El futuro de la economía azul se estanca en la sequía de talento

Hablar de economía azul es hablar de navegación marítima, de buques mercantes y toda su logística, de energías del mar como la eólica, de pesca, de náutica de recreo, de astilleros… de muchos sectores con sus respectivas particularidades pero que tienen como punto en común el mar. Una economía que generó 3,59 millones de empleos en 2021, y un volumen de negocio de más de 623.000 millones de euros en Europa, según datos de la UE. España es la segunda economía europea con mayor facturación dentro de este ámbito aportando el 15% del total de las ventas. El Clúster Marítimo Español (CME) recuerda que todas las actividades ligadas a mares y océanos tienen un importante impacto económico dado su efecto multiplicador sobre la producción, empleo y el valor añadido. Si bien no es sencillo calcular el impacto de las empresas de esta economía, se estima que los efectos indirectos e inducidos sobre la economía española se sitúan cerca del 7% del Valor Añadido Bruto (VAB) y del 7% de empleos nacionales. La agenda sectorial marítima recientemente presentada por el CME resalta dos cifras importantes: 21.277,3 millones de euros del VAB directo y 625.292 personas empleadas directas. Unos números que demuestran que toda esta industria es un motor clave para el crecimiento económico y el CME lamenta que el sector no reciba el reconocimiento político e institucional que le corresponde, lo que frena su desarrollo y la capacidad de impacto en la economía nacional. Además, hay una falta clara de talento en todos los sectores para ocupar diversos cargos como tripulantes, marineros, soldadores, astilleros… Santiago Ordás, profesor de la Facultad de Náutica de Barcelona (FNB), habla de la inexistencia de «una política integral que se encargue de este sector, sobre todo de los retos y oportunidades que puede haber detrás». Recuerda que España tiene muchos kilómetros de costa, con puertos entre los más importantes de mercancías y de náutica de recreo, con astilleros de reparación para yates de gran eslora, de náutica de recreo, las competiciones que pueden estar asociadas. «Necesitaríamos que en nuestro país hubiera un ministerio del Mar porque al final cuando hablamos de estas cuestiones a nivel administrativo es bastante complejo», indica el también ex decano de la FNB. Además, cree muy necesario «dar visibilidad al sector en la sociedad. Muchos estudiantes ni conocen que existen determinados estudios y tenemos por delante un mar de oportunidades», matiza. El docente resalta las muchas salidas laborales que existen para los ingenieros navales ya que son perfiles muy transversales. Los estudiantes ocupan diversos cargos en explotaciones portuarias, astilleros, náuticas de recreo, pero también en centrales nucleares o en el sector de las energías nucleares . Resalta también las energías offshore como un sector emergente «que quizás no se ha explicado mucho en España como en otros países y se desconoce bastante». Javier Garata, presidente del CME, lamenta que España haya olvidado de su importancia y dejado de lado su historia vinculada a la mar. «Sugiere una falta general de cultura marítima en la sociedad española, lo que dificulta que los jóvenes consideren profesiones en este ámbito», subraya. Cree que la falta de información y la percepción de que las actividades con la mar son muy tradicionales, duras o poco innovadoras, fomentan la falta de interés en los jóvenes. «Debemos por ello mostrarles la realidad de un sector altamente competitivo y muy innovador, que además ofrece salarios por encima de la media y grandes posibilidades de desarrollo». El presidente del clúster habla de la necesidad de contar con más técnicos formados en todas las áreas de la economía azul , a nivel europeo, tanto para reemplazar a los que se jubilan como para atender las necesidades de crecimiento del sector. En el contexto español, entre las áreas donde se podría precisar más mano de obra está la flota mercante española «donde se necesita más personal cualificado que quiera embarcarse, no solo para el puente o tripulación, sino personal técnico, desde jefes de máquinas hasta electricistas». También falta más mano de obra en la construcción y reparación naval, «donde se necesitan muchos oficios cualificados, y donde actualmente escasea el personal, no solo a nivel de ingenieros navales, sino electricistas, caldereros, soldadores, etc.». En el turismo marítimo y costero, motor principal de la economía en varias regiones como Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana, «llevamos años con déficit de personal en este ámbito. Importante resaltar que aquí se requieren todo tipo de perfiles, desde oficios para el mantenimiento de la náutica deportiva, hasta personal embarcado para cruceros». Esta semana la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España ha organizado en Gijón el 64º congreso de Ingeniería Naval en el que se ha abordado la falta de talento en el sector. «Falta personal en todos los perfiles que tienen que ver con los oficios de la mar .

Mar 31, 2025 - 06:57
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El futuro de la economía azul se estanca en la sequía de talento
Hablar de economía azul es hablar de navegación marítima, de buques mercantes y toda su logística, de energías del mar como la eólica, de pesca, de náutica de recreo, de astilleros… de muchos sectores con sus respectivas particularidades pero que tienen como punto en común el mar. Una economía que generó 3,59 millones de empleos en 2021, y un volumen de negocio de más de 623.000 millones de euros en Europa, según datos de la UE. España es la segunda economía europea con mayor facturación dentro de este ámbito aportando el 15% del total de las ventas. El Clúster Marítimo Español (CME) recuerda que todas las actividades ligadas a mares y océanos tienen un importante impacto económico dado su efecto multiplicador sobre la producción, empleo y el valor añadido. Si bien no es sencillo calcular el impacto de las empresas de esta economía, se estima que los efectos indirectos e inducidos sobre la economía española se sitúan cerca del 7% del Valor Añadido Bruto (VAB) y del 7% de empleos nacionales. La agenda sectorial marítima recientemente presentada por el CME resalta dos cifras importantes: 21.277,3 millones de euros del VAB directo y 625.292 personas empleadas directas. Unos números que demuestran que toda esta industria es un motor clave para el crecimiento económico y el CME lamenta que el sector no reciba el reconocimiento político e institucional que le corresponde, lo que frena su desarrollo y la capacidad de impacto en la economía nacional. Además, hay una falta clara de talento en todos los sectores para ocupar diversos cargos como tripulantes, marineros, soldadores, astilleros… Santiago Ordás, profesor de la Facultad de Náutica de Barcelona (FNB), habla de la inexistencia de «una política integral que se encargue de este sector, sobre todo de los retos y oportunidades que puede haber detrás». Recuerda que España tiene muchos kilómetros de costa, con puertos entre los más importantes de mercancías y de náutica de recreo, con astilleros de reparación para yates de gran eslora, de náutica de recreo, las competiciones que pueden estar asociadas. «Necesitaríamos que en nuestro país hubiera un ministerio del Mar porque al final cuando hablamos de estas cuestiones a nivel administrativo es bastante complejo», indica el también ex decano de la FNB. Además, cree muy necesario «dar visibilidad al sector en la sociedad. Muchos estudiantes ni conocen que existen determinados estudios y tenemos por delante un mar de oportunidades», matiza. El docente resalta las muchas salidas laborales que existen para los ingenieros navales ya que son perfiles muy transversales. Los estudiantes ocupan diversos cargos en explotaciones portuarias, astilleros, náuticas de recreo, pero también en centrales nucleares o en el sector de las energías nucleares . Resalta también las energías offshore como un sector emergente «que quizás no se ha explicado mucho en España como en otros países y se desconoce bastante». Javier Garata, presidente del CME, lamenta que España haya olvidado de su importancia y dejado de lado su historia vinculada a la mar. «Sugiere una falta general de cultura marítima en la sociedad española, lo que dificulta que los jóvenes consideren profesiones en este ámbito», subraya. Cree que la falta de información y la percepción de que las actividades con la mar son muy tradicionales, duras o poco innovadoras, fomentan la falta de interés en los jóvenes. «Debemos por ello mostrarles la realidad de un sector altamente competitivo y muy innovador, que además ofrece salarios por encima de la media y grandes posibilidades de desarrollo». El presidente del clúster habla de la necesidad de contar con más técnicos formados en todas las áreas de la economía azul , a nivel europeo, tanto para reemplazar a los que se jubilan como para atender las necesidades de crecimiento del sector. En el contexto español, entre las áreas donde se podría precisar más mano de obra está la flota mercante española «donde se necesita más personal cualificado que quiera embarcarse, no solo para el puente o tripulación, sino personal técnico, desde jefes de máquinas hasta electricistas». También falta más mano de obra en la construcción y reparación naval, «donde se necesitan muchos oficios cualificados, y donde actualmente escasea el personal, no solo a nivel de ingenieros navales, sino electricistas, caldereros, soldadores, etc.». En el turismo marítimo y costero, motor principal de la economía en varias regiones como Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana, «llevamos años con déficit de personal en este ámbito. Importante resaltar que aquí se requieren todo tipo de perfiles, desde oficios para el mantenimiento de la náutica deportiva, hasta personal embarcado para cruceros». Esta semana la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España ha organizado en Gijón el 64º congreso de Ingeniería Naval en el que se ha abordado la falta de talento en el sector. «Falta personal en todos los perfiles que tienen que ver con los oficios de la mar . En el caso concreto del mundo de la ingeniería, vemos la jubilación de la generación del 'baby boom' y no se compensa con la incorporación de nuevos egresados para compensar esa salida y la mayor demanda de la actividad», afirma Diego Fernández Casado, presidente de la asociación. En el congreso se ha hablado de innovación y talento y se han presentado 15 iniciativas novedosas para atraer el interés de empresas e inversores. También han participado alumnos de máster una vez que uno de los objetivos es conectar a los estudiantes con las empresas. Uno de los sectores de la economía azul que más impacto económico tiene es el de la pesca y precisamente es donde no se incorporan jóvenes. «Es una actividad dura y que, sobre todo, en el caso de la pesca de altura y gran altura, implica pasar largas temporadas fuera de casa», afirma Julio Morón, presidente de Cepesca y director gerente de Opagac. No obstante, reconoce que las condiciones a bordo de los buques han mejorado sustancialmente gracias a la modernización de los equipamientos y a las nuevas tecnologías y, «aunque el trabajo en la mar es ciertamente exigente, también es apasionante, bien remunerado y está sujeto a coeficiente reductor, lo que permite una jubilación anticipada» La población total ocupada en pesca y acuicultura es de 34.400 personas: 28.700 hombres y 5.700 mujeres, incluyendo todos los trabajadores que desempeñan una actividad económica en estos sectores, sea por cuenta propia o ajena. «De acuerdo con los datos de afiliación al Régimen Especial de los Trabajadores del Mar (REM) del Instituto Social de la Marina (ISM), aproximadamente el 27% de los afiliados son menores de 40 años, mientras que el 73% supera esta edad. Desde Cepesca trabajan para difundir entre los jóvenes que el sector pesquero es un motor de empleo con grandes oportunidades de desarrollo profesional y es fundamental que las nuevas generaciones conozcan las múltiples salidas laborales que ofrece el sector y que descubran que es un ámbito profesional con futuro, estabilidad y proyección internacional. Desde el sector abogan por ampliar la oferta de formación náutico-pesquera en todas las autonomías. El presidente de Cepesca pone como ejemplo el hecho de que los 1.725 titulados de puente y de máquinas salidos de las escuelas náutico-pesqueras gallegas en la última década podría haberse enrolado y dotado de mandos a unos 575 barcos pesqueros gallegos de litoral, altura y gran altura, «pero en su mayoría han optado por dirigirse a la Marina Mercante, el turismo y otros sectores distintos a la pesca». Según los datos registrados en la plataforma empleAtún, las ocupaciones con mayor número de ofertas de empleo son las de patrón, jefe y oficial de máquinas, oficial de puente, engrasador y cocinero. Carmen Sánchez, directora de Recursos Humanos y Cultura de MB92 Group, asegura que el rápido crecimiento de la economía azul en los últimos años ha creado una demanda significativa de personal especializado , particularmente en ciudades como Barcelona, que ha emergido como líder en este sector. «Esta rápida expansión ha superado la disponibilidad de profesionales cualificados», resalta. En el caso concreto de la náutica deportiva, cree que, como muchos otros, debe invertir en el desarrollo profesional de nuevos perfiles emergentes para atraer y nutrir el talento necesario. «Este sector está evolucionando rápidamente debido a las demandas de sostenibilidad y tecnología, lo que requiere nuevas habilidades, ya sea a través de nuevo talento o de la formación del personal existente. Se espera que el número de súper yates (embarcaciones de más de 24m LOA) supere los 7.500 en 2031, lo que indica una fuerte demanda», explica Carmen Sánchez. Considera que las empresas necesitan ofrecer propuestas atractivas más allá de la compensación financiera para atraer a los más jóvenes y evitar que opten por carreras alternativas. «La industria enfrenta un desafío: debe demostrar avances en sostenibilidad e innovación tecnológica para atraer talento, pero necesita este talento para lograr dichos avances», resalta la directora de Recursos Humanos y Cultura de MB92, grupo barcelonés que se dedica a la remodelación y mantenimiento de yates. «La solución puede estar en continuar construyendo fuertes sinergias entre instituciones educativas, organizaciones y administraciones especializadas en economía azul y empresas innovadoras. La industria tiene un inmenso potencial, con recursos disponibles para apoyar el crecimiento», puntualiza. La situación de falta de talento es tan compleja para el futuro de la economía azul que obliga a buscar respuestas desde muy distinto ámbitos, algunas muy llamativas. Por ejemplo, Fernando Robledo, director técnico del CME, en colaboración con la Armada, ha impulsado un proyecto que tiene como principal objetivo facilitar la integración de los marinos militares al ámbito civil, poniendo en valor su experiencia y conocimientos acumulados a lo largo de sus años de servicio. El programa pretende afrontar uno de los principales desafíos del sector marítimo: la falta de profesionales cualificados . «De esta forma, cuando los marinos se acercan al final de su carrera activa –sin haber alcanzado la jubilación– pueden incorporarse al tejido productivo civil, concretamente en empresas vinculadas a la economía azul», resaltan desde el CME.