Con diez desde el 22' por la expulsión de
Pau Cubarsí. Con
Szczesny haciendo el partido de su vida, parándolo todo literalmente desde el primer minuto a
Akturkoglu hasta el 94' a
Renato Sanches. Con todos los jugadores dejándose la piel hasta emocionar ante un Benfica volcado. Y con un
Raphinha que se guardó un zurdazo para lograr el 0-1 con el que el Barça encarrila los octavos de final de la Champions League, con la vuelta el prximo martes en Montjuïc. Da Luz volvió a ser un infierno, como hace un mes y medio el día del 4-5, pero otra vez con final feliz.
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