El correo electrónico: la red social definitiva. Un manifiesto
Al principio, esa red social tenía su gracia: era entretenida y, en ocasiones, incluso útil. Aún hoy posee alguna característica que te satisface. Pero cada vez te gusta menos. Y ya no estás nada seguro de que te compense. Y esto es así porque esa red social también cuenta con numerosos aspectos que no te... Leer más La entrada El correo electrónico: la red social definitiva. Un manifiesto aparece primero en Zenda.

Estás dándole vueltas a si abandonar o no esa red social (Facebook, Twitter, Instagram… Introduce aquí tu favorita). No es la primera vez que te planteas largarte. Lo sé porque cuando hablo de ti estoy hablando de mí.
Y esto es así porque esa red social también cuenta con numerosos aspectos que no te agradan un pelo. Por ejemplo:
- Tienes a fulanito en tus contactos, pero no lo conoces de nada. No digo ya en persona, sino siquiera virtualmente. ¿Quién ese ese tío? No sabes a qué se dedica, cuáles son sus intereses, ni cuáles sus preocupaciones. Eres incapaz de recordar en qué momento entró a formar parte de tu círculo de «amigos».
- Te da igual lo que fulanito ha desayunado esta mañana. La foto de sus huevos revueltos con beicon te ha dejado bastante frío. Él, ajeno a tu indiferencia, insiste a todas horas en salpicarte con sus más mundanas intimidades.
- Fulanito te ha invitado a que le des «me gusta» a su página Fulanito Pérez Escritor. Lo que te faltaba: SPAM disfrazado de colegueo.
- Fulanito te está soltando una diatriba a propósito de una de tus publicaciones. Le respondes someramente, pero él vuelve a la carga con una nueva batería de argumentos que te resulta un completo sinsentido. Se lo haces saber pero, apenas has respondido, fulanito ya está otra vez tecleando, presto a largarte una nueva andanada de topicazos. Han transcurrido dos horas cuando, arruinada ya la tarde, cansado, frustrado y culpable, decides bloquearlo.
Con arreglo estas disquisiciones, he ido madurando la siguiente idea que ahora pongo por escrito: el correo electrónico es la única red social que tiene verdadero valor. Y será mi única red social de ahora en adelante.
Tal vez mantenga mi presencia en algunas redes sociales actuales o futuras, pero lo haré de modo testimonial y con la única intención de animar a usar esta otra red social llamada «correo electrónico».
Las ventajas que le veo al correo electrónico como red social son múltiples:
- Trato personal (y, por tanto, mayor proximidad): Si te tengo entre mis contactos es porque te considero alguien relevante con quien puedo mantener un diálogo. Para mí, tú eres tú, no uno más.
- Nadie traficará con tus datos: El correo electrónico es un protocolo libre que cualquiera puede implementar. No pertenece a ninguna empresa. Además, todo el mundo tiene una dirección de e-mail (que, de hecho, usa para darse de alta en las otras redes sociales).
- Facilidad de uso: Algunas redes sociales solo permiten publicar a través de la correspondiente aplicación de teléfono. El correo electrónico, en cambio, permite hacerlo también desde un ordenador. Con un teclado de verdad.
- Nada de ruido: Se acabaron las horas muertas esquivando memes, fotos de lo que otros están cenando o comentarios irrelevantes sobre el reality show de moda. Hablaremos de temas que nos interesen a ti y a mí.
Así pues, me marcho ahora mismo de las redes sociales vulgares. Me quedo con la más auténtica y valiosa red de contactos: el correo electrónico.
A ti te animo a hacer lo mismo: toma la dirección de tus contactos más relevantes y escríbeles un e-mail de vez en cuando para saber de ellos y para que ellos sepan de ti.
Puesto que soy yo quien empieza este movimiento que busca recuperar el e-mail como forma habitual de contacto, he de ser coherente con el presente manifiesto: Si sientes algún tipo de interés por mí y te gustaría ser mi amigo, escríbeme un correo electrónico y estaremos en contacto.
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