El eurásico, un spitz que resulta de la combinación del chow chow, el keeshond y el samoyedo
Pertenece a la sección de Spitz asiáticos y razas semejantes en la clasificación de la FCI.

El eurásico es la raza canina más reciente dentro del grupo de los spitz. Su origen se remonta a la década de 1960 en Alemania, cuando Julius Wipfel, junto a Charlotte Baldamus y un pequeño grupo de entusiastas, se propuso crear un perro con las mejores cualidades del chow chow y el keeshond, también llamado spitz tipo lobo. Inicialmente, la raza resultante fue llamada ‘chow lobo’, pero con la introducción del samoyedo en el programa de cría en 1972, se estableció el nombre definitivo de eurásico (eurasier en inglés). La Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoció oficialmente la raza en 1973.
El propio Wipfel se inspiró en un perro tipo spitz rescatado que había sido dejado atrás por las tropas aliadas en la posguerra, un animal al que llamó ‘The Canadian’ y que despertó su interés por desarrollar un perro con una apariencia clásica de spitz, pero con un temperamento más calmado y adecuado para la vida familiar moderna.
El eurásico llamó rápidamente la atención de los aficionados de los perros en Alemania y otros países europeos. Entre los primeros propietarios notables de esta raza se encuentra el zoológo y etólogo con un premio Nobel Konrad Lorenz, quien recibió una cachorra de nombre Nanette vom Jaegerhof y a la que describió como el perro con mejor carácter que había conocido en su vida.
Un perro muy dulce, sensible y orientado a la familia
El eurásico es un perro de temperamento tranquilo y confiado, que no cede ante provocaciones. Es un animal vigilante y alerta sin ser excesivamente ladrador. Establece un fuerte vínculo con su familia y es reservado con los extraños sin llegar a ser tímido o desconfiado. Para desarrollar al máximo sus cualidades, el eurásico necesita convivir de manera cercana con su familia y recibir una educación basada en la comprensión y la coherencia. No responde bien a una educación basada en métodos demasiado duros, ya que es un perro muy sensible ante el trato brusco.
A diferencia de otras razas de spitz, el eurásico fue criado como perro de compañía desde sus inicios y no se adapta bien a vivir en exterior o con la rigidez que se exige de un perro de trabajo. Sin embargo, han demostrado ser muy adecuados como perros de terapia y disfruta de cualquier tipo de actividad al aire libre, siempre que también involucre a sus personas favoritas.
Dentro del hogar, es un perro tranquilo y de bajo nivel de energía, por lo que no requiere de una dedicación excesiva de ejercicio.
El mantenimiento del eurásico es relativamente sencillo: su pelaje de doble capa no requiere cortes, pero sí un cepillado regular para evitar la acumulación de pelo muerto. Como en todas las razas de spitz, la muda se intensifica en ciertas épocas del año, por lo que en esos periodos es necesario aumentar la frecuencia del cepillado.
La salud del eurásico
Se trata de una raza generalmente sana, aunque el reducido número de ejemplares en sus primeros años de desarrollo dejó como herencia algunas enfermedades hereditarias, por lo que insistimos en la importancia de adquirir un ejemplar solo a través de criadores legales que realicen pruebas de salud en sus reproductores y que se rija por los estándares éticos de la cría.
No existe club especializado en España, razón por la que recomendamos contactar con la Real Sociedad Canina de España para ampliar información o acudir al internacional Eurasier Club.