El inusual comprador que mantendrá en su estado original a dos imponentes casonas históricas de Mar del Plata
La Villa de Bary, diseñada en 1908 por el arquitecto William Harper, y la Quinta Devoto, construida por Alejandro Bustillo en 1919, son linderas y compartirán ahora un destino en común

MAR DEL PLATA.— Abrir las puertas de Villa de Bary y la Quinta Devoto es un viaje directo y sin escalas a comienzos del siglo XX. Una fue construida en 1908 y otra en 1919. Y lucen casi como entonces: pisos brillantes, sus revestimientos en madera con el sello de hábiles ebanistas, vitrales inmaculados, entelados de las paredes y mobiliario y equipamiento centenario. Levantadas a poco más de 500 metros de la actual Rambla Casino, ambas desde sus amplios parques tenían vista al mar en aquellos años de un frente de playas con pocas y vistosas casonas, en su mayoría de veraneo y propiedad de familias de la clase alta porteña.
Linderas, integradas desde hace décadas a partir de un nexo familiar entre originales propietarios, estas pintorescas construcciones en muy buen estado de conservación pasaron hace pocos meses a manos de la justicia bonaerense en una operación inmobiliaria con objetivos múltiples: ampliar la oferta de espacio físico para los tribunales, generar allí un ámbito de encuentro y capacitación de funcionarios y magistrados, preservar el patrimonio arquitectónico y, tan o más valioso aún, abrirlas a la comunidad para que las conozca y disfrute.
Entre tanta piqueta que arrasó con joyas de la arquitectura de comienzos del siglo pasado, la Suprema Corte de Justicia bonaerense vio en estos edificios una opción de solución a su eterna demanda de oficinas, en este caso nada menos que a 100 metros del actual edificio principal del Departamento Judicial Mar del Plata. Justo en la esquina de calles Brown y Buenos Aires. Los compró en junio de 2023 y poco a poco, en medio de obras que apuntan a restaurar lo dañado por el paso del tiempo, ya las tienen en actividad.
A comienzos de diciembre último se hizo la presentación formal en sociedad: se inauguró el nuevo sistema de iluminación del ahora denominado Complejo Edilicio de Valor Arquitectónico (CEVA) con un concierto al aire libre encabezado por el director Nicolás Sorín y una formación entre quienes estaba Daniel “Pipi” Piazzolla, nieto del marplatense Ástor Piazzolla.
“Teníamos una partida de presupuesto que debía ejecutarse porque si no se perdía, buscábamos un lugar adecuado y caminando por la zona de tribunales vimos las casas y pronto entendimos que eran ideales para lo que estábamos necesitando”, contó a LA NACION el presidente de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Daniel Soria, satisfecho por la decisión tomada y el efecto complementario, que significa aportar a mantener en pie y en condiciones esas construcciones históricas.
En Mar del Plata quedó postergado hace tiempo un proyecto de la denominada Ciudad Judicial. Era un monumental complejo de casi 25.000 m² en tres manzanas, ya adquiridas por la SCJB y próximas al Estadio Mundialista. Una iniciativa que se gestó en tiempos predigitales y exagerado para estos días, donde la presencialidad es mínima en el sistema de justicia, a excepción de los tribunales de Familia.
Las villas de Bary y Devoto están protegidas por las ordenanzas 9564 y 10.075 que detallan los bienes inmuebles de interés patrimonial para el municipio. Un emprendimiento privado sobre esos lotes podría haber recurrido a las alternativas de excepción que rigen para desarrollos inmobiliarios en este distrito y levantar generosas y cotizadas torres allí donde hay topes máximos de altura.
Estado original
La Suprema Corte mantendrá en su estado original ambas unidades y proyecta, en aquellas tierras despejadas que dan frente a Avenida Juan B. Justo, construir unos 9000 m² –podrían ser repartidos en dos edificios— que serían exclusivos para albergar al fuero Penal. Sería más dinámico y funcional por los traslados de detenidos, entre otras cuestiones.
La Villa De Bary tiene diseño del arquitecto William Harper y se construyó a pedido de Teodoro De Bary, un alemán que anduvo por aquí y fue socio de Ernesto Tornquist, otro reconocido de estas playas por sus propiedades notorias: la Mansión Tornquist y el hoy intacto Torreón del Monje.
La Villa Devoto ocupa el lote inmediato al de Villa De Bary. Sus trazos pertenecen al arquitecto Alejandro Bustillo, el mismo que diseñó, entre otras obras, el complejo que vincula al Casino Central y el Hotel Provincial. En este caso con estilo pintoresquista y normando.
El Poder Judicial bonaerense ya había dado un primer paso en este sentido de buscar abrigo en viviendas de valor histórico. En la Casa de Los Gobelinos, chalet que se encuentra en la misma zona —esquina de Falucho y Corrientes—, funciona desde hace tiempo la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial. Por estos días ese edificio está en instancia de restauración.
A diferencia de múltiples viviendas que aún en listado de preservación patrimonial han sufrido deterioro por falta de atención de propietarios y situaciones de intrusión, tanto Villa de Bary como Villa Devoto están intactas. Permanecieron en manos de herederos de los dueños originales y siempre tuvieron caseros. Por eso no tienen mayores daños: mantienen sus piezas de bronce en las aberturas, pisos de madera centenarios e incluso sanitarios originales.
Algunos de esos espacios ya están en uso como sala de reuniones, salón de actos de asunción de magistrados o actividades de capacitación. “Es un lugar donde se podrá ampliar conocimientos para funcionarios y empleados con cursos que les impactarán favorablemente en sus carreras dentro del sistema judicial”, explicó Soria a LA NACIÓN.
El escritor Carlos Balmaceda es el coordinador de este nuevo complejo. “Hay obras en marcha, cateos también para determinar estado de la estructura y trabajos de restauración a cargo de especialistas”, detalló a LA NACIÓN y ratificó que poco a poco se generarán espacios para que el público en general pueda visitar estas casas históricas.
“Tenemos proyectos de muestras de arte, visitas guiadas y patios donde se pueden programar algún concierto o charlas —apuntó—. Queremos que la gente se sienta parte de este espacio”.
Casas espléndidas
El presidente del Colegio de Magistrados y Funcionarios, Juan Manuel Sueyro, dijo a LA NACION que resulta muy importante ser parte de esta oportunidad que definió como única. “Estas casas son espléndidas, se nos ha permitido participar y nos pone muy contentos acompañar este acercamiento al patrimonio arquitectónico de la ciudad, disponerlo para la administración de justicia y abrirlo a la comunidad para que también lo pueda disfrutar”, remarcó.
Citó, entre primeros usos, una actividad que se hizo en Villa de Bary y Villa Devoto para conmemorar el 40° de la Reforma Constitucional de 1984, con participación del ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti. Y valoró el potencial de este espacio como centro de capacitación de los judiciales.
Hay un plan maestro para este complejo que prevé la ocupación y distribución de espacios para aulas, salas de capacitación, biblioteca y, muy probablemente, dependencias que recibirán a al Fuero Contencioso y Administrativo. Hay también expectativas de incorporar otro edifico próximo y generar una unidad judicial mucho más amplia dentro de esa misma manzana.
Para tener una actividad continua se requieren completar algunas obras imprescindibles. Además de la renovación de las instalaciones eléctricas, que se están haciendo con la empresa EDEA, se requiere disponer de sistemas de calefacción. Ambas casonas mantienen inmaculados sus enormes hogares, uno por ambiente.
En este proceso de atención al mantenimiento de estas propiedades se han firmado convenios con las facultades de Arquitectura de las universidades nacionales de Mar del Plata y La Plata, comprometidas así a colaborar en la asistencia y asesoramiento técnico para las tareas de refacción y puesta en valor patrimonial de ambas villas.