El emprendedor al que la Argentina le cantó "out" y ahora vuelve con ganas de hacer "home run"

Integrante de la selección nacional de Baseball que hizo historia en 1995, Martín Duhour estudió en los Estados Unidos gracias a una beca deportiva. Fundó International Doorway, empresa que ayuda a otros vivir el "sueño americano". La crisis de 2001 lo expulsó y, desde Miami, reinició de cero en 2002. Hoy, opera en 40 países y, este año, retornó al que siempre fue su deuda pendiente: la Argentina

Abr 16, 2025 - 12:50
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El emprendedor al que la Argentina le cantó "out" y ahora vuelve con ganas de hacer "home run"

"¡Out!". Lo había escuchado una, cien, miles de veces adentro de una cancha. "¡Out!". Cuatro letras que, pronunciadas fuerte, cortantes y secas, significan todo: "Afuera"; "hasta acá llegaste"; "no va más". Esta vez, no era un umpire el que se lo cantaba, sino su propio país.

Integrante de la Selección Argentina que hizo historia en los Juegos Panamericanos de 1995 -le ganó, nada menos, que a los Estados Unidos-, Martín Duhour era emprendedor. Gracias al baseball, ese deporte que, en estos pagos, la vasta mayoría conoce por películas y series y pocos, muy, muy pocos, alguna vez practicaron, obtuvo su diploma -Business, Marketing & Management en McKendree University- por una beca deportiva para estudiar en los Estados Unidos. La puerta que le abrió vivir el auténtico "Sueño Americano" en lo que, no duda, es "el mejor sistema educativo del mundo".

Se recibió en 1996. Volvió al país. Motivado por una Argentina que se sentía catapultada al primer mundo, vio, diseñó, armó y lanzó un proyecto: preparar e, incluso, acompañar hasta el scouting a chicos argentinos que, gracias a su talento deportivo, quisieran estudiar en una universidad de los Estados Unidos. Era un negocio, por supuesto. Pero, también, una misión: una suerte de acto de devolución al universo, abriéndoles a otros la puerta hacia muchas más y mejores oportunidades que había podido cruzar él. No en vano, el nombre que eligió para bautizar a su empresa: International Doorway. "Puerta internacional".

Duhour, fundador y CEO de International Doorway, integró la Selección Argentina de Baseball en los Panamericanos de 1995 y estudió en los Estados Unidos gracias  a una beca deportiva.

Arrancó en 1997. Avanzó con sus primeras camadas, compuestas de jugadores de fútbol ("soccer"). Sin embargo, visto en retrospectiva, era el lustro equivocado de los dorados '90. Muchos lo temían, otros no se resignaban. Pero se jugaban las últimas entradas y el partido ya estaba definido. Hasta que, tras el colapso de 2001, el Departamento Comercial de la Embajada de los Estados Unidos lo invitó a radicar sus operaciones en Miami. "¡Out!". Esta vez, no era el beisbolista quien lo oía: era el emprendedor. No era un "home run": era "run from home".

Ya instalado en la Magic City con su familia -mujer, cuatro hijos-, la magia volvió. Duhour relanzó el proyecto de cero en 2002. Desde entonces, extendió la operación a más de 40 países, con más de 20.000 estudiantes tutelados en sus programas. Su empresa preparó y acompañó a cada uno hasta la hora de la verdad: el showcase, un evento de ocho días en Miami al que, actualmente, se acercan reclutadores de más de 200 universidades.

Con el crecimiento, el proyecto no sólo se focalizó en el talento para ganar una beca deportiva. También, abrió la puerta para quienes quisieran aplicar por mérito académico. Llegó a tener 1000 estudiantes al año, de los cuales un tercio aplicaba por deporte. Hasta que escuchó un nuevo "out". La pandemia lo mandó de nuevo a la banca. Retomó en 2022. Hoy, cuenta con un promedio de 500 estudiantes año, de los que casi la mitad (200) sueñan con una beca deportiva.

Ya jugaba en otras ligas. Hilvanada por las actividades promocionales de las embajadas estadounidenses, su red llegó a México, Colombia, Ecuador, Brasil, Francia, España, Italia, Portugal, Japón, China... Incluso, la exótica Kazajistán, donde aterrizó a pedido de un agente FIFA que procuraba que uno de sus pupilos jugara en la liga universitaria de los Estados Unidos, antesala de la creciente MLS en la que hoy brilla Lionel Messi.

Pero, en estas más de dos décadas, había una deuda pendiente. Ganas de revancha. "A la Argentina, siempre se la extraña", reconoce. "Estudiar en una universidad de los Estados Unidos, cuesta entre US$ 50.000 y US$ 90.000 por año. Con una beca, el monto se reduce a entre US$ 12.000 y US$ 15.600. No es que no se paga nada", explica. "La ecuación financiera se hizo muy difícil", describe, acerca de los años de devaluaciones, cepos y laberintos cambiarios. Pero, para él, el partido no había terminado. Simplemente, esperaba el momento de volver.

"Hoy, las condiciones están dadas. Volvemos a tener valores competitivos en la Argentina. Existe una nueva realidad económica", describe. El país, dice, tiene "una posibilidad importante". Quiere llevar al próximo showcase, en julio, entre 40 y 50 chicos argentinos. "Soccer, básquet, vóley, tenis, golf...", enumera los deportes con potencial. Confía en que lo logrará. Casi, una analogía a "El campo de los sueños", clásico de Hollywood que se convirtió en película de culto para los amantes del baseball. Como si estuviera oyendo el mismo susurro que el protagonista, personificado por Kevin Costner: "Si lo construyes, ellos vendrán".

(La versión original de esta nota se publicó en la edición número 376 de la revista Apertura, correspondiente a abril de 2025)