El Gobierno, sobre la pretensión de Junts de exigir catalán para otorgar papeles: "La lengua no será un requisito"
Cree que la tesis de que la migración colapsa servicios públicos alimenta el "racismo", pero evita mencionar al partido de Puigdemont

El Gobierno defiende que el acuerdo firmado con Junts para la delegación de competencias a la Generalitat es positivo para las personas migrantes a las que afecta porque, según dice, el hecho de que las gestione una Administración más cercana, como la autonómica y la local, podría "facilitarles la vida". Sin embargo, ya advierte a Junts de que "la lengua no es un requisito para denegar un permiso, expulsar una persona o prohibir entrada a nuestro país" y también considera que el argumento de Carles Puigdemont de que la migración pone en "riesgo el desbordamiento de los servicios públicos" alimenta el "racismo y la xenofobia".
"Esos son bulos que la sociedad está permanentemente escuchando alimentados por la ultraderecha", ha argumentado la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en una entrevista en Onda Cero. En todo momento, la ministra ha evitado cargar directamente contra Junts pese a tener que responder sobre postulados que ha defendido Puigdemont como el de la necesidad de gestionar la migración para que Cataluña asegure "el futuro de su identidad nacional, basada en la lengua y en los valores propios de la catalanidad", o que no podía ignorar "problemas" que asocia con la migración como la "violencia y la radicalización religiosa" o el "riesgo de desbordamiento de los servicios públicos".