El extitular de ARCA Santa Fe se quebró, admitió extorsiones y complicó al juez federal Bailaque
Carlos Vaudagna reveló que se enriqueció de manera irregular y que cometió delitos y desmanejos en el organismo recaudador, para beneficiar a empresarios

Carlos Vaudagna, extitular de la AFIP Rosario y Santa Fe, se quebró y se presentó como “arrepentido” en la causa en la que están involucrados él y el juez federal Marcelo Bailaque, con lo cual esta investigación que llevan adelante varios fiscales dio un giro inesperado y tomó mayor voltaje debido a las revelaciones que hizo el exfuncionario del organismo recaudador, que admitió haberse enriquecido de manera irregular y también cometer delitos, en los que están involucrados, según su testimonio, el magistrado federal de Rosario, el expresidente de Vicentin Omar Scarel y uno de los principales accionistas del diario El Litoral Carlos Nahuel Caputto.
Vaudagna estaba quebrado emocionalmente, después de que se diera cuenta –según contaron a LA NACION gente que estuvo dentro de su entorno en los últimos meses– que esta investigación tenía a casi una decena de fiscales federales de Rosario, Santa Fe, Reconquista y Buenos Aires con la lupa puesta en las maniobras que él, Bailaque y toda una constelación de empresarios y gente de mucho poder realizaban para beneficiarse a nivel económico.
Vaudagna admitió que tuvo un crecimiento patrimonial de manera vertiginosa entre 2015 y 2024, cuando ocupó la dirección de las delegaciones de ARCA en Rosario y Santa Fe, y el de sus supuestos testaferros, con propiedades, campos, plantas avícolas, una firma láctea, mutuales, entre otras cosas.
El extitular de la exAFIP se presentó con su abogado Néstor Oroño en enero pasado para “colaborar” en la causa, a cambio de un acuerdo. Luego, uno de los abogados que formaban parte de su defensa, Paul Krupnik, renunció a la representación de Vaudagna. A partir de ese momento, el exfuncionario mantuvo varias reuniones –hasta ayer– con los fiscales que investigan esta trama. Esos encuentros se extendieron casi por un mes. Se gestó un acuerdo en el que a cambio de la información que Vaudagna reveló su condena tendrá una pena máxima de seis años –excarcelable– por los delitos que admitió haber cometido.
El acuerdo en el que Vaudagna admitió haber cometido delitos y también haberse enriquecido de manera irregular se terminó de homologar este miércoles a la mañana en Rosario, en una audiencia que presidió el juez de Garantías Eduardo Rodríguez Da Cruz. Será condenado a un máximo de seis años de prisión y al pago de una multa y decomiso de varias propiedades, entre ellas, las de un country en Santa Fe.
En su declaración como arrepentido, Vaudagna admitió haber intervenido con el juez Bailaque en la “extorsión” a los financistas de Rosario Jorge Luis Oneto y a Claudio Iglesias. Vaudagna abrió una investigación interna en ARCA contra estos dos empresarios y luego se presentó una denuncia anónima en el juzgado federal N°4, a cargo de Bailaque. Todo era, aparentemente falso, y el único objetivo que tenía era “extorsionar” a los empresarios rosarinos. Esto fue comprobado en la investigación que llevaron adelante los fiscales federales de Rosario. Se detectó que la causa se abrió con un único elemento, una denuncia anónima, y el juez ordenó allanamientos y secuestro de documentación a Iglesias. Luego, inesperadamente se cerró sin motivo. Vaudagna señaló que antes de que la causa se cerrara le pidieron a Oneto y a Iglesias una suma de dinero. El objetivo de perjudicar a los financistas tenía que ver con una interna en la compañía de seguros San Cristóbal, donde Iglesias aspiraba a un cargo en el directorio.
Bailaque está complicado en otras causas que están ligadas a complicidades con el narcotráfico. Está siendo investigado por tener el mismo contador (Gabriel Mizzau) que el capo narco Esteban Alvarado, a quien él investigaba por lavado de dinero. También en el Consejo de la Magistratura se investiga si el magistrado favoreció a este narcotraficante, preso en el penal de Ezeiza, al demorar tres años en autorizar la intervención de los teléfonos, como había pedido la Policías de Seguridad Aeroportuaria (PSA). También está bajo la lupa por beneficiar a empresarios “amigos” como Fernando y Guillermo Whpei, al darles la administración de los fondos de la Cooperativa de Estibadores de Puerto San Martín, que eran más de 10.000 millones de pesos. Estos empresarios pretendían quedarse con la cooperativa que había sido intervenida en la época en que la conducía Herme Juárez, alias Vino Caliente.
Las fuentes judiciales advirtieron que la información que dio Vaudagna es clave para el avance de la causa y que por el detalle de los hechos que brindó su testimonio parece verosímil. En realidad, la mayoría de las afirmaciones que hizo el exfuncionario como arrepentido ya fueron investigadas por los fiscales de Rosario, Santa Fe y Reconquista, y por las Procuradurías de Narcocriminalidad (Procunar), de lavado de activos (Procelac) y de investigaciones administrativas (PIA).
En su declaración, Vaudagna complicó al expresidente de la agroexportadora Vicentin Omar Scarel, involucrado en un caso por estafa en el fuero provincial. Vaudagna admitió que era asesor personal de Scarel y que benefició a la empresa cerealera que entró en default en diciembre de 2018 al eludir la investigación del delito de apropiación indebida de reintegros de IVA por exportaciones, por un monto total de $143.254.723,61, cometido en los años 2016, 2017, 2018 y 2019.
El exjefe de la AFIP también reconoció que entre mayo de 2018 y julio de 2019 intercedió y ejerció su influencia ante funcionario de ARCA que estaban a cargo en la fiscalización e inspección de créditos fiscales indebidamente percibidos por Vícentin SAIC. La maniobra de Vaudagna, según admitió, fue evitar que sean impugnados y reducir el monto del ajuste fiscal determinado por la ex-AFIP, con la finalidad de evitar la denuncia penal contra la empresa. LA NACION consultó al abogado de Scarel, que respondió que por ahora no iba a hacer declaraciones.
En su declaración como arrepentido, Vaudagna afirmó que brindó, siendo jefe del organismo recaudador, asesoramiento técnico y contable a Carlos Felice, secretario general del sindicato de Turf; al principal accionista del diario El Litoral, Carlos Nahuel Caputto, y a la contadora María Virginia Copello, para que mediante un complejo entramado de sociedades comerciales en las que intervino la empresa Deusto SA –cuyo director es Caputto– pudieran obtener fracciones de terrenos de las islas “Los Mellados” y “Sirgadero”, ubicadas en la ciudad de Santa Fe. En esas islas estaba previsto que se realizara el traslado del puerto, algo que después se cayó, pero que el propietario de esas tierras iba a ser favorecido con las expropiaciones de parte del Estado provincial.
El extitular de la ex-AFIP también contó que facilitó a Caputto información reservada sobre distintos contribuyentes y que intercedió para que los agentes de ARCA omitieran fiscalizar las empresas vinculadas a este empresario, como por ejemplo, ordenar que se archive una investigación contra la empresa Consultora Arcadia SA, ligada a Caputto. Este diario envió una serie de preguntas al empresario, que se encuentra en este momento de viaje en el extranjero, pero no respondió.
Vaudagna aceptó, además, dar las claves de su teléfono iPhone, que fue secuestrado en noviembre pasado, para que la justicia pueda realizar las pericias y avanzar en una investigación que conmueve al poder.
Las declaraciones de Vaudagna complican a quienes aparecen mencionados en la causa y en sus testimonios, porque el extitular del organismo recaudador admitió que cometió los delitos en complicidad con esos protagonistas.
Vaudagna habría tomado esta decisión después de entrar en un cuadro depresivo muy importante durante los últimos meses, después de que se activaran a fines de octubre pasado estas investigaciones que terminaron en los allanamientos y en una acusación formal el 21 y 22 de noviembre. En enero pasado, LA NACION publicó que Vaudagna había pedido una licencia por problemas psiquiátricos, después de que lo trasladaran a la provincia de Córdoba.
A la par de esta revelación de peso en esta investigación, la Cámara de Casación Penal falló a favor de que la causa sea tramitada por el nuevo sistema acusatorio, en el que los fiscales tienen un rol preponderante. Existía la posibilidad de que vuelva al viejo sistema, como habían planteado los abogados de Vaudagna.