El monasterio en el centro de Barcelona que es uno de los mejores conservados en estilo románico
Ubicado en el barrio del Raval, su historia está rodeada de muchas incógnitas sin resolver a causa de su gran antigüedad.

Con la Sagrada Familia como icono indudable, la ciudad de Barcelona despliega un impresionante patrimonio arquitectónico que abarca diversos estilos de diferentes épocas. Tan solo con un paseo por las calles de la capital catalana podremos ver edificios como la basílica gótica de Santa Maria del Mar, la basílica barroca de la Mercè, la modernista Casa Batlló o la Torre Glòries con su diseño de alta tecnología.
Incluso podemos encontrar construcciones de estilo románico tan espectaculares como el Monasterio de Sant Pau del Camp. Ubicado en pleno barrio del Raval, nos traslada siglos atrás gracias a su buen estado de conservación.
El Monasterio de Sant Pau del Camp
Cuando se levantó el Monasterio de Sant Pau del Camp, en el siglo IX, este estaba rodeado de huertos y campos a las afueras del primer recinto amurallado de la ciudad. Sin embargo, a día de hoy, está enclavado en medio del trasiego de la ciudad, en la zona de la Ciutat Vella, pero sin perder su aspecto rural.
"La historia del cenobio está rodeada de incógnitas sin resolver a causa de su gran antigüedad", señalan desde el Ayuntamiento de Barcelona. Uno de los elementos que evidencian su largo pasado es la lápida funeraria del conde Guifré II Borrell, que murió en el año 911. Asimismo, esto demuestra que el complejo tenía el suficiente prestigio en esa época como para albergar la tumba de un miembro de la realeza.
Levantado en estilo románico lombardo, a lo largo de los años sufrió numerosos ataques, lo que obligó a llevar a cabo diversas reconstrucciones. A pesar de ello, el complejo religioso se conserva en muy buen estado y nos permite apreciar cómo era este monasterio benedictino cuando aún estaba en funcionamiento.
Una iglesia, un claustro y jardines
En el monasterio destaca su iglesia, con una planta de cruz, tres ábsides, arcos ciegos y adoquines ornamentados en el exterior y un arco de medio punto como puerta principal. El interior veremos bóvedas de cañón y un tímpano con la imagen de Jesús rodeado por los apóstoles Pedro y Pablo. El
Sin embargo, el espacio más bonito es el claustro, al que podremos acceder desde el templo. Aquí veremos arcos polilobulados y capiteles con decoraciones geométricas, vegetales y fantásticas. Entre esos diseños sobresalen los que representan a Adán y Eva con el árbol y la serpiente, y a una mujer atormentada por dos sapos que le devoran los senos. Finalmente, todo el edificio está rodeado por tranquilos jardines con parterres.