internacional (como Latinoamérica y África). Hace poco tiempo, la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, destacó que el valor del comercio abarcado por las 169 nuevas medidas restrictivas del comercio introducidas por los miembros de la OMC durante los 12 meses previos a mediados de octubre de 2024 se estimó en 887.700 millones de dólares EE.UU., medio billón de dólares más que el valor del comercio abarcado por las restricciones introducidas el año anterior, que fue de 337.100 millones de dólares EE.UU. Pero algo curioso es que Ngozi Okonjo-Iweala a la vez destacó un aumento simultaneo en el mundo de las medidas de facilitación del comercio, incluidas las reducciones arancelarias, los procedimientos de importación simplificados y la eliminación de las restricciones cuantitativas, que abarcaron un valor estimado de 1.440,4 billones de dólares estadounidenses en bienes comercializados durante el mismo período, lo que también supone un aumento de casi medio billón de dólares respecto de los 977,2 billones de dólares estadounidenses abarcados por las medidas de facilitación del comercio entre octubre de 2022 y octubre de 2023. Y también subrayó la tendencia positiva en el comercio de servicios, indicó que la mayoría de las 134 medidas relacionadas con los servicios introducidas durante el año pasado fueron de facilitación del comercio.Según UNCTAD en 2024 el mundo llegó al máximo del comercio internacional medido en dólares: casi 33 billones de dólares. El crecimiento anual de 2024 según la fuente fue del 3,3% y ha sido impulsado en gran medida por un aumento del 7% en el comercio de servicios (que aportó 500.000 millones de dólares a la expansión general), mientras el comercio de bienes ha crecido a un ritmo más lento del 2% este año, manteniéndose por debajo de su pico de 2022. Juicio Tiembla Estados Unidos | Bloquean otra medida del gobierno de Trump y lo obligan a dar marcha atrás con sus planes Pues bien: los cambios restrictivitas podrían frenar el comercio internacional, aunque no está claro aun en qué medida lo harían (las empresas se han convertido en muy resilientes en el ultimo lustro para enfrentar obstáculos serios y la revolución tecnológica ha concedido gran eficiencia).Pero hay algo inexorable: El mundo ya no es aquel espacio que buscaba integrar a todos. Y las políticas comerciales externas son disimiles según los casos. Y asistimos a un gran riesgo: si el planeta comienza una carrera de "guerra arancelaria" que restringe seriamente el comercio en frontera en general, eso afectará el comercio suprafronterizo y a toda la economía mundial. Estados Unidos aparece como el impulsor de esta nueva "era arancelaria" y Estados Unidos es la mayor potencia económica global, uno de los dos mayores actores del comercio internacional planetario (el otro es China), el mayor receptor histórico de inversión extranjera directa en su territorio y el país en el que crearon la mayor cantidad de empresas transnacionales: su accionar (restrictivo) en la materia puede tener un eco riesgoso, especialmente si se inicia una guerra arancelaria entre los mayores actores del comercio global (20 países generan la mitad de todo el comercio internacional planetario). La producción internacional está entrelazada y el 70% de todo el comercio internacional en el planeta (según OCDE) ocurre dentro de cadenas globales de valor. Un cambio de régimen global puede afectar no solo al comercio.Costo argentino Productividad: el diálogo con el sector privado

Mar 21, 2025 - 04:49
 0
El nuevo juego de los aranceles

El presidente Donald Trump parece haber cambiado las reglas del comercio internacional con su afecto por los aranceles. Pero los gobiernos de muchos países venían ya generando obstáculos el comercio internacional desde hace un tiempo. Lo curioso es que esto ocurre mientras a la vez otros países continúan liberalizando el comercio.

El comercio mundial muestra corrientes frías y cálidas que se entrecruzan. Hay comportamientos muy disimiles en el planeta: mientras EEUU, Canadá, México y China se entrelazan con amenazas (en algún caso concretadas) arancelarias; a la vez desde 2020 hasta hoy se han celebrado en el mundo 60 nuevos tratados de libre comercio regionales (según la OMC), entre los que se destacan los firmados entre Corea del Sur e Israel, la Union Europea y Nueva Zelanda, India y Australia, Reino Unido y Australia, Indonesia y Corea del Sur. Hay vigentes a la fecha 373 tratados de libre comercio regionales en el paneta y ellos están haciendo que el comercio suprafronterizo se concentre entre los socios que están dentro de esos pactos de modo creciente.

Donald Trump

El mundo se encuentra dividido entre restrictivistas por aranceles (EEUU y quienes imponen retaliaciones arancelarias contra EEUU), zonas que imponen exigencias no arancelarias crecientes (como ambientales, sanitarias o de seguridad) como la Union Europea, países que continúan abriendo sus mercados (especialmente en Asia) y zonas que no proponen grandes cambios pero son poco relevantes en su participación internacional (como Latinoamérica y África).

Hace poco tiempo, la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, destacó que el valor del comercio abarcado por las 169 nuevas medidas restrictivas del comercio introducidas por los miembros de la OMC durante los 12 meses previos a mediados de octubre de 2024 se estimó en 887.700 millones de dólares EE.UU., medio billón de dólares más que el valor del comercio abarcado por las restricciones introducidas el año anterior, que fue de 337.100 millones de dólares EE.UU. Pero algo curioso es que Ngozi Okonjo-Iweala a la vez destacó un aumento simultaneo en el mundo de las medidas de facilitación del comercio, incluidas las reducciones arancelarias, los procedimientos de importación simplificados y la eliminación de las restricciones cuantitativas, que abarcaron un valor estimado de 1.440,4 billones de dólares estadounidenses en bienes comercializados durante el mismo período, lo que también supone un aumento de casi medio billón de dólares respecto de los 977,2 billones de dólares estadounidenses abarcados por las medidas de facilitación del comercio entre octubre de 2022 y octubre de 2023. Y también subrayó la tendencia positiva en el comercio de servicios, indicó que la mayoría de las 134 medidas relacionadas con los servicios introducidas durante el año pasado fueron de facilitación del comercio.

Según UNCTAD en 2024 el mundo llegó al máximo del comercio internacional medido en dólares: casi 33 billones de dólares. El crecimiento anual de 2024 según la fuente fue del 3,3% y ha sido impulsado en gran medida por un aumento del 7% en el comercio de servicios (que aportó 500.000 millones de dólares a la expansión general), mientras el comercio de bienes ha crecido a un ritmo más lento del 2% este año, manteniéndose por debajo de su pico de 2022.

Pues bien: los cambios restrictivitas podrían frenar el comercio internacional, aunque no está claro aun en qué medida lo harían (las empresas se han convertido en muy resilientes en el ultimo lustro para enfrentar obstáculos serios y la revolución tecnológica ha concedido gran eficiencia).

Pero hay algo inexorable: El mundo ya no es aquel espacio que buscaba integrar a todos. Y las políticas comerciales externas son disimiles según los casos. Y asistimos a un gran riesgo: si el planeta comienza una carrera de "guerra arancelaria" que restringe seriamente el comercio en frontera en general, eso afectará el comercio suprafronterizo y a toda la economía mundial.

Estados Unidos aparece como el impulsor de esta nueva "era arancelaria" y Estados Unidos es la mayor potencia económica global, uno de los dos mayores actores del comercio internacional planetario (el otro es China), el mayor receptor histórico de inversión extranjera directa en su territorio y el país en el que crearon la mayor cantidad de empresas transnacionales: su accionar (restrictivo) en la materia puede tener un eco riesgoso, especialmente si se inicia una guerra arancelaria entre los mayores actores del comercio global (20 países generan la mitad de todo el comercio internacional planetario). La producción internacional está entrelazada y el 70% de todo el comercio internacional en el planeta (según OCDE) ocurre dentro de cadenas globales de valor. Un cambio de régimen global puede afectar no solo al comercio.

Desde 2010 hasta hoy el comercio internacional creció 73% y el producto bruto global lo hizo en 62%. El comercio entre países con bajas restricciones en frontera (en 20 años el arancel promedio en el mundo se redujo en 2/3) ha alentado la inversión, mejorado las cadenas internacionales de valor, hecho crecer la competitividad de las empresas internacionales que, a la vez, se conectan con proveedores locales a los que mejoran en los países en los que actúan, generado empleo de mejor calidad y mejorado la convivencia internacional.

El mundo se encuentra, pues, ante un cambio, aunque aún no sabemos en qué dirección. Muchos juegan juegos diferentes. Mientras algunos mantienen tarifas bajísimas en frontera (Hong Kong, Singapur, Australia, Vietnam, Costa Rica o Japón), Estados unidos ha iniciado un camino de elevación de sus tarifas en frontera. Y los afectados por ellas parecen querer reaccionar en consecuencia. Mientras, muchos de los demás pretenden seguir ampliando el comercio internacional.

El resultado del juego podrá evaluarse dentro de un tiempo. Y puede ser disímil según como actúe cada uno en el mundo.